La Tercera es la Vencida. [L.P]

No Me Hagas Esto.

Kendall seguía arrodillado mientras que afirmaba mi mano y yo me mordía el labio.

-¡SÍ! Definitivamente me casaría contigo - grité al decir "Sí", él suspiró aliviado y puso un precioso anillo en mi mano derecha. Se levantó y me besó mientras escuchaba los aplausos de la gente del restaurante.

Al salir del restaurante con Kendall nos encontramos con paparazzis, a ambos nos encerraron en un círculo y comenzaron a preguntar.

Ninguno de los dos respondió.

Liam.

-Papi ¿podrías contarme la historia de La princesa y el príncipe? Mami me la cuenta todas las noches - sonrió.

Estábamos en mi habitación ya con pijama, ellos ya habían tomado su leche y nos habíamos dedicado a ver películas, hasta que Agustín se durmió así que lo acomodé bien en la cama y puse una almohada a un lado de él para que en la noche no se golpeara.

Así que los únicos despiertos eramos nosotros dos, yo estaba sentado en forma de indio en la cama, con la luz apagada y la televisión prendida mientras tenía en mis brazos a mi hija.

-Nunca había oído de ese cuento. ¿podrías decirme de que trata?

-Es sobre una princesa que va a una fiesta y un príncipe malo quiere hacerle daño hasta que aparece el príncipe bueno y la salva del malvado chico - sonrió.

Se parece a lo que yo viví con _____ la primera vez que la conocí.

Un momento..¿no será la misma historia sólo que en esta aparece una "princesa y un príncipe"?

Obviamente evitando la parte en la que yo golpeé a Daniel.

-Oh esta bien - reí leve -Había una vez... - y así estuve durante unos minutos hablando sobre mí noviazgo que tuve con la madre de mis hijos.

Miré a Isabella y se había quedado dormida, sonreí y la acomodé al lado de su hermano, le besé la frente, me acomodé en la cama, apagué el televisor y cerré los ojos para dormir tranquilamente.

Tú.

Lentamente fui abriendo los ojos y me los froté, ya al abrirlos por completo me miré la mano derecha, sonreí al ver el anillo allí.

Aproveché de ver como era, eran dos líneas plateadas y al medio era una línea de oro que eso formaba el anillo completo y en medio de la línea de oro habían tres pequeños diamantes dos de plata y el tercero que estaba en medio que era de oro.

Simplemente hermoso pero le debió haber costado una fortuna.

Lo miré y vi que seguía durmiendo de espaldas, me acerqué a él y lo abracé por detrás y él afirmó mi brazo.

-Ya despierta - le besaba la mejilla.

-Ya lo hice - rió y volteó a mirarme -Buenos días - me sonrió y yo lo besé.

-Buenos días - sonreí -Por cierto ayer no pude agradecerte por el anillo, simplemente esta hermoso - enrollé un brazo en su pecho y apoyé mi mentón en el.

-No tienes porqué agradecérmelo amor - estiró su cuello para besarme -Ahora eres mi prometida - me juntó más a su cuerpo -Y en cuatro o cinco  meses más serás mi mujer - jugó con nuestras narices.

-Suena bonito cuando sale de tu boca - me mordí el labio -Me quedaría toda la mañana contigo pero tengo que ir a buscar a los niños a la casa de Liam.