Capítulo 10

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Ambos habían entrado en una especie de colapso del que ninguno se atrevía a salir. (__) sintió cómo su cuerpo ardía y reaccionó bajo los efectos del momento: desplazó sus manos hacia el fuerte cuello del mayor mientras su propia mirada seguía el camino que recorría. Sintió perfectamente cómo Chanyeol tragaba saliva en el momento que volvió a entrar en contacto visual con él.

—Hazlo— ordenó él en un ronco susurro. —Aprietalo— añadió del mismo modo.

Por un momento, (__) sentía repugnancia de sí misma. Estaba sintiendo atracción por el hombre que asesinó a su madre y la metió en tal marrón, sin embargo, ahora tenía la oportunidad de devolverle el hecho. Ella apretó lentamente el cuello de Chanyeol mientras ambos aún se miraban, y él, pese las acciones ajenas, inició una pícara y lenta sonrisa, cosa que desorientó a (__).

Aún así, ella presionaba aún más, cada vez ejercía más fuerza. Chanyeol dejó de sonreír y entre-abrió sus labios con el fin de conseguir más oxígeno. (__) podía acabar con todo en ese momento, podía quitarle la media máscara que ocultaba su identidad y verle la cara de una vez..., pero por alguna razón no lo hizo.

Dejó rápidamente en libertad su cuello y le dio un buen golpe en una de sus mejillas, provocando que girase su rostro a un lado. (__) no lo dejó así por mucho tiempo, en cuestión de segundos le sujetó el rostro y volvió a mirarlo. Entonces, fue cuando Chanyeol reaccionó y acortó la distancia con un profundo e intenso beso, pero en cuestión de segundos él mismo lo interrumpió, se apartó bruscamente de ella y se levantó después de haberla empujado suavemente hacia un lado; ella cayó al suelo, afortunadamente el sillón no era especialmente alto.

Chanyeol caminó hacia la entrada de aquella habitación, estaba absolutamente confundido y su cuerpo estaba agitado. Frente a él estaban los interruptores de la luz, los miró y posicionó sus dedos sobre estos pensando en si debería de apagar la luz..., y así fue. Chanyeol presionó el interruptor y las tenues luces terminaron su único trabajo. Él se llevó la mano hacia la media máscara y se la quitó al igual que el cambiador. Era algo que no estaba en los planes, lo razonaba mientras volvía a caminar hacia donde suponía que estaba (__).

Ella, aún más confusa que él, tan sólo se levantó del suelo hasta que sintió las cálidas manos del mayor rodear su cintura para atraer la hacia su cuerpo. Así fue como él la abrazo durante unos segundos.

"¿Por qué me siento así?"
"¿Esto está bien?"

Chanyeol la guió hacia el sillón tantra nuevamente, tomando la posición anterior y sintiendo cómo la adrenalina se apoderaba aún más al tener su identidad prácticamente en peligro. Ella aún no lo sabía, no lo había visto.

El alto se deshizo del sujetador ajeno y lo dejó caer. Enseguida se acercó hacia uno de sus pechos y subcionó el pezón, además de juguetear un poco con la punta de su lengua; él sentía que le estaba dando el placer adecuado pues (__) sostenía con delicadeza la parte trasera de su cabello. Chanyeol repitió el proceso con el otro pecho durante un tiempo hasta que volvió a descansar la espalda en el sillón.

Por alguna razón se sentía débil..., por alguna razón no podía continuar. Dejó caer sus brazos a los laterales y suspiró mientras (__) tocaba su pecho. Luego ascendió con lentitud por el cuello, donde se detuvo por un segundo, pero aún así continuó hasta posicionar las manos en sus mejillas; ahí fue cuando se dio cuenta de que no tenía nada que cubría su rostro. Sus pulsaciones se aceleraron todavía más, estaba nerviosa. (__) acarició con suavidad y con los dedos pulgares las mejillas de Chanyeol durante unos segundos, cosa que provocó una rápida reacción en él.

