Capítulo XVIII

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—Ellos están aquí, están en la planta baja justo ahora.

Wooseok apretó los labios. El miedo le hizo un nudo en la garganta impidiendo que pudiera respirar bien.

—No te asustes. Estoy seguro de que no vinieron por ti, solo hay una Van afuera. DG sabe que Seungwoo hyung está contigo, si supiera que están aquí, no enviaría a una unidad tan insignificante para lidiar con él. Antes, Seungyoun y Seungwoo hyung se llevaron todo en el coche, no hay rastro de que ustedes permanecieron aquí. Por eso, Wooseokie, dejaré que me atrapen. —Choi tomó una larga y temblorosa respiración— Todo lo que tienes que hacer es guardar silencio.

Kim hubiera querido decir algo de haber podido. Si Byungchan se dio cuenta de que esos tipos estaban en la casa, ¿por qué no huyó? Podría haberlo hecho, ¿entonces por qué volvió por Wooseok?

Le había dicho que lo odiaba, que había deseado que desapareciera una y otra vez. ¿Por qué se sacrificaría por alguien que odiaba tanto?

Leyendo la confusión en su rostro, Byungchan le sonrió con sinceridad y cariño, colocó sus grandes y frías manos sobre las mejillas del menor y habló con voz suave.

—Wooseokie... tengo tantos defectos, pero no soy un mentiroso. Cuando dije que te odié y maldije tu existencia, estaba diciendo la verdad. Por favor perdóname, no debí ser tan cruel. Porque Wooseokie, justo ahora no estoy viendo a la persona que me dediqué a odiar secretamente tantos años. El niño que estoy viendo frente a mi, es la luz de los ojos de la persona que amo, la persona más importante para Seungyounie, la persona que Seungwoo hyung atesora en su corazón, y sobre todo, estoy viendo a mi lindo y revoltoso Jjallangie, siendo alguien tan importante para nosotros, ¿cómo podría dejar que alguien te lastime?

Wooseok sintió que la vergüenza y el arrepentimiento podría aplastarlo. Hizo su camino entre las sábanas y colocó sus manos sobre las del mayor.

—No hagas esto. —le rogó en medio de un sollozo— Vamos a escapar juntos.

Byungchan negó con determinación, se veía tan asustado y aún así tan valiente.

—No tengo oportunidad contra ellos, lamento no ser tan fuerte para cumplir tu deseo. Ni siquiera pienses en hacer algo imprudente, no importa lo que escuches o lo que esos tipos hagan, no puedes hacer un solo ruido, si de verdad amas tanto a tu hermano, tienes que protegerlo, y solo puedes hacerlo no dejando que te atrapen.

Los pasos se escucharon a través del pasillo, las voces fueron en aumento hasta que la puerta empezó a ser forzada, Byungchan tomó su celular y lo introdujo en la cangurera de Kim. Volvió a hablar con voz temblorosa.

—Wooseokie, gracias por jugar conmigo, jamás pude tener conversaciones normales con personas similares a mi edad, o tener amigos con los que pudiera entenderme. Sé más amable con Seungyounie y no vayas a tantas fiestas porque Jinhyuk se preocupa mucho. Y por favor, definitivamente, no vayas a dejar solo a Seungwoo hyung, no dejes que vuelva a caer en la oscuridad.

—Byungchanie hyung... por favor...

—Shhh.

Choi colocó la sábana sobre la cabeza del menor y le dio un beso juguetón sobre la tela.

—Eres valioso y especial, mi Jjallangie. Cualquiera que te diga lo contrario, no conoce al verdadero Kim Wooseok.

La puerta del clóset se cerró con un sonido sordo, segundos después la puerta de la habitación fue abierta, los tipos entraron. Wooseok intentaba regular su agitada respiración y escuchar, no podría estar seguro pero habían entrado algunos tres sujetos.

—¡Bingo! ¿Disfrutaste el juego de las escondidas, Choi Byungchan?

Uno de los sujetos silbó por lo bajo.

RAMÉ (Wooseok/Seungwoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora