Alemania

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Los días se estaban poniendo raros en Pérouges... mi madre había viajado a Inglaterra por "negocios" que según ella "no tenían nada que ver con mi padre" ¿le creen? Yo tampoco.

Así que mi dulce y tierna abuelita teníamos un maratón de rápidos y furiosos en el sofá de la sala, claro Chris nos acompañaba y todos estábamos comiendo frituras y tomando una cerveza muy helada... salud.

—Oh Vin Diesel puede tener a mis bebés— reí a carcajadas por décima vez en lo que iba de la película y no había pasado ni la introducción, mi abuela era una fanática de las películas de acción y en especial de cualquiera en la cual Vin Diesel estuviera involucrado, eso claro, hasta que salía Dwayne Johnson y entonces sí la perdía por completo.

—Creí que La roca podía tener a tus bebés— dijo Chris leyendo mis pensamientos como siempre.

—Oh cariño— golpeó su hombro como yo lo hacía siempre— Dwayne es mi esposo y Vin, mi amante, así son las cosas, nunca sabrán de quién es el bebé— la carcajada de mi mejor amigo resonó por la casa y continuamos con nuestro magnífico maratón, claro hasta que me quede dormida en alguna parte de "Reto Tokio".

Cat... bebé, debo irme a casa— me movió Chris por el hombro

—Nooooo— tiré de su brazo hasta que se sentó junto a mi en el sofá.

—Déjalo ir o cásate con él, Catherine— gritó mi abuela desde algún lugar de la casa. Abrí los ojos y al parecer ya había anochecido, buen viernes.

—Adiós gatito— besó mi frente

—Bien, vete... déjame con la anciana y su calentura por los hombres de acción— refunfuñé sentándome en el sillón con rapidez y tomando mi cabeza por el dolor punzante que se esparció por ella.

—¿Todo bien?— No...

—Sí— mentí

—No me mientas Cat— ahora estaba preocupado

—Tráeme las pastillas, en mi bolsa hay un...— la verdad no sé si terminé de darle la información.

Desperté unos minutos después en el hospital, Jacob estaba mandando algún mensaje por su celular y la luz me lastimaba un poco.

—¿Qué haces aquí?— pregunté confundida, aunque era muy obvio que había relevado a Chris.

—Relevo a Chris— dijo con obviedad apuntándose a si mismo.

—¿Porqué tu?— No sabía por qué me sentía tan enojada, cosas del cerebro, yo creo.

—No había nadie más en tu larga lista de amistades, la contienda era entre Joestar y yo y gané ¡yo-ho! — celebró sarcástico su victoria.

—Gracioso— toqué mi cabeza que ya no dolía, de seguro asusté a mi abuela.

—Te desmayaste, dice el doctor que es un tipo de ataque epiléptico, pude sucederte hasta dormida y nunca nos daríamos cuenta hasta que te arranques la lengua con los dientes— habló muy rápido y apenas entendí sus explicaciones.

—Aaaja...— lo miré con duda plasmada en mi rostro.

—Estarás bien— sonrió— Chris fue por algo a su casa y dijo que volvería rápido.

—¿Hace cuánto se fue?— lo miré con burla

—No sé... ¿dos horas?— me alarme

—¡¿Dos horas?!— grité

—Tranquila Cat— se levantó de la silla en la que había estado desde que desperté— el doctor te puso un sedante, dijo que dormirías un poco— asentí aún sintiéndome desorientada.

Catherine: In between Donde viven las historias. Descúbrelo ahora