Ayanokouji Kiyotaka X Harem | Classroom of the Elite

Parte 10

Ayanokouji Kiyotaka:

Durante el transcurso del año me habían ocurrido demasiadas cosas. Afortunadamente había salido bien librado de casi todas las situaciones, o eso quisiera decir, ya que, las ultimas situaciones en las cuales me vi involucrado no parecían del todo favorables para mí. Y eso sin contar lo que viviría estos últimos meses de mi primer año en esta escuela.

Mi relación con algunas mujeres perteneciente a mí mismo año empezaban a cambiar de forma repentina, de eso no tenía duda alguna, pero tampoco tenía las ganas de retroceder en ello. Si era necesario o se me imponía un cambio, no dudaría en mi accionar para aprender cosas de las cuales desconozco de otras personas, o, mucho más importante, de mí mismo.

Por ello me parecía prudente dejar las sombras de lado. Lo mejor para mí era no destacar, pero tampoco quería seguir estando igual. En pocas palabras, ser un estudiante norma. Ya lo había pensado muchas veces, y con el tiempo, ese pensamiento se hacía cada vez más repetitivo en mi cabeza.

Iba a confrontar a las personas y a los exámenes especiales con un poco más de esfuerzo. Puede que incluso use las "habilidades" que había obtenido gracias al entrenamiento en la sala blanca.

Mi padre, la cabeza principal de esa organización, una vez me dijo que aquellos que ocultaban sus talentos eran básicamente unos idiotas. Pero a mi parecer se equivocas.

Los idiotas eran aquellos que mostraban sus habilidades sin ganar nada a cambio. Los que de verdad merecían el nombre de "genios" u otro tipo de calificativo que eleve su estatus, eran aquellos que usan sus habilidades o talentos cuando era necesario, siempre y cuando ganasen algo. Obviamente esa era mi idea del uso de las habilidades, puede que esté equivocado, eso aún no lo sé, pero respetaré lo que pienso y viviré con ello.

-/-/-/-/-

No hice mucho esa tarde. Horikita quiso hablar conmigo sobre el próximo examen especial. Pero pude librarme de ella con una simple excusa. La falta de datos que nos había dejado la ausencia de nuestra profesora. El día de mañana sería mucho más prudente hablar.

Me fui a mi habitación rápidamente, no sin antes rechazar una invitación para charlar con mi grupo de amigos. Y al mencionar la palabra "grupo" me producía cierta extrañeza en mí, y no solo por el nombre de "amigos", sino, por su nombre tan particular. "Grupo Ayanokouji", ese era el nombren de origen extraño.

Los miembros de aquel grupo eran también personas particulares, como Haruka, quien solía llamarme por un apodo un tanto vergonzoso, "Kiyopon". Akito Miyake, Teruhiko Yukimura, y, finalmente, Sakura Airi, con la cual estaba mucho más familiarizado. Ambos nos frecuentábamos mucho más que con los demás.

Ya en mi habitación, hice todos los deberes pendientes para el día de mañana, los cuales ni siquiera me molestaría en describir o explicar. Eran ejercicios y poco más.

Lo importante era el examen especial. Las consecuencias que traería a las diferentes clases. En mi año, y en toda la escuela.

Quise intentar lo mismo que el día anterior. Me recosté sobre mi cama, y buscando acortar el tiempo de espera, volví a cerrar los ojos.

El tiempo era demasiado relativo, ya lo había dicho un científico muy famoso, pero, en el sueño de alguien, lo era mucho más.

La noche había transcurrido demasiado rápido. Salí de mi habitación con mis energías al máximo, había dormido muy bien, y aunque me pareciese extraño, Ichinose no se cruzó por mi camino. Esto se había hecho tan usual, que ahora me parecía extraño no escucharla a mi lado.