Capítulo 25: Ni contigo, ni sin ti.

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-Cris-

Me desperté antes de que sonara el móvil y le quité la alarma.

Había dormido muy mal esa noche, con mucho calor y bastante pesadillas, pero, ahora mismo, no recordaba de qué iban estas.

Tenía sed, así que me encaminé a la cocina.

Aún quedaba algún rato antes de que Sigrid despertara y debiéramos prepararnos para irnos.

Entré en la cocina, abrí la nevera y busqué algo que beber.

Estaba en ello cuando oí algo a mi espalda, me giré y vi en la puerta a Carlos, tan campante.

Grité y me intenté tapar con la puerta de la nevera puesto que, debido al calor y el agobio procedente de las pesadillas, había dormido en ropa interior.

Él se rió.

-¡¿Qué haces aquí?!-pregunté.

-Estoy aquí.

-¡¿No jodas?! ¡¿Y cómo has entrado?! ¡¿Qué quieres?!

Volvió a reírse.

-Carmen me abrió, vine a sacar a Choco.

-¿Qué esa te abrió?

-Sí, no quería despertaros.

-Qué considerado de tu parte.

-¿Por qué te escondes? Si ya te he visto en bañador.

-¡No quiero que me veas, no es igual!

-Cierto, el bañador no era de Hello Kitty...

Me enfadé tanto que cogí de la nevera lo primero que pillé (un bote de ketchup) y se lo tiré.

Riéndose, lo esquivó y se fue, huyendo.

-Maldito sea, yo lo mato... A ella y a la vieja cotilla esa...

Volví a mi habitación (Carlos estaba en el salón con el perro), me vestí y salí al mismo momento que Sigrid.

-¿Qué hace él aquí?-preguntó, mirándole.

-Ser un imbécil, pero eso lo hace en todos los lados.

-¡Eh, yo sólo quería sacar al perro!-dijo.

-¿A estas horas?-dijo mi amiga, un tanto incrédula.

-Pues sí, es que tenía que madrugar y así aprovecho.

Lo dejamos estar.

-Me voy a vestir-dijo mi amiga, y se fue.

-¿Quieres desayunar algo?-le pregunté a Carlos.

Puede que quisiera matarlo, pero no iba a hacerlo con el estómago vacío.

-Vale.

Nos pusimos a hablar en la cocina mientras desayunábamos y salió el tema de Sara, la prima de Sigrid.

A él le había caído bastante bien y hablaba bien de ella.

Sigrid apareció en la cocina y nos miró raro, como si se sorprendiera de vernos hablando en lugar de estar matándonos o, incluso, besándonos.

-Cris, nos vamos.

-¿No desayunas?

-Mm, no, no me apetece.

-Eso debe ser cosa de David...-dijo Carlos, por lo que Sigrid le metió una colleja.

Hacía tiempo que Carlos no se llevaba algún golpe, ya iba siendo hora.

Endless Road (Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora