Salida

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Desperté al escuchar mi nombre varias veces y ser zarandeada suavemente, me sentía como si me hubieran atropellado.

Me quejé pero igualmente me desperté, encontrándome muy cerca a Peter.

-¿Qué hora es?-pregunté aún adormilada.

-La hora de que despiertes, tienes que salir-dijo mientras me quitaba las sábanas.

Luché con él por las sábanas, pero salí perdiendo. 

-¿Por qué tengo que salir?

En realidad me daba igual la respuesta, no pensaba moverme, era sábado, mi día libre.

Peter no me respondió, en vez de eso se acercó mucho a mí y empezó a besarme, primero la frente, luego la nariz, siguió por toda la cara hasta llegar a la boca, pero no se quedó ahí, abandonó mi boca y se dirigió a mi cuello, en ese momento ya estaba totalmente despierta.

Cuando creí que iba a seguir con los besos, que realmente estaba disfrutando, se apartó de mí. Le miré desconcertada, y un poco decepcionada.

-Ha llamado tu amiga...

Mi cerebro tardó en reaccionar, pero al fin entendí a quién se refería.

-¿Helen?-completé, él asintió.

-Habéis quedado dentro de hora y media en la casa de tu padre, iréis a dar una vuelta para poneros al día.

Me quedé sentada en la cama, mirando a Peter con una ceja alzada.

-¿Por qué está todo tan bien planeado?-pregunté sabiendo que tramaba algo.

Él tardó en contestar.

-Creía que...después de lo de ayer te vendría bien desconectar un poco-dijo intentando fingir que no era tan importante.

Le miré fijamente, nunca en mi vida había visto a Peter de esa manera. Podría haberme derretido de amor en ese momento, si pudiera le volvería a pedir que se casara conmigo.

Me puse de rodillas en la cama, acercándome a él que estaba sentado en la orilla de esta. Sin esperar a nada, me lancé a besarle.

El beso se profundizó rápidamente, buscando comodidad me puse a horcajadas de él. Sentí las manos de Peter en mi espalda, apretándome contra él.

-Tie-tienes una cita-dijo él apartándose de mí, aunque noté que le costó hacerlo.

Miré el reloj de la mesita y me fijé en la hora.

-Tenemos tiempo-respondí para después volver a besarle.

Nos tumbamos los dos en la cama mientras seguíamos besándonos, rápidamente los besos pasaron a algo más, los dos nos quitamos la ropa como si quemara y disfrutamos completamente de la hora que teníamos. Acabamos los dos agotados, pero muy satisfechos.

Miré el reloj, quedaba media hora para reunirme con mi amiga, rápidamente salí de la cama y me dirigí a la ducha, tardé diez minutos. Por suerte hacía poco que me había cortado el pelo y en vez de tener que secar una melena que me llegaba hasta la mitad de la espalda sólo tenía que ocuparme de una que me llegaba por los hombros.

Salí rápidamente del baño, llegando hasta mi armario y pensando en qué ponerme, me quedaban diez minutos. Escogí rápidamente un vestido que me quedaba un poco más arriba de las rodillas y con escote redondo, de color marrón, que combiné con unos botines negros con tacón grueso.

Salí de la habitación, encontrándome con Peter desayunando tranquilamente.

Agarré mi bolso y me despedí de él con un beso, pero antes de que lograra irme me agarró del brazo y me volvió a besar, después sentí como me dejaba algo en la mano, cuando miré qué era, me sorprendí.

Soul {Peter Hale}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora