Cap 22: "Grafitis"

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Miércoles, 27 de noviembre de 2019.

Un bostezo abandona mis labios, anoche casi no he podido dormir. Estaba algo cansada pero aunque mí cuerpo gritara que quería descansar un poco, mí mente no se lo permitió.

Lo sucesos de ayer y por todos los que pasé se amontonaron en mí mente, haciendo que piense en ellos una y otra y otra vez.
El asalto de aquella vez que vinimos aquí con Betania, su casi caida en el parque de diversiones, mis pantallazos del auto y los vidrios rotos, mis pesadillas en bucles, mí trauma con los lagos, que de cierta forma ver fuego me de una sensación extraña, aquel mensaje de las galletas de la fortuna, cuando casi me atropella aquella moto cuando fuimos a la tienda con Chris...
Y por si no fuese poco toda esa lista larga, se le agregan los mensajes desconocidos, el extraño sueño de ayer y el hecho de encontrar aquellas pastillas antidepresivas...

Realmente ya no entiendo nada, mí vida es un desastre. Un desastre inexplicable.

Me encuentro trabajando nuevamente, por ahora todos los clientes ya han sido atendidos. Así que estoy sentada en el mostrador jugando con mí pulsera con dije de ángel. Realmente estoy tan acostumbrada a llevarla conmigo todo el tiempo que hasta a veces olvido que la llevo puesta. De alguna forma siento que aquel angelito plateado me protege y al verlo no puedo evitar sonreír, de alguna forma es como si me inspirase alegría. El dije de plástico ya está algo gastado por los años, lo tengo conmigo desde hace tiempo.

Suelto un largo suspiro mientras observo por la ventana como los autos van de una dirección a otra y como el Sol se cala y se filtra por los cristales, tiñendo de dorado las mesas que se encuentren a su alcance.

Me detengo por un momento a pensar en Christopher, sigue insistiendo que nos veamos aunque sea cinco minutos en el parque o en cualquier otro lado, pero lo cierto es que el trabajo logra agotarme. A veces atender a tanta gente te quita energía y solo piensas en llegar a tu casa y tirarte de un salto a la cama. Aún así nos llamamos y hablamos un rato, aunque ya no tanto. Las llamadas no duran tanto como antes. Él está raro y yo también. Y aún me debe una explicación concreta. Dijo que le pasaron algunas cosas imprevistas pero que quería contarme mejor estando en persona mientras damos una caminata o sentados bajo un árbol.

Chris es un amor, siempre lo ha sido conmigo. Jamás me ha tratado mal ni mucho menos, pero lo cierto es que lo notó raro.Un cambio repentino en su actitud...¿Será que conoció a otra chica? ¿O será que me estará engañando? ¡Ay que cosas estoy pensando! No voy a cagarla con mis inseguridades como la otra vez a la ida de la discoteca con Bet, cuando me equivoque y le hice a escándalo a un chico que no era mí novio...
Cuánto más me acuerdo, más ganas me dan de que me trague la tierra.

Los mensajes desconocidos aún no los borré, siento una curiosidad inmensa. Aunque si lo pienso bien, solo me han mandando uno quizá hasta puede ser que se hayan equivocado. Pero muy en el fondo siento que no es así. El mensaje no lleva letras ni tampoco números, es algo extraño...Pareciera como si estuviese escrito en idioma árabe pero no es así, este lleva puntos y comas. Además de que ya he visto como escriben los árabes y no es igual, tampoco es idioma ruso.
Que extraño...

Aún sigo en el mostrador mirando en repetidas ocasiones si es que entra algún cliente nuevo, pero aún nada. Mientras le echaba un vistazo a la puerta, vi que una señora estaba llevando cajas de cartón. Lo curioso es que creo que es la señora a la que le regale la bolsa aquella vez que fuimos con Alice a comprar el regalo para mamá-que por cierto, le fascinó-, de seguro ni me reconocería si me viera, aunque es lógico ya que no tenemos ninguna familiaridad. Aún recuerdo que gritaba al hablar, me preguntó si su manera de dialogar es así o tendrá algún problema en cuanto al habla...

Verla pasar con las cajas de cartón me recordó a mamá. Esta mañana-antes de venir a trabajar- la vi subiendo cajas al ático. Lo cual me pareció algo raro ya que ella no quiere que subamos allí por las arañas y el interminable polvillo. Me lleve algunas risas al ver qué no llegaba a jalar el hilo para armar la escalera abatible, la cual se une con el techo para jalarla y subir al ático, y ver que tuvo que subir a una silla para alcanzarla. No le pregunté que es lo que estaba haciendo porque , siendo sincera, no me importaba así que solo la observé, me reí y luego me marché como si nada. Han sido contadas con los dedos de una sola mano las veces que he subido allí al ático, más que nada allí se guardan las cosas viejas o rotas.

También recuerdo la charla que tuvimos anoche en la cena: Papá nos dio una buena noticia, dijo que estaba ahorrando dinero para invertirlo en un nuevo auto. Bueno también con ayuda de mamá, pero lo cierto es que quien tiene un mejor salario es nuestro padre así que es por ello que el pone algo más de dinero. Nos dijo que ya llevaba una buena cantidad pero que aún no llegaba a su objetivo final. Me sentí muy feliz al ver qué hablaba con una alegría es sus palabras...Quizás por eso estaba tomando esas pastillas, quizás el tener que trabajar tanto lo tenga algo estresado...

El tintineo de mí celular vibrando en mí bolsillo me hace volver a la realidad. Le dije a mí compañera que necesitaba ir al baño -No quería ser llamada de atención otra vez- ella asintió con la cabeza y me dejó ir. Solo serían cinco minutos. Necesitaba ver de qué era la notificación, tenía las esperanzas de que fuese otro de esos extraños mensajes.

Al entrar en el tocador, cerré la puerta detrás de mí y apoyé mí espalda en ella. Tomé mí celular y al encenderlo noté que si se trataba de un mensaje, pero no era el mismo que el anterior. Este era Chris.

Chris: hola, preciosa. Se que estás trabajando pero solo quería decirte que odio que estemos así de distanciados. todo es culpa mía. quiero verte para poder explicarte mejor las cosas, al final si puedes este fin de semana?

Tarde unos segundos en contestar.
"Odio que estemos así de distanciados"
Esas palabras me llegaron al corazón, realmente yo también odio esto. Me haré algo de tiempo para verlo, el sábado veré a Betania y el domingo a él. Listo, así será.

Rose: Hola...Yo también odio esto. Si, claro, este fin de semana. Este domingo te parece en el parque? Te extraño...

Chris: es un hecho! Nos veremos el domingo. Te amo, no te olvides de eso...

Dios, mío...¿Cómo puedo amarlo tanto? Ya quiero que esta distancia se corte de una vez. Yo...

-¿Rose? ¿Estás bien? Ya hay nuevos clientes, necesito tu ayuda.- Me sobresalte al escuchar a una de mis compañeras. Guarde el teléfono en mí bolsillo y abrí la puerta de un tirón.

-Si. Estoy bien. Vamos. -Ambas nos dirigimos hacía las mesas para poder atender a los clientes.

Me acerque a la mesa correspondiente y le tomé el pedido a la persona allí sentada. Cuando terminé de escribir en el papel, levante la vista y divisé a alguien haciendo grafitis en la pared de la esquina. Negué con la cabeza. Aquella persona toda encapuchada salió corriendo luego de que dejara su marca en la pared. Era ese grafiti que vi en el skate park cuando hablaba con Ethan.

Ya había visto esas marcas de aerosol por las paredes más cercanas al skate park y ahora también en la de la esquina: >>CR<<

Me da mucha curiosidad saber que significan aquellas letras y quien se esconde detrás de aquella capucha...

𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐩𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞  PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora