Lo Que No Fue De Nosotros.

16. Analizando al chico de mis sueños.

Rebecca O'Connell

Shawn Alejandro Moore Miller.

Para mí siempre fue tan único como su nombre. Casi podía asegurar que desde el momento en que llegó a este mundo, el había llegado dotado de carisma, galantería y el don de hacer amigos por debajo de las piedras.

Y es entonces que surge mi primer pregunta. ¿Por qué nunca fuimos amigos cuando estaba con vida?

No tengo idea.

De lo único que soy consiente es de que desde que cruzó la puerta de mi habitación buscando el baño a los 8 años, yo me enamore como cualquier chica de telenovela. Estúpidamente.

Me enamore tan estúpidamente que luego de que se disculpara y saliera de la habitación en busca del baño, me asegure de encontrár a mi madre junto a su mejor amiga del alma, Samantha.

Antes de preguntar sobre el hermoso niño que había irrumpido en mi habitación, pensé mejor mis palabras y pregunté.

"¿Por qué hay un chico husmeando en mi habitación?"

Claro que mi madre y Sam solo rieron para que después Sam obligará a Shawn a disculparse de nuevo.

Ahí inicio lo que me gusta denominar "Nuestra historia"

Claro que con eso me refiero a que nuestras madres nos inscribieron en el campamento del tío de Shawn.

"Si van juntos podrán hacerse amigos"  Opino Samantha con una sonrisa y a lo que mi madre le siguió.

"Si van juntos Shawn podría cuidar a mi pequeña de nos niños y ella lo cuidara de las niñas"

Claro que sus ideas no me fascinaron como quisiera. Es decir, la idea de estar juntos era por si sola magnífica de no ser por qué a su lado yo era demasiado tímida y por qué al entrar en ese autobús yo seguí a ciegas a Shawn.

Iba tan perdida en el que cuando se sentó junto a otro chico yo me quedé quieta como idiota a mitad del pasillo mientras el solo se giró a hablar con el otro niño.

Ahí supe que no por que nuestras madres eran amigas significaba que nosotros también lo seríamos.

—¿En qué tanto piensas Rebecca?— Pregunto Shawn, el flotaba sobre mi con delicadeza.

—En nada.— Afirmé mirando sus ojos.— ¿Te gusta mucho flotar no es así?

El solo sonrió. Llevó sus manos a su cabeza y cerro los ojos, lo cual me permitió volver a analizarlo.

Shawn, era conocido por volver locas a las chicas. (Si, incluyendome) Desde pequeño siempre tuvo chicas detrás de el.

Se de buena fuente (mi madre) que Samantha era una mujer muy celosa con su hijo, por lo tanto, cada chica que intentara salir con el, primero debía pasar por Sam.

Eso, era una de las cosas que me daban pánico. Claro que solo en mis sueños lograba salir con Shawn así que siempre estuve a salvó.

—¿Sabes que me gustaba hacer cuando estaba vivo?— Pregunto Shawn recostado a mi lado.

—¿Cuando te pusiste ahí?

Cómo ya se volvió costumbre, el me ignora olímpicamente y se dispone a seguir hablando.

—Me encantaba admirar las cosas que me gustan.

El comenzo a subir y bajar sus cejas mientras una enorme sonrisa se adueñaba de su rostro.

Me pierdo en sus ojos y pienso ¿Alguna vez tuve oportunidad de tenerlo así de cerca?

¿Alguna vez se abría fijado en mi?