La Tercera es la Vencida. [L.P]

De vuelta a casa.

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Tú.

Comencé a despertar ya que sentí que me movían, abrí los ojos y vi a una enfermera con mi hija.

-Lamento despertarla pero tiene que alimentarla - yo asentí y con cuidado me senté en la cama, me amarré el cabello y me cubrí la boca ya que había bostezado.

Estiré mis brazos y la enfermera me la entregó, yo le agradecí y ella salió de la habitación. Acomodé bien a Emily en mis brazos, la examiné y sonreí.

Mi tercera hija con el hombre que amo.

Tan pequeña y frágil que me llega a dar miedo tenerla en mis brazos.

Emily abrió los ojos y me vió.

-Hola preciosa - le sonreí y jugué con ella, Emily tomó mi índice y lo atrapó con su pequeña mano. De pronto comenzó a llorar -Ya, esta bien. Te daré de comer - me bajé un poco la camisa y comencé a amamantarla.

Mientras ella hacía eso, yo le acaricié su pequeña cabeza. Dios, hace cinco años que no sentía esto.

Tener a un pequeño ser humano tan frágil y delicado en mis brazos. Emily después de cinco minutos se separó así que acomodé la manta en mi pecho para poner a mi hija boca abajo y quitarle los gases. Mientras lo hacía, vi que la puerta se abría.

-¿Amor? - asomó su cabeza -¿Se puede? - yo asentí y entró.

Se acercó a nosotras y me miró tierno.

-¿Cómo te sientes? - me acarició la mejilla.

-Cansada - le sonreí de lado mientras seguía con lo mío -¿Quieres cargarla? - le ofrecí, él sin pensarlo dos veces asintió.

Le entregué la manta y se la puso en el pecho para luego entregarle a Emily y cargarla.

-Hola princesa - le sonrió él, mientras caminaba para hacerla dormir -Quiero decirte qu eres muy linda y que tu padre siempre va a estar contigo, te amo mucho al igual como amo a tu madre y a tus hermanos que te esperan en casa - y por último besó su frente.

(...)

-¡Llegaron! - vi como Nicola saltó del sofá para acercarse a nosotros.

Ya era otro día y era pasado de las dos de la tarde. Yo pasé la noche en la clínica por recomendaciones del médico hasta que a mí y a Emily nos dieron el alta para irnos a casa. Liam había venido por nosotras y él la trajo a casa en las sillas que se utilizan para llevar a los bebes o a los niños en el auto.

-Hey, baja la voz Emily viene durmiendo - Liam la regañó y con un brazo abrazó a su hermana.

-Cuñada ¿cómo te sientes? - me abrazó.

-Cansada aún, pero ya un poco mejor - le sonreí.

Mi madre junto con los padres de Liam salieron de la cocina.

-Hija - me abrazó mi madre -Que bueno que ya estes aquí.

-_____ querida - me abrazó mi suegra -Los niños no han dejado de preguntar por ti.

Liam dejó la silla junto con mi hija dentro en un sofá para que los abuelos y sus tías pudieran verla como dormía.

-Oh es preciosa - hablaron mis cuñadas.

-Liam has hecho un buen trabajo con los niños - sonrió su padre -Y la madre también por supuesto - ambos sonreímos mientras que con una mano Liam me juntaba más a su cuerpo.