Capítulo 13

712 66 12
                                    

Aquellos ojos y aquella mirada, tan profunda, inteligente y retorcida, la inundaron en un mar de pensamientos caóticos.

“Por cierto, ¿cuál es el nombre de mi salvador?”
“Park Chanyeol, señorita”

“¿Quién es esta preciosa nena?”
“Estoy completamente seguro de la ignorancia de tu hija sobre este asunto, al igual que su padre”

“¡Mamá!”

“Esto es tan fácil contigo..., es sorprendente. Tu madre siempre complicaba las cosas”

“¿Chanyeol?”
“¡Me cago en la puta! ¡Joder! ¡¡Él es...”

“Te llevaré al infierno”
“¿Qué ocurre, (__)? ¿Te gusta? Dímelo, quiero oírlo”

“Quemalo, fuego”
“Ese libro era de mi padre”

“(__)..., vete lejos de aquí..., nu...nunca p...pares de co...rrer”


—Buenos días.

Su grave y ronca voz mañanera la sacó de aquellos duros pensamientos. Por un instante no supo cómo actuar, tenía ante ella a la persona que acabó con la vida de su madre, y que además era quién estaba arruinando el negocio. Y no sólo eso, además había mantenido relaciones sexual es con él.., y lo había disfrutado.

—Buenos días— respondió sintiéndose absolutamente rendida.

—Tienes mala cara, ¿has dormido mal?— mostró su aparente preocupación.

—De repente, siento que quiero llorar— dijo casi con la voz rota.

Aquello captó la atención del alto y, sin previo aviso rodeó el cuerpo ajeno, aún desnudo, con sus brazos. Estaba abrazándola cálidamente. —No sé por qué te sientes así, y tampoco quiero saberlo..., pero aún así, no retengas el llanto— dijo confiado.

Sus palabras fueron como cuchillos clavados en la espalda. Quería desaparecer. Rompió la barrera y comenzó a llorar en silencio, tenía miedo de sentirse atraída por él, tenía miedo a defraudar a su difunta madre, tenía miedo de perder a su único amigo, Kyungsoo..., realmente, tenía miedo de todo.

—He perdido todo— confesó a su enemigo, quien bien sabía sus problemas. —No tengo a nadie en quien confiar— continuó. —Ahora sólo... — hizo una breve pausa por lo que diría a continuación, incluso le costaba reconocerlo y pronunciarlo. —... te tengo a ti—

Chanyeol, quien miraba al frente teniendo a la chica oculta sobre su pecho, sintió una gran pesadumbre en el corazón. —Tranquila, todo lo malo pasará pronto— mencionó en un intento de consuelo hasta que el móvil sonó inesperadamente.

—Cógelo— ordenó ella dándose la vuelta en la cama. Sin embargo, Chanyeol pasó por alto su comentario y acabó abrazándola por la espalda. —¿Qué haces? Contesta a la llamada— murmuró reteniendo las lágrimas al borde del abismo de sus ojos.

—Eso ahora no tiene importancia— contestó en su defensa. —Puedes quedarte el tiempo que sea necesario, (__)— añadió. —¿Quieres darte un baño mientras preparo el desayuno?—

Ella negó. —Voy a marcharme ahora—

—Vamos, no seas más cabeza dura, ya sabes dónde está el baño— le dejó un pequeño beso sobre su cabeza antes de levantarse de la cama y vestirse.

(__) sentía tantas cosas que ni siquiera tenía fuerzas para levantarse y afrontar lo que estaba sucediendo. Quería quitarle la vida e irse muy pero que muy lejos..., allí donde nadie supiera de su pasado para poder rehacer una vida decente. Finalmente con fuerza de voluntad, se levantó y fue a ducharse, y ahí fue cuando sintió que sus manos temblaban ante la impotencia. Siempre se dice que en los baños la mente se desarrolla al alcanzar un punto de relajación y meditación..., y éste mismo hecho le ocurrió a la joven.

