Me despierto antes de que el despertador suene. Saco del ropero la ropa que preparé desde ayer y me meto al baño para asearme. Estoy tan emocionada y triste a la vez, hoy mis amigos se van, deben estar en el aeropuerto a las 8:30 de la mañana, y yo estaré ahí para despedirlos.
Me gustaría pasar las vacaciones con ellos, pero no es posible, el torneo nacional comienza el lunes, y ellos deben llegar antes para reconocer el campo y entrenar. Ahora son los representantes del estado, y estoy segura de que les irá muy bien.
Cuando estoy lista salgo de mi habitación, la casa está vacía, tomo un yogurt del refrigerador y espero a que mi mejor amigo pase por mí. Veo que el auto de Daniel se estaciona enfrente del portón y Alex baja de él. Salgo de la casa y corro hacia la entrada, tecleo la contraseña para salir y vuelvo a cerrar.
—Creí que iríamos en tu motocicleta — le digo abrazándolo.
—Si, yo igual estoy feliz de verte — me saluda.
—Tenemos que ir al aeropuerto — grita Dani sonando el claxon.
Alex abre la puerta trasera para que ingrese. Saludo a Ángel y a Daniel, y nos vamos hacia el aeropuerto. Cuando llegamos los chicos bajan las maletas mientras yo busco a su equipo entre la multitud de viajeros. A lo lejos veo a una chica de rizos negros agitar la mano muy emocionada.
—Encontre a Karely — anuncio.
Nos acercamos hacia donde ella está. Los chicos se acercan al entrenador para recibir las indicaciones del viaje, busco a cierta persona entre los jugadores, sin embargo no lo localizo, ni a él, ni a su familia.
—Alex, ¿ves a Ryan? — pregunto disimuladamente.
Él sonríe.
—No va a venir — contesta mi amigo.
—¡Ja! Sabía que hablabas con él. Espera, ¿cómo que no va a venir?
—Se enfermó antier, sigue con calentura y sus papás no lo dejarán ir al torneo — me explica.
—Se va a perder el torneo, que cruel.
—Deberías ir a visitarlo — sugiere.
—Claro que no... ¿Esponja enloqueciste? No voy a hacer eso, él no quiere que lo hable, nuestra relación no es buena...
—Y yo espero que sean buenos amigos para cuando regrese — me interrumpe Daniel.
—Cris, Ryan te ama pero no quiere aceptarlo — dice Ángel.
—Sí, claro — digo intentando no sonrojarme.
—Na, pero en serio, debes intentar mejorar las cosas con él — sugiere Chase.
Recuerdo sus palabras, no debiste entrar de esa manera en mi vida. Realmente fueron mis palabras en sus labios, pero me pregunto, ¿cuál es la manera correcta de entrar en su vida? ¿Acaso debo visitarlo ahora que está enfermo? ¿Una simple compañera de escuela lo haría?
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Anónimos ||Pausada||
Novela JuvenilLa vida siempre da giros inesperados, y tal vez eso es lo que la hace divertida, la curiosidad de saber que te depara el destino. Sin embargo, la sorpresa no siempre es grata. Las vacaciones navideñas son una época para compartir con la familia y lo...