Lo Que No Fue De Nosotros.

18. Esto es Extraño.

Rebecca O'Connell

—¡REBECCA!— Grita con fuerza Scarlett mientras yo suspiró nerviosa y sacudo mi cabeza para volver a la realidad.

Me sorprende la fuerza de los pulmones de Scarlett cuando tiene que gritar.
Frotó mis ojos y sigo mirando el techo de la habitación. Shawn sonríe mientras nos mira, aún que me confunde la mirada sugestiba que me da.

—Solo a pasado un día.— Susurro para mí mientras me pongo de pie para ver a Scar con mayor claridad. —¿Qué pasa Scarlett?

—¿Quieres que cenemos juntas?

—Claro yo... ¿Te parece si cenamos y después vayamos a una fogata? Será de solo consejeros.

—Claro eso sería genial.

Si genial...

La miro mientras ella termina de desempacar. Me parece irreal que un día a la única Moore que podía hablarle era a Samantha y ahora estoy rodeada por sus hijos.

Cómo si fueran muchos... Pienso aproximandome a la puerta.

—Vuelvo en unos minutos, voy al baño y salimos a cenar.

Scarlett sonríe con emoción, tiene demasiada energía así que no me cabe duda de que cuando regrese ya estará lista para marcharnos.

Al salir de la cabaña, el aire helado me acaricia el rostro y mi cabello se mueve con el. Mis pasos son lentos, veo a los niños por doquier y sonrió al verlos tan animados.

—¿Y que piensas de mi hermana?

Sin dejar de moverme, meto mis manos a las bolsas de mi short y bajo la vista hacia mis pies.

—Tiene mucha energía. Si tuvieras el cabello largo serías exactamente igual a ella.

—Ni en tus peores sueños.— Se queja Shawn.

Un escalofrío me recorre cuando el mismo me atraviesa y me da una mirada sugestiba antes de hablar.

—¿Crees que somos muy parecidos?— Pregunto enarcando una ceja, asiento una vez que pongo un pie dentro de los baños.— ¿Entonces si me besaste a mi...

—Oh por favor cállate.

—¡Ni siquiera tienes idea de que iba a decir!— Se queja.

—No pero conociéndote dirás una estupidez.— Murmuró entrando a un cubículo.

Hago mis necesidades con la mayor tranquilidad que puedo. No es mucha ya que Shawn podría entrar en cualquier momento. Antes de salir del cubículo, escucho una risa nerviosa.

—¿Ahora que hiciste?— Pregunto saliendo del baño y encontrándome a Shawn frente a mi.

—Nada... ¿Por qué rayos crees que hice algo?— Me encogo de hombros y el sonríe haciéndose el indignado.— Ahora que lo recuerdo... No me has respondido lo que te pregunte.

—¿Que cosa?— Preguntó mirándome al espejo.

La espinilla en mi barbilla me hace dar un salto hacia tras nerviosa. Me cubro con la mano y me giro hacia el fantasma que se encuentra sobre los cubículos cruzado de piernas.

—¡¿Por qué rayos no me dijiste que tenía un granito?!

—Incluso así luces bien.— Contesto él restandole importancia.— ¿Aceptaste ese intentó de cita con Joshua?

—¡Oh por dios! ¡Dejaste que conociera a tu hermana con un granito!

El rueda los ojos, antes de que logré seguir quejándose, un par de niñas entrar haciendo que nosotros nos callemos.