Chanyeol sujetó las manos ajenas ejerciendo un poco de fuerza, sorprendiéndola un poco. —Vete— susurró rápidamente evitando usar más su voz antes de apartar las manos de la chica.

Sin embargo, ella no se movió. La situación era realmente extraña. Chanyeol se levantó repentinamente y la obligó a levantarse, cogió su mano y la guió en silencio hacia el interruptor de la luz. Chanyeol se posicionó tras ella y encendió la luz; una situación totalmente peligrosa. Ocultándole la visión con la mano, el alto camino hacia una pequeña mesita de café donde había un revólver, lo cogió y preparó. Mientras apuntaba la sien ajena, la guió hacia su ropa, obligándola a vestirse en silencio.

Pasaron un par de horas, (__) había llegado a su casa, pero Chanyeol seguía en Whorehouse Hēi Méiguī, semidesnudo y sentado en el sillón tantra con el revólver entre sus manos, pensando en por qué había actuado de tal forma. Por otro lado, (__) se encontraba en las mismas circunstancias, miraba sus manos intentando recordar el tacto de su piel pero sobre todo, el de su rostro; aunque tan solo fueron unos segundos, juró serle, de alguna manera, familiar..., al igual que su voz.

A pesar de todo, la frustración de no haber acabo con él la consumía cada vez con más ansias.

¦

A medida que aquello ocurría, Kyungsoo también vivía nuevas experiencias. No sabía qué hora era con exactitud, después de haber hablado con Jongin, esperó varias horas hasta que de nuevo éste mismo volvió a aparecer. En esta ocasión lucía más profesional, tanto su vestuario como su actitud; una camiseta de cuello y mangas largas ajustada, un pantalón sujeto por los tobillos, zapatos fuertes y duros y un medio chaleco con bolsillos..., todo en tonalidades oscuras. Se acercó a Kyungsoo sigilosamente y lo desató después de haber asegurado que no podía hablar. Ejerciendo bastante fuerza para arrastrar a Kyungsoo, ambos salieron de aquella sala y luego al exterior del edificio donde les esperaba aún coche sin chófer.

No fue tarea fácil, casi fue descubierto varias veces, pero nada que no pudiera hacer. Jongin obligó a la fuerza a meter a Kyungsoo en el coche después de haber vuelto a atar sus manos, esta vez con unas resistentes esposas. Rápidamente se apresuró y condució hacia una zona bastante lejana y aparentemente deshabitada donde estacionó el vehículo. Era más de medianoche.

Jongin suspiró y lo miró. Kyungsoo realmente estaba confundido, pero aún así no iba a dejarse llevar por nada ni nadie, estaba alerta ante cualquier cosa.

— De ahora en adelante lo haremos a mi manera— dijo Jongin. —Serás obediente con cada cosa que te diga, ¿has oído? — añadió.

Sin embargo, Kyungsoo mantuvo la fría mirada hacia adelante, con las manos frente su cuerpo, atadas, y con un pañuelo sujeto en su boca. Ni un mísero sonido salió de su boca. Jongin suspiró frustrado y decidió bajar el pañuelo de su boca, dejándolo caer por su cuello, y luego, devió la mirada hacia otro lado. Kyungsoo era inteligente, en el momento que el ajeno no estaba pendiente a él, miró sigilosamente hacia atrás, acto seguido buscó el reclinador de su asiento y lo echó hacia atrás. Jongin se percató pero fue demasiado tarde.

Kyungsoo se situó rápidamente detrás del asiento del alto y llevó sus brazos hacia adelante para intentar dejarlo poca movilidad, además de apretarle el cuello hacia atrás.

— Habla o juro que te dejaré sin respirar— amenazó Kyungsoo sintiendo cómo Jongin situaba las manos sobre las suyas. —No me toques— gruñó enfurecido ejerciendo más presión.

RUN  | Chanyeol y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora