Domingo 10 de noviembre de 2019.
La melodía de los pájaros. El aire puro. La brisa del viento. La suave voz del sereno lago. El centelleante sol filtrandose entre las ramas. El olor fresco de los árboles. El olor...al Muelle.
Estoy frente al lago admirando su inmensidad, viendo cómo se reflejan los árboles en el. Viendo cómo unas vagas olas llegan hasta la orilla por debajo del pequeño puente donde me encuentro.
Y aquí empieza todo. Aquí empieza lo que nunca tuvo fin.
Empiezo a marearme, mí cabeza comienza a dar vueltas y un pantallazo repentino cobra vida.
Me veo a mí a tientas dentro de un oscuro lugar lleno de agua, apenas puedo respirar. Estoy luchando contra la corriente. Quiero pedir ayuda pero no puedo, el agua no me permite hablar. Mí oxígeno se agota poco a poco. Me ahogo.
Y allí termina ese corto pantallazo, ese flashback que usualmente se presenta al venir aquí.
Mis lagunas mentales apenas me dejan recordar nada. Parece una pesadilla, un sueño en el que no puedo despertar ni aunque quisiese. Pero no. Está pesadilla es mí realidad.
Tengo un trauma desconocido a los lagos. Por eso no solo vengo aquí a desahogarme y sentir un poco de tranquilidad, sino que también vengo a intentar esclarecer ese oscuro lugar de mí mente pero sin éxito alguno.
Ni siquiera puedo meter los dedos de mis pies en este lago. En ninguno mejor dicho. Así que solo me limito a observarlo queriendo que las respuestas a todo lo que me sucede, emerjan mágicamente de las aguas.
En verano apenas meto las piernas en la piscina que está en el patio de casa.
Es la estación del año que más me cuesta transitar.
Noches calurosas más mis malditas pesadillas, mala combinación.Respiro bien profundo, llenando mis pulmones del puro aire de este solitario lugar, tratando de obtener algo de tranquilidad.
Una vez escuché, o leí no recuerdo muy bien, que la cordura del ser humano pende de un hilo, que en todo momento estamos al borde de la locura. Y yo creo que sí es cierto.
Mí cordura siempre pende de un hilo con mí memoria obstruida por estás malditas lagunas mentales.
Hay un fragmento de mí misma que no logró ni lograré decifrar. Hay una parte de mí que desconozco y ni siquiera tengo la certeza de conocer.
¿Acaso no puedo ser normal? ¿Acaso no merezco ser feliz? ¡Mierda! Todo esto es una mierda.
Intento amarme a mí misma pero no lo consigo y con cada intento que hago solo logró romperme más y más, quizás no lo este haciendo bien pero la realidad es que no sé cómo hacerlo. No sé cómo amar, no sé cómo amarme.Intento abrazarme llevando mis manos a ambos brazos, rozando con una la cicatriz que tengo en uno de mis hombros, una cicatriz que llevo conmigo desde hace ya mucho tiempo...
La salida de anoche con Bet fue buena pero luego de tanta movida queda mantenerse sereno.
Respiro profundamente relajándome aún más, y en una de esas le echó un vistazo al auto, el cual se encuentra a unos cuantos metros de mí.
"¿Que haría sin ti?" Me preguntó para mis adentros al contemplar el vehículo. Se me haría casi imposible venir hasta aquí tan seguido sin el. No es nuevo tampoco tan viejo. Es perfecto a su manera
Luego de algunos ruegos papá accedió a prestarmelo y aquí me encuentro.
Me encuentro sentada en el pequeño puente de madera, por más de la mitad de este pero no llego hasta el final, no puedo hacerlo. Mí cuerpo empieza a temblar si me acerco demasiado.
Presenció uno de mis paisajes favoritos. El atardecer.
Este se despide regalandome sus últimos hilitos de luz y luego deja las nubes salpicadas de un rosaceo claro. Este es el aviso que me da el cielo diciéndome que ya debo volver a casa.
Antes de subir al auto, le echó un último vistazo al sublime paisaje delante de mis ojos.
"Gracias por darme un momento de paz entre tanto caos..."
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𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐩𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 PAUSADA
Mystery / Thriller𝙐𝙣 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙙𝙤 𝙗𝙤𝙧𝙧𝙤𝙨𝙤. 𝙐𝙣 𝙥𝙡𝙖𝙣 𝙢𝙖𝙡𝙫𝙖𝙙𝙤. 𝙐𝙣 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙤 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙤. 𝙎𝙞𝙣 𝙙𝙪𝙙𝙖 𝙍𝙤𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙗í𝙖 𝙖𝙧𝙢𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙙𝙚 𝙫𝙖𝙡𝙤𝙧 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙣𝙛𝙧𝙚𝙣𝙩𝙖𝙧 𝙡𝙖𝙨 𝙛𝙧í𝙖𝙨 𝙨𝙤𝙢𝙗𝙧𝙖𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙙𝙤 𝙦𝙪�...