Camino despacio por los desolados pasillos de la agencia. La mayoría de los espías ya se encuentran en el auditorio. La ceremonia debe de haber iniciado ya, sin embargo no tengo ganas de ir, estar rodeado de personas es lo último que quiero.
No puedo dejar de pensar que hubiese pasado entre Cristhel y yo si Ana no hubiera tocado la puerta. Acaso yo... No, no creo. Debo estar confundido. ¿O en verdad siento algo por Cristhel? ¿Puede ser eso posible? Ella es la misma chica a la que yo buscaba, pero a la vez están diferente.
Debería dejar de pensar en eso, ¿o debo hablar con ella? No, definitivamente debo de dejar estos pensamientos y hacer como que nada ha pasado. Ingreso a otro pasillo, igual de vacío, aunque a lo lejos puedo oír algunas voces, indicador de que el auditorio esta cerca.
—Ryan, ¿aún no entras? — escucho a Rubén detrás de mí.
—Justo iba para allá — miento.
—Pues vamos.
El hombre me guía por aquel pasillo hasta llegar al final, una pequeña sala perfectamente iluminada se extiende ante nosotros, al fondo se ve una puerta de dos hojas, frente a ella se encuentra María hablando con otro sujeto.
Rubén los saluda con la mano, y abre la puerta, el sonido aumenta con esa acción. Ingresamos al auditorio, las gradas están llenas así nos quedamos de parados cerca de la puerta. A mi lado se encuentra el chofer que me llevó al aeropuerto, con la mirada perdida en el suelo. Ana se encuentra sentada adelante, voltea y al verme. sonríe
El auditorio es un lugar amplio, climatizado, con gradas descendentes que finalizan en un escenario un tanto elevado, donde Cristhel está de pié leyendo su discurso.
—Y es así como esta tarde estamos reunidos aquí, para honrar la memoria de tres grandes agentes — su voz resuena por todo el lugar — Uno de ellos, la mano derecha de mi padre y su mejor amigo, el agente Luis Adolfo Martínez Zentella, quien siempre estuvo al pendiente de la agencia, y sé que más que un jefe, fue un amigo para muchos de nosotros.
>>También recordamos a Alexis Martínez Gómes, mejor conocido como Alex. Quien a pesar de su corta edad, fue un miembro valioso de esta agencia, aceptando con valor cada misión que se le asignara, y a veces, ayudando en otras que no le correspondían, pero donde sabía que se le necesitaba. Y por último, el piloto Carlos Medina de la Cruz. Él siempre estuvo dispuesto a cualquier misión, un hombre valiente que llegaba a los lugares donde pocos se atreven a ir, siempre leal a sus principios, y a esta agencia.
>>Estos hombres hicieron un gran trabajo en nuestra agencia, sirviendo con valor, lealtad y honor. Como mi padre siempre dice, la agencia es nuestra familia. Ellos eran familia. Sé que su partida deja un gran vacío en todos nosotros, pero también estoy segura de que no los olvidaremos, por que ellos vivirán para siempre en nuestros corazones.
Cristhel finaliza con una sonrisa nostálgica, y baja las escaleras ante la mirada de los presentes. Veo como Ana, se lleva una mano a la mejilla, para después voltear sonriendo y estirar el brazo para tomar la mano del chofer, quien le devuelve la sonrisa.
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Anónimos ||Pausada||
Fiksi RemajaLa vida siempre da giros inesperados, y tal vez eso es lo que la hace divertida, la curiosidad de saber que te depara el destino. Sin embargo, la sorpresa no siempre es grata. Las vacaciones navideñas son una época para compartir con la familia y lo...