-Sigrid-
Era martes por la mañana y yo había dormido lo suficiente para seguir teniendo cara de zombie.
Cris ya se había levantado, antes que yo, y eso era raro en ella.
Si se despertaba antes que yo significaba dos cosas:
1. Qué estaba preocupada por algo.
2. Qué al estar preocupada por ese algo ella no pudo dormir.
Y eso me preocupaba a mi.
Si no fuese tan complicada, descubriría en un momento lo que le ocurría, pero no tenía esa capacidad. (Por desgracia)
Preparé la mochila y cogí mi estuche de One Direction (¡Me gustan! A Cris, Justin y a mi, One Direction).
Fui a la cocina y ahí estaba Cris. Con una taza de Cola Cao mirando a un punto fijo.
-Cris, ¿de verdad que no te pasa nada?
Ella se sobresaltó y me miró.
-Si, si, de verdad.
Yo me encogí de hombros. Si esta niña te dice que si, no hay que intentar sacarle nada, aunque sepas que es mentira.
Me puse el Cola Cao y cogí un vaso de zumo.
Me lo tomé y, cuando Cris se lo terminó, nos encaminamos a la puerta.
-¡Espera!
Yo la miré. Siempre se olvidaba algo.
Al momento vino con un sombrero en la cabeza.
-Ya podemos ir.
Abrí la puerta y nos aseguramos varias veces de que las dos teníamos todo.
Nos fuimos a la universidad y justo a la hora, cuando sonaba el timbre.
Cada una nos fuimos corriendo a nuestra clase, pero yo aún seguía pensando en lo que le pasaba a Cris.
Me senté al lado de Ashley.
Le tenía un asco inmenso a esa chica. Era de las de “Mira que guapa soy y que tipo tengo” y odiaba ese tipo de chicas. Esa es una de las muchas cosas que Cris y yo teníamos en común. (Y mira que hay muchas...)
-¿No viene el profesor?-dije.
-¿Ves que aquí esta el profesor?-me dijo Ashley.-Pues entonces no ha venido todavía.
-Tranquila, rubia, eh.
-¡QUÉ NO ME LLAMES RUBIA!
-Vale, Ash, vale.
Ella me taladró con la mirada.
No le gustaba nada que yo la llamase así.
Entonces, justo cuando me iba a pegar otro gritó, vino un profesor de guardia para darnos una noticia fatal.
-El profesor ha tenido un accidente de tráfico y esta en el hospital. Le están operando de una pequeña fractura, que, aunque sea pequeña, es muy grave, y estará en el hospital el resto del curso. Mientras tanto, el profesor que lo sustituya será el profesor Malaspulgas.
Entró por la puerta un hombre que parecía un armario empotrado, como el que me comentó Cris que se encontraron ella y Carlos en el ascensor del hotel.
-Adiós chicos.-se despidió el otro profesor.
Armario Empotrado, digo, el señor Malaspulgas, dio un golpe en la mesa.