Jake+Bretaña

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De vuelta a la vida británica y estudiantil, de verdad no fue fácil concentrarme en nada esta última semana, he paseado al perrito, le he enseñado algunos trucos que no se aprende y he llorado un poco, bueno... bastante... bueno hasta en este momento estoy llorando, en el trabajo... lloro en el trabajo, fantástico; volviendo al perrito, había decidido llamarlo Hades, le quedaba, era proveniente del inframundo, ya se había comido mis zapatos favoritos.

—Cat, hay que salir— rogaba mi hermana tirada en el piso leyendo una revista

—Ya nadie en el mundo lee revistas, Gabs— la critiqué en lugar de contestar su petición

—Yo lo hago... salgamos— se excusó y siguió con lo suyo

—No quiero salir— negué

—Lloras todo el tiempo— se levanto y tomó mis brazos —Necesitas... sexo— susurró la última palabra para que Hades no la escuchara, el pequeño sólo levantó la carita por el cambio de tono de mi hermana— Eres demasiado joven para pensar en eso— lo apuntó con el dedo, reí

—No necesito nada— contesté con una sonrisa— estoy harta de salir, no me hace falta.

—Sí lo hace, aparte Gabriel siente que es un mal tercio— hizo una pausa— y lo es— susurró— cuando no vas tú.

—Debo decirte algo— dije de pronto y sonrió como loca esperando el jugoso chisme— le dije a Jake que tenía novio— rodó los ojos

—Lo bueno es que para cuando vuelvas a Francia puedes decirle que terminaron— tenía razón, pero parecía todo muy sencillo.

—Sí... es verdad— asentí

—¿Qué pasa entre tú y Jake?— preguntó y era una pregunta temida por mi.

—No pasa nada— me voltee rápidamente para que no notara la mentira en mi rostro, pero no funcionó

—Oh, Vamos Cat, soy tu hermana— rodó los ojos— ¿Qué sucede?— se sentó junto a mi en la cama.

—Nosotros...— no podía siquiera mirarla—...salíamos, hace años— asintió— y ahora que lo volvimos a hacer todo fue diferente— sonrió como el gato risón— ¿De qué te ríes?

—No puede ser que creas que las cosas van a a ser igual que cuando tenias quince— se burló— Son adultos, han pasado por muchísimas cosas— la miré como si tuviera una suma matemática interminable en la frente

—Sólo... creo que el amor no es suficiente— no dejaba de sonreír y me estaba cansando

—¿Te molesta su falta de dinero?— negué— ¿Su hija?— negué de nuevo— ¿El hecho de que sea un bombón?— la miré mal —Vamos, Cat... estás enamorada de él y siempre lo haz estado, cuando éramos pequeñas hablabas de él todo el tiempo, incluso más de que Chris— me hizo notar.

—Pero Jessica está pendiente de él todo el maldito tiempo— me quejé tirándome en la cama boca arriba.

—Y siempre ha sido así, sólo que antes no la notabas a ella tanto— apoyó sus manos a los lados de mi cabeza— dile lo que sientes— mi celular sonó— dilo de nuevo, que él elija que sucederá, y ya por el amor de Dios, ¡estén juntos!— tal vez mi hermana tenía razón.

Tomé mi celular y pude jurar que el color de mi rostro se había drenado, mis manos temblaron y mis ojos se abrieron, casi saliendo de sus órbitas.

—¿Qué sucede? — tomó mi teléfono—. Wow...— me miró aún en shock—, es algo bueno, Cat... podrás decirle lo que sientes.— negué— Cathy... —negué de nuevo como una niña pequeña

Catherine: In between Donde viven las historias. Descúbrelo ahora