Capitulo 31

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Ethan subía las escaleras con lentitud al tiempo que una inconsciente sonrisa se plasmaba en su rostro, una vez arriba no tardaría en notar a cierto pequeño vigilando la zona, obteniendo una no tan calurosa bienvenida por parte de este último; Will solamente se dedicó a observarlo con cierto odio de por medio.

—... Sólo voy al baño, ¿Okay? —mencionó el joven, mientras que el contrario sólo se dedicaba a bloquear la puerta de la habitación de su hermano.

"Que idiota", Ethan pensó mientras seguía con su camino, finalmente teniendo que ir al baño prácticamente como una obligación para seguir disimulando; quejándose internamente ante lo cerca que habría estado de lograr su cometido si solo el pequeño no se hubiese entrometido.

Por otro lado, era claro que eso no tardaría en encender las alarmas del pequeño, quien rápidamente llamaría a la puerta para hacerle saber lo que ocurría a su hermano.

—¿Thomas?, Ha-Hay algo que debo decirte —Su llamado no tardaría en ser atendido, dejando ver la mirada molesta que el mayor le dedicaba—; Ethan está aquí, acaba de subir y...

Repentinamente sus palabras fueron cortadas al ver cómo el adolescente pasaba frente a ellos, dedicándole al castaño una sonrisa de diversión. Una que sin dudas lo aterró.

Casi como si se tratara de un reflejo involuntario, el ojiazul cerró la puerta en un golpe seco; confundiendo un poco a su hermano menor; pero al ver el por qué lo había hecho rápidamente retomó su posición mientras le dedicaba una mirada con cierto odio al de cabello teñido.

Ethan sólo rodó los ojos mientras se disponía a bajar de vuelta a la sala, su molestia no podía ser más clara, pues lo último que William pudo escuchar del mayor fue su bufido de fastidio conforme se aproximaba a las escaleras.

Por otro lado, Thomas se encontraba sentado en su cama mientras abrazaba a su pequeño perro de peluche en un intento por tranquilizarse.  La respiración se le agitaba conforme sus temores aumentaban. Pensamientos impregnados con los peores terrores posibles comenzaron a crecer sin control en su mente.

Sus manos y cuerpo temblaban, los escalofríos llegaban como rayos impactando su espina dorsal; haciendo finalmente imposible sostener a Tony, por lo que  dejaría el peluche de lado antes de agachar la cabeza y cubrirla con sus manos. Buscando en sí mismo un refugio que lo mantuviera a salvo del terror que lo amenazaba.

Un quejido salió de sus labios, su corazón latía con fuerza deseando contrarrestar la asfixiante oscuridad a su alrededor. Desesperado, y ya al borde de las lágrimas, comenzó a arrojar todo lo que se encontraba sobre la cama.

Un llamado a la puerta pareció interrumpir momentáneamente la conversación entre los adultos en la sala, siendo Stuart el encargado de responder a ello, no tardando en encontrarse con la radiante sonrisa del chico pelinegro

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Un llamado a la puerta pareció interrumpir momentáneamente la conversación entre los adultos en la sala, siendo Stuart el encargado de responder a ello, no tardando en encontrarse con la radiante sonrisa del chico pelinegro.

—Oh, ¡Hola Alex! —saludó gentilmente —¿Vienes a…?

—A trabajar con Thomas, sip —respondió el contrario sin borrar su sonrisa— ... Déjenme adivinar, ¿Está arriba?

Against The World [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora