La espera ha sido larga, intenté escuchar detrás de la puerta pero fue en vano, terminé por resignarme a esperar el regreso de Cristhel.
Al fin veo que la puerta se abre, varias personas comienzan a salir hablando entre ellas. Busco con la mirada a mi amiga, la veo salir de la sala, pasa a mi lado ignorándome. Intento seguirla pero alguien me toma del brazo.
—Necesito hablar contigo Ryan — dice el mismo hombre que trajo a Cris hasta aquí.
Ingreso a la oficina junto a él, me ofrece una de las sillas del lugar, pero me niego, quiero terminar rápido con esto, Cris no lucía bien, debo saber que pasó.
—Han sucedido cosas muy... ¿Cómo decirlo?
—Sólo diga que pasó — lo apuro.
—Bien — Se aclara la garganta antes de seguir — Ryan, tu amigo Alex... Él...
—¿Qué sucede con Alex? — pregunto con cuidado.
Por un momento la imagen de mi amigo en el aeropuerto se cruza en mi mente.
—Está muerto — finaliza el hombre.
Me quedo en shock. ¿Acaso escuché bien? ¿Dijo muerto?
—No, eso no puede...
—Lo entenderás más tarde — me interrumpe —. Por ahora debo decirte que es muy probable que Cristhel esté en peligro, nuestra línea de lideres fue atacada, solo queda ella. Le ofrecí colocar una escolta de dos hombres para que la protejan, pero se negó. Intentaré convencerla de que es lo mejor, y me gustaría que me ayudes a lograrlo. Además, necesito que, ahora que vives con ella, ayudes a protegerla, se te pagará por tu servicio. Confío en ti Ryan, hazlo por la estabilidad de la agencia.
—Haré todo lo que pueda — contesto aún procesando sus palabras.
Él asiente colocándose en pié y me guía a la salida. Intento hacer a un lado sus palabras y me dirijo al lugar donde sé que puede estar Cristhel, por ahora solo me interesa ella. Me paro frente a la puerta la oficina de Jorge y toco tres veces.
—Adelante — escucho del interior
Abro la puerta lentamente, lo primero que capta mi atención es Cristhel, parada frente al ventanal. Cierro la puerta y camino lentamente hacia ella.
—¿Cris? — la llamo, pero no voltea.
—Él se fue — susurra, y las palabras de aquel hombre regresan a mi mente.
—Todo estará bien — comento intentando creerlo.
—Mi padre escribió un discurso de despedida — menciona alzando un papel.
No puedo ver su rostro, pero su voz refleja lo que siente. Se queda en silencio por un momento, me paro junto a ella, la observo discretamente, sus hermosos ojos cafés están un poco enrojecidos y su cabello levemente alborotado.
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Anónimos ||Pausada||
Ficțiune adolescențiLa vida siempre da giros inesperados, y tal vez eso es lo que la hace divertida, la curiosidad de saber que te depara el destino. Sin embargo, la sorpresa no siempre es grata. Las vacaciones navideñas son una época para compartir con la familia y lo...