Generación Élite ✓

CAPÍTULO 29

|Capítulo 29| Amistad Y Familia

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—Nadie la ayudó, nadie informó, nadie previó la situación: no estaban protegiéndola. La familia la ha abandonado. —Daniela Desmond sonrió, mirando a su inesperado aliado —La información que me brindaste ha sido muy valiosa y efectiva, Curador —le agradeció, observando sigilosamente su expresión. Todavía no creía prudente confiar del todo en él.

—Has llegado muy lejos —afirmó con seriedad —. Pudo morir...

—No murió —lo interrumpió con disgusto —. Sigue viva. —Recuperó su postura elegante y tranquila, levantando la taza de té humeante, acercándola a sus labios —Reconozco que me habría encantado que sucediera —bebió un pequeño sorbo del líquido caliente —; pero me temo que todavía no es el momento —devolvió la taza a la mesa —. Mi objetivo era comprobar la veracidad de tu información; ahora que sé que no me has engañado, —Se puso de pie, el Curador se paró un segundo después —, estoy realmente feliz de que te unas a mí. —Daniela extendió la mano hacia el hombre que hace una semana la contactó, llegó por sí mismo a ella, con el único propósito de traicionar a la familia Reinhardt Malhore.

Él aceptó su mano, estrechándola con una maliciosa sonrisa que ambos compartieron. Se había acabado de formar una dupla peligrosa e inesperada. Una pareja con ambiciosos planes, envidia, maldad y odio. Nada bueno podría salir de una alianza formada a costa de la traición y mentiras.

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—¡¿Por qué nadie la estaba protegiendo?! —le gritó Axel a su madre —. ¡Te atreves a poner en peligro a mi hermana!

—Soy tu madre, no te voy a permi...

—¡No tienes poder sobre un Reinhardt! No tienes el derecho de quitarle la seguridad que le pertenece a Acri como única nieta de Dillon Reinhardt. —Axel le hablaba con insolencia, con autoridad. El poder en su voz era digno de un heredero que estaba a solo dos años de oficialmente ocupar su lugar en el grupo de los futuros lideres del mundo.

Para su madre tal realidad ya le había tocado conocer esa noche, en el segundo que contestó la llamada de su hijo. No creía posible que su propio hijo fuese capaz de hablarle y menospreciarla como lo estaba haciendo en ese instante, no se sintió bien escucharlo muy por encima de ella, no le gustó sentirse tan inferior.

—¿Tu plan es dañarla? —La pregunta paralizó a su madre y Axel oyó el silencio —No te lo permitiré. Sabes de lo que puedo llegar a hacer, madre. Si debo irme contra ti por mi hermana, lo haré. No lo vuelvas a olvidar.

La llamada finalizó.

Así había sucedido todo, fue por causa de su propia madre que alguien había logrado llegar a Acri y atacarla. Todo importante e irremplazable heredero tenía protección, cada miembro de la familia Reinhardt contaba con su propio equipo de seguridad, para eso se había fundado la empresa "XardT" que entrenaba y reclutaba a los exmilitares, profesionales de las artes marciales, campeones en categorías de defensa y ataque. Lo que más se valoraba en la familia, era la protección, la seguridad que a cada miembro le pertenecía por obligación desde el día en que nació.

—Sola, todo este tiempo estuvo sola. —Axel no creía lo que su madre había hecho —. ¿Mi padre se lo permitió? —miró a sus primos. Necesitaba respuestas, una explicación del por qué le habían quitado su equipo de protección a Acri. —¿Desde cuando? —No tenía la menara de saber por cuánto tiempo ella estuvo al alcance de todo peligro.

Los gemelos estaban igual de confundidos, igual de indignados e igual de ofendidos.

—Hablaré con el abuelo. Debe saber lo que han hecho tus padres en contra de Acri. —Christian estaba decidido a todo.