Ayanokouji Kiyotaka X Harem | Classroom of the Elite

Parte 16

Ayanokouji Kiyotaka

Todo el mundo soñaba así no lo quisiese hacer. Casi todos podían definir dicho estado como una sensación de vivencia que se experimenta como si de verdad ocurriese en la vida real. Incluso se podría llegar a sentir dolor en dichos sueños. Pero, las sensaciones no eran las que más predominaban, sino, emociones como la tristeza, ira, miedo, culpa, y a veces estos son tan fuertes que despiertan al que los sufre.

Y lo peor de dichos sueños, era el efecto de querer contarlos, pero casi al instante se desvanecían dejándote un vacío en tu memoria que logra causarte cierta incomodidad.

No hacía mucho desde que había empezado a soñar conmigo mismo en un espacio completamente blanco y extenso. Pero por lo tenue que era la memoria, simplemente los recuerdos desaparecían al despertarme. No sabía cuál eran el significado de dichos sueños, y tampoco quería saberlo, ya que, mi intuición me alertaba de que su significado era muy complejo, y, definitivamente, no quiero tener un conflicto interno en estos momentos.

Pero, no creía posible una especie de conflicto interior. El control que poseía de las pocas emociones y sentimientos que creí haber sentido, no permitían que me saliese de control.

Sin darme cuenta de ello, estaba empezando a pensar mucho sobre estos sueños. Lo que ocurra ahora será insignificante para mí.

O eso es lo que quiero creer por ahora.

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Frente a mi estaba alguien idéntico a mí. No supe cómo reaccionar al verle su rostro como si se tratase de un espejo perfecto. Pero no me sorprendí como la primera vez, ya que, gracias a lo continuo que era este sueño, dentro de mí, ya tenía una ligera idea de que esto podía ocurrir.

En el fondo creía que esta vez sí conseguiría recordar lo que estaba sucediendo en este sueño, pero eso no quitaba lo molesto que era.

Había un par de cosas que conseguían mantenerme intranquilo con respecto a lo que observaba. Verme a mí mismo con todos los detalles que conocía de mí, cada pliegue de mi rostro, mis cejas, nariz, boca, todo lo que conocía, cada de talle de mí estaba presente en ese sujeto. Pero, la segunda cosa, como si se tratase de contrarrestar mi anterior incomodidad, o a aumentarla, era diferente a mí.

Su mirada era diferente a la mía. Podía ver cierta expresión macabra en ellos, fácilmente podía notar que estaba algo enfadado, pero su pequeña sonrisa trataba de ocultar inútilmente dicha emoción.

Pero esas solo eran suposiciones de alguien que estaba soñando cosas extrañas...

Para aumentar el nivel de rareza, no me podía mover con total libertad. No sabría explicar con lujo de detalles la sensación que tengo en estos momentos, tal vez podría catalogarse como la sensación de caída, pero esta parecía mantenerme en ese bucle infinito parado sobre un suelo que parecía inexistente por su color blanco.

Esto era cualquier cosa menos reconfortante.

Supuse que yo era el Ayanokouji número uno, "él" era el Ayanokouji número dos. Me hizo un poco de gracia dichas terminaciones que evitaba para evitar enloquecer, pero estas eran necesarias. Era un sueño, y si perdía mi identidad como la persona pensante, podría incluso pensar que soy él.

Era mejor prevenir que lamentarse.

Poco a poco, el secundario, como lo llamaría desde ahora, empezó a acercarse lentamente a mí. Esto era demasiado confuso para mí. Pero el que sea confuso no significaba que sintiera miedo. Ni siquiera de mí mismo.