En el momento que dedució con pruebas la identidad de Chanyeol, tuvo la necesidad de acabar con él de inmediato, no obstante, (__) decidió sacarle provecho a la situación. Le daría de su misma medicina. Por otro lado, mientras ella tomaba el baño, Chanyeol casi había terminado un típico desayuno rápido; tostadas y cacao como bebida. Sin embargo, en esta ocasión él llamó a quien antes lo había hecho, era Sehun.

—¿Qué coño pasa? Estoy hasta la polla de advertir que no quiero que nadie me llame durante el día. Os juro que la próxima vez todos y cada uno de vosotros vais a tener una bala entre ceja y ceja— amenazó como de costumbre, pero en esta ocasión en voz baja para evitar que (__) oyese algo.

—¡Maldita sea Chanyeol! ¡Maldita sea!— repitió Sehun al otro lado de la línea.

—Habla de una vez, cojones, ¿qué problema hay?

—Kyungsoo..., ha desaparecido— dijo con algo de temor ante la reacción contraria. —Señor, no sólo eso, sospecho de alguien— añadió.

–¿¡Qué!?— gritó con la voz más baja que pudo. —¿¡Qué coño estáis haciendo!? ¡Sólo es una persona! ¡Quiero explicaciones inmediatamente!— agregó del mismo modo.

—Señor, el rehén estaba en una de las habitaciones más vigiladas que tenemos, además de ser la más segura y resistente. Por lo que su desaparición no ha podido ser por sus propios métodos puesto que incluso estaba atado.

(__) terminó y salió del baño. Su intención era dirigirse hacia la cocina, pero se detuvo detrás de la pared al darse cuenta de que mantenía una conversación por teléfono.

—¿Estás diciéndome que hay un puto traidor entre nosotros?

—Sí— confirmó Sehun rápidamente. —Las cámaras de seguridad han sido modificadas, se creó un bucle a medianoche y no grabó absolutamente nada de lo ocurrido—

—Me cago en la puta— murmuró ya habiendo terminado el desayuno.

—Ha sido Jongin— acusó directamente.

Chanyeol frunció el ceño con velocidad. —¿Acaso tienes pruebas en su contra?— preguntó no muy convencido. —Vuestra relación no ha sido especialmente muy estable desde aquel accidente, piénsalo bien antes de acusar a alguien— añadió.

—Señor, esta acusación no tiene nada que ver con la muerte de Han. Jongin no estuvo presente durante la noche y aún no ha vuelto, ¿acaso no es algo sospechoso?

—No quiero oír nada más por ahora.

Chanyeol colgó la llamada y dejó el móvil sobre la encimera de malas ganas, apoyó las manos sobre el mueble y cabizbajo suspiró profundamente. En ese momento, (__) retrocedió y volvió a caminar para no ser tan descarada.

—Lamento lo de antes— dijo ella entrando en la cocina.

Chanyeol cambió radicalmente su expresión. —No es necesario que te disculpes—

Ambos tomaron asiento y terminaron el desayuno en unos minutos. (__) cogió sus pertenencias y antes de marcharse se dirigió a Chanyeol.

—No mentí ni exageré cuando dije aquello..., que sólo te tengo a ti— repitió la chica, ahora muy segura y con ideas en mente. Recibiendo así una sonrisa por parte del alto. —Gracias por todo, Chanyeol..., gracias— susurró su último falso y doloroso agradecimiento mientras lo abrazaba cálidamente.

Chanyeol sintió cómo las manos de la joven lo sujetaba con fuerza, algo que realmente nunca había sentido antes. Su padre fue un gran empresario y hábil en negocios negros, por lo que nunca llegó a estar mucho tiempo con su hijo, además, estuvo a falta de la figura materna desde que tenía conciencia. Su padre siempre decía que falleció en el parto, pero él nunca llegó a creerlo del todo.

El ser tan malicioso, cruel e insensible que era, desapareció por unos segundos. Y ante ello, la sed de culpabilidad, pesadumbre y malestar invadió su cuerpo y mente.

RUN  | Chanyeol y tu | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora