Peter dijo que sí.
No se lo esperaba pero no tardó ni tres segundos en aceptar.
La celebración fue corta porque los dos sabíamos que el tiempo no nos sobraba, pero daba igual, los dos estábamos felices y estaríamos así durante un tiempo.
Agarrados de la mano salimos de nuestra casa como si nos acabáramos de casar allí mismo.
Por desgracia nuestra burbuja de amor se vio interrumpida a mitad de camino, cuando Peter propuso que nos separáramos.
-Derek no estará contento de verme, vamos a tardar una horas en...arreglar nuestras diferencias, será mejor que vayas a ver tu familia, si aún no saben lo de Gerard será mejor que se lo digas.
Acepté a regañadientes su propuesta y nos separamos, por suerte mi casa quedaba más cerca y no tardé demasiado en llegar.
Nada más cerrar la puerta de la entrada escuché unos pasos rápidos por el piso de arriba, que pocos segundos después se convirtieron en Stiles corriendo a toda velocidad hacia mí para terminar abrazándome con fuerza.
Cerré los ojos, disfrutando del abrazo de mi hermano.
-¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? Llevas casi 24 horas desaparecida.-su tono era preocupado.
-Estoy bien, tranquilo. ¿Dónde está Scott? ¿No tendrías que estar en el instituto?
Stiles se separó y bajó la mirada.
-Nos han dado el día libre por... la muerte de Matt-dijo en voz baja.
Esta vez fui yo quien le abrazó, cuando nos separamos me empezó a contar todo lo que había pasado en la comisaría, incluyendo como Melissa había entrado de cabeza en el mundo sobrenatural. Cuando terminó yo empecé a contar lo que pasó en el río, omitiendo la parte en la que había formado parte del equipo de Gerard y que fue Peter quien me sacó.
-¿Gerard se ha hecho con el control de la kánima?-preguntó alterado.
-Ese fue su objetivo desde el principio.
-Tenemos que decírselo a Scott.
Yo asentí y le seguí hasta la puerta, cuando Stiles la abrió se tuvo que detener en seco para no chocar contra la persona que estaba a punto de llamar.
-¿Helen?-pregunté sorprendida ante su visita.
No le di tiempo a decir nada más, simplemente me lancé hacia ella. Había echado de menos tenerla cerca, habían pasado tantas cosas que a penas había tenido tiempo para hablar con ella.
-Stiles, ella es Helen.
Mi hermano la miró con desconfianza, aunque le tendió la mano por educación.
-Encantada de conocerte Stiles, he escuchado muchas cosas sobre ti-le sonrió calidamente mi amiga.
Mi hermano aún sin fiarse del todo dejó su actitud distante y actuó como una persona normal.
-¿Qué haces aquí?-pregunté a mi amiga quien tenía detrás de ella una maleta bastante grande.
-Pensé en avisarte antes, pero preferí darte una sorpresa. Me han admitido para comenzar las prácticas en el hospital de Beacon Hills.
Me alegré por un momento y la abracé, aunque segundos más tarde recordé que este pueblo estaba maldito y que había un índice de mortalidad tan alarmante que no sabía como el resto del país no se había dado cuenta y me empecé a preocupar por mi amiga, si se mudaba aquí significaba que corría peligro, pero no fui capaz de decirle nada, se la veía demasiado ilusionada.
-¿Ya tienes un lugar para vivir?-fue lo único que se me ocurrió preguntarle.
-Sí, un piso perfecto para una persona muy cerca del hospital. No quiero molestar más, he notado que llevabais prisa, mañana empiezan mis prácticas y será mejor que tenga todo listo hoy.
-¿Vienes solo por trabajo?-preguntó de repente mi hermano mirándola con los ojos entrecerrados.
Helen le sonrió nerviosa, supuse que por la amenazadora mirada de Stiles.
-Sí, Beacon Hills tiene el hospital más cercano que conozco-me miró sin entender la actitud de mi hermano, le hice un gesto indicándole que no le tomara muy en serio.-Me voy ya, te llamaré, ahora que volvemos a estar cerca tienes que contarme muchas cosa, como la razón sobre ese anillo.
Noté la mirada de mi hermano, pero decidí pasarla por alto, ya que no quería comenzar una discusión en ese momento.
Helen me abrazó como despedida, pero de un momento a otro me vi sumergida en una visión.
Volvía a estar en el lugar donde había visto a Deucalión, pero esta vez no estaba él, sólo se encontraba la mujer que daba miedo, me fijé bien en ella, quitando lo terrorífica que aparentaba ser parecía totalmente normal, o eso pensé antes de darme cuenta de que no llevaba zapatos y que tenía garras en los pies, me acerqué a ella al ver que miraba muy interesada algo. Lo que miraba fijamente era una foto de mi amiga.
Me separé rápidamente de Helen, aunque ella no se dio cuenta de mi reacción, simplemente se dirigió hacia su coche y se fue.
-Siento decirte esto,-habló Stiles-pero no me fío de ella.
-Yo sí, es mi amiga.
Quise que sonara convincente, aunque yo no estaba para nada convencida.
¿Por qué mi amiga estaba relacionada con esa mujer?
***
Ya era de noche cuando localizamos a Scott en su casa, llegamos justo cuando Melissa salía espantada sin siquiera dirigirnos la mirada, y no la culpaba, se había enterado de la peor manera sobre el mundo sobrenatural.
Para nuestra suerte no había cerrado la puerta y pudimos pasar, fuimos directamente a la habitación de Scott, a quien encontramos recién salido de la ducha, con nada más que una toalla atada a la cintura y sentado en su cama mirando a la nada, parecía angustiado.
-Scott-empezó a decir mi hermano rápidamente-Gerard se ha hecho con el control del Kánima.
-Lo sé-fue todo lo que respondió.
Stiles y yo nos miramos a la vez, preocupados.
-¿Cómo lo sabes?
-Acaba de estar aquí, ha amenazado a mi madre, quiere que le entregue a Derek y a su manada-dijo Scott, dirigiendo su mirada hacia mí.
La culpa me golpeó, si todo esto había llegado tan lejos había sido en parte por mi culpa, le había ayudado a construir su plan y no había pensado en que más personas podían salir heridas a parte de Derek, solo había pensado en una venganza que ni siquiera iba a acabar.
-¿Por qué quiere a Derek?-preguntó mi hermano.
-Quiere vengar a Kate.
No deja de molestar ni muerta, pensé.
-¿Entonces el plan se va a hacer definitivamente?
-Sí-contestó Scott decidido.
-¿Qué plan?-preguntó confuso mi hermano.
Era hora de acabar con Gerard.
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Soul {Peter Hale}
FanfictionHa pasado mucho tiempo desde que Cassandra huyó de Beacon Hills aterrada y con el corazón roto, dejando atrás a su familia, pero se verá obligada a volver cuando Stiles y Scott aparezcan de nuevo en su vida para interrogarla sobre su antigua amista...