Una Sorpresa Pelirroja

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Llevaba toda la tarde en casa, había discutido con mi madre por haber sido "expulsada" el primer día, nada más llegar.

Me había encerrado en mi cuarto a ver videos y escuchar música, no tenía otra cosa mejor que hacer.

Para colmo, llevaba toda la tarde pensando en aquel chico pelirrojo. Aquello me estresaba, lo había conocido esa misma mañana ¿Por qué no podía parar de pensar en el?

Ya era la hora de la cena, me las había apañado para comer el almuerzo en mi cuarto, pero sabía que hacerlo de nuevo para la cena iba a ser más difícil.
De verdad no quería conocer el nuevo noviecito de mi madre, ni quería saber nada de ella.

Alguien llamó a la puerta y entró, era mi madre.
-Laineria en serio, tenemos que hablar, baja a cenar.
Y se marchó

Suspiré, realmente nada estaba yendo bien, y tenía el presentimiento de que algo peor iba a pasar.

Baje las escaleras para dirijirme al comedor, y apenas llegaba pude distinguir la figura de mi madre, y dos personas más. Por un segundo me quedé helada. ¿Dos personas?

Y entonces fue cuando lo vi, no podía creer a mis ojos pero realmente allí estaba. El chico pelirrojo.

Nuestros ojos de sorpresa se encontraron, y allí nos quedamos, palidecidos mirándonos el uno al otro.

-¿Os conoceis? - pregunto mi madre

-Si- dije yo a la vez que el dijo -No-

Me echo una mirada asesina. Yo solo quería salir corriendo de allí.

-¿Que esta pasando mamá? ¿Quién diablos son?-

-Laineria llevo intentando explicarte esto varios días, pero siempre desapareces. El es Williams, el director de tu escuela y mi nueva pareja. Y el es Castiel, su hijo-

Castiel se levantó de pronto de la mesa -Perdonadme un segundo, debo ir al baño- y como si fuese una costumbre, me agarró del brazo y me saco de allí. Me empujó hacia el baño y nos encerró allí.

-Mira, yo tampoco sabía nada de esto, se que me odias y que eres una malhumorada deslenguada, pero por favor, mantén la compostura y actúa como si nada de lo que pasó esta mañana haya ocurrido, y por favor, ni se te ocurra decir que no te llegue a expulsar y que solo te mande a casa-

Mi cabeza daba vueltas mientras Castiel me decía todo eso acorralandome contra la pared y me sujetaba por los hombros. Nunca había tenido a un chico tan cerca, y menos en un espacio cerrado.

Enmudeci, y simplemente me quedé mirándolo, congelada en el sitio.

Castiel reaccionó, sonrojado - perdona, es solo que me puedo meter en un buen lío y ahora volvamos antes de que todo empeore-

Se dio la vuelta y salió del baño. Lo seguí, llegamos al comedor en silencio y nos sentamos a comer.

-¿Entonces que hiciste para que Castiel te expulsara, el primer día, a primera hora?- Me pregunto el padre de Castiel

En aquel momento sentí que iba a morir.

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