RAMÉ (Wooseok/Seungwoo)

Saudade: Al final del viaje. [FINAL Pt.2]

—Wooseok... ¿estás seguro de esto?

—Shhh... tu cuida la puerta.

Yohan con una expresión complicada accedió, anteriormente Wooseok lo había arrastrado al cuarto de baño después de insinuar al guardia que ambos jóvenes estarían realizando actos indecentes y que sería mejor que se alejara.

El guardia dudó un poco pero viendo a Kim Yohan tan avergonzado que incluso su cuello se volvió rojo, decidió que no se trataba de una broma y se alejó. Aún así, podría irrumpir en cualquier momento.

Wooseok dejó a Yohan en la entrada y fue a la regadera donde cerró la puerta corrediza de cristal.

Estaba sudando un poco mientras marcaba con dificultad el único contacto en aquel viejo y anticuado celular.

Kim maldijo en voz baja cuando la primera llamada falló, estaba seguro de que Dohyon lo estaba haciendo a propósito, disfrutando de la impaciencia de Wooseok.

Finalmente después de tres intentos y antes de que Kim estrellara en la pared el maldito celular, la llamada se conectó.

Hubo silencio en ambos lados de la línea por unos momentos, que fue interrumpido por la risita frívola da Dohyon.

—Wooseok hyung, escuché que él murió.

Kim apretó los labios y no respondió.

—Entonces... ¿cómo fue? Me dijeron que el coche cayó de un precipicio y se incendió, ¿qué crees? ¿Crees que murió inmediatamente? ¿O crees que pasaron largos minutos en los que sufrió de terribles heridas antes de morir? ¿Podría ser que estaba vivo cuando el coche empezó a incendiarse? Ya, ¿él pudo sentir como las llamas---

—Cállate, cierra la maldita boca.

—¿Mm? Hyung, no nos hemos visto durante tanto tiempo y eres tan cruel conmigo. ¿Ni siquiera vas a preocuparte por mi? Sabes... ese Seungyoun hyung si que es malvado, la policía me está buscando por todo el lugar. Es verdad que pensé mucho sobre entregarte yo mismo a mi Padre para obtener mi libertad, pero fue solo un pensamiento, el único que lo llevó a cabo fue Seungyoun hyung, pero... él de verdad me inculpó.—Dohyon se carcajeó— ¡Increíble!

Wooseok abrió la boca con incredulidad.

Dohyon no sólo no sabía los verdaderos planes de Seungyoun desde el principio, sino que lo había malinterpretado por completo.

—Dohyon, eso no---

Wooseok se detuvo.

¿Qué estaba haciendo? ¿De qué servía decir nada a estas alturas? ¿Para qué molestarse en explicar?

Wooseok tuvo un pensamiento tan egoísta como cruel en ese momento.

"Nam Dohyon, vivamos este infierno juntos. Tu que no sabes la verdad y yo que lo sé todo, ¿cuál de los dos derramará más lágrimas de sangre por Cho Seungyoun?"

Una suave línea de sonrisa se dibujó en los labios del mayor.

Sintió como si estuviese ocultando el premio de consuelo de un niño, como si tuviese los caramelos que harían calmar al niño llorón y aún así no los entregaba porque gozaba atormentarlo y verlo llorar.

También se sintió amargo.

Tan amargo que quería vomitar.

Tan amargo que no podía sentir nada más en absoluto.

—Dohyon, ¿qué es lo que quieres?

—Hyung, ven a verme.

Wooseok lo sabía, si aceptaba encontrarse con él... no regresaría con vida.