Capítulo 1

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Y ahí estaba él, mirándola fijamente después de haber cometido el crimen. Estaba satisfecho, todo había salido tal y como había previsto. Es más, disfrutó del llanto de la segunda persona que dejaría con vida aquella noche. 

45 MINUTOS ANTES

-Mamá, eres muy pesada, tengo la edad suficiente como para saber los peligros de la noche, así que hazme el favor de dejarme ir sola- defendió (__).

-Puedes decir misa, un no es un no- respondió su madre mientras se preparaba para irse. -Mientras estoy trabajando no quiero que mi hija esté por ahí, si te ocurriese algo no podría ir a buscarte-

-¿Por qué siempre tienes que trabajar por la noche?

-Es mi jornada, no puedo cambiar eso, ya lo sabes, no seas más cabezota.

-Antes no era tu jornada, ¡el otro día llegaste a las cinco de la madrugada!- comenzó a alterarse un poco.

-Deja el tema de una vez, (__).

-Ni siquiera me dejas ir a tu trabajo- murmuró. -Has cambiado tanto desde que papá murió que a veces me das asco... ¿cuánto tiempo estamos juntas? ¡Ni siquiera 5 horas seguidas!-

Su madre frunció el ceño, sabía que su hija tenía razón pero no quería aceptarlo. -Mira...- dijo mientras se frotaba la frente, pensando que quizás se arrepentiría de lo que iba a decir. -Sólo esta noche... sólo te dejo ir a mi trabajo esta noche, pero ninguna más- 

(__) se tragó su propia sonrisa victoriosa y asintió. -Estaré lista en cinco minutos, no te haré esperar- realmente estaba desesperada por salir en la noche pues nunca lo había vuelto a hacer desde que era pequeña.

Después de mantener aquella disputa, ambas marcharon hacia el lugar de oficio de su madre. Quedaba algo lejos de su hogar y por eso mismo se desplazaban en coche. (__) sonreía en todo momento, estaba feliz por estar viendo de nuevo el paisaje nocturno que siempre deseaba. Después de unos minutos llegaron al destino, las dos bajaron del vehículo una vez estaba estacionado, pero antes de llegar a entrar al edificio, su madre paró frente a ella.

-No quiero que abras la boca en ningún momento, ¿me has oído? 

-Sé que soy estúpida a veces, pero sé comportarme en lugares como este- se encogió de hombros.

Su madre suspiró por lo que acababa de oír -Y ni te se ocurra separarte de mi- la amenazó antes de entrar al edificio.

Una vez dentro, (__) miraba los alrededores algo confusa. Todos vestían de colores oscuros e iban de un lado a otro con expresiones serenas, además, siempre saludaban a su madre con mucho respeto. Ignoró aquello cuando ambas tomaron el ascensor... aún no se había atrevido a decir ni una sola palabra. En poco tiempo el ascensor terminó su único trabajo y bajaron de éste para después caminar hacia una oficina, la de su madre.

-No sabía que...

A (__) no le dio tiempo a terminar lo que tenía pensado decir. Su madre entró en la oficina primero y ella detrás, por lo tanto, era la encargada de cerrar la puerta. Justo cuando la puerta se cerró, (__) sintió cómo alguien sujetaba su brazo ejerciendo mucha fuerza y jalaba de ella hacia atrás hasta chocar con el pecho de aquella persona. Acto seguido el brazo del desconocido se extendió apoyándose sobre su hombro, estaba sujetando un arma de fuego que apuntaba a su madre, mientras que la mano restante amenazaba la propia vida de (__) pues empuñaba un arma blanca cerca de su cuello. Su madre no se había dado cuenta, todo transcurrió en un absoluto silencio, pero lo que le alertó fue el silencio de su hija. Al girarse, vio la grandiosa escena. 

Su madre intentó acercarse pero se paró en seco cuando amenazó físicamente a su hija. -¿Quién es esta preciosa nena?- 

-Es mi hija, y te juro que como le hagas algo...

Él la calló antes de que terminase. -Desconocía que una hija de la gran puta como tú podría traer vida a este asqueroso mundo, seguro que se te acabaron los preservativos aquella noche y estabas tan desesperada por tener sexo que te importó una puta mierda los inconvenientes- hizo una pausa. -Estoy completamente seguro de la ignorancia de tu hija sobre este asunto, al igual que su padre- 

(__) estaba asustada, confusa y bastante tensa, cosa que se vio reflejada en su rostro y eso sólo lo podía ver su madre. 

-Di y haz lo que quieras conmigo... pero no le hagas daño a (__)- suplicó su madre.

-Oh... vaya...- él aproximó su rostro al de (__) con la intención de hablarle en voz baja, casi en un susurro. -¿Así de buena es tu madre en casa? Deberías de haberla visto trabajando más veces- 

-Aléjate de ella- amenazó. 

Él volvió a centrar la mirada en la figura materna. -Es una verdadera lástima, nunca pensé que este momento sería tan conmovedor. Debiste de haber pasado más tiempo con ella y dejar este sucio oficio cuando tuviste la oportunidad... pero no, tú querías más, ¿verdad? Eres una zorra avariciosa, joder- 

-Espero que mueras de la peor manera y te pudras en el infierno- dijo su madre con mucha ira contenida ante la impotencia.

-Eso es lo que me espera, pero no iré antes que tu.

Después de decir aquello, la figura masculina disparó a su madre, provocando al instante que ésta se desplomase. A su vez, dejó en libertad a la hija, la cual acudió rápidamente a su madre. Estaba asustada y lloraba desconsoladamente.

-¡Mamá!- repitió varias veces de forma nerviosa.

-(__)- hizo un pausa- Vete lejos de aquí- dijo con dificultad. -Nu...nunca p...pares de co...rrer- fue lo último que dijo antes de que su corazón dejase de latir, antes de que su pupila se dilatase y antes de dar su último suspiro.

Y ahí estaba él, mirándola fijamente después de haber cometido el crimen. Estaba satisfecho, todo había salido tal y como había previsto. Es más, disfrutó del llanto de la segunda persona que dejaría con vida aquella noche. 

RUN  | Chanyeol y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora