48 | Jimin.

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Deje mi mochila sobre una de las sillas acolchonadas de la cafetería y recibí la carta de la chica que ya se encontraba de pie en el lugar, atendiendo a mis dos mejores amigos.

Le eché un vistazo rápido y pedí un granizado de café acompañado de un brownie caliente.

Jin y Tae se miraron entre sí, curiosos, por la mezcla inusual que acababa de hacer y le reste importancia con una de mis manos recostandome en el brazo libre.

—¿Y bien? — indagó Jin.

—¿Le has dicho lo de mi explosión cerebral? — susurré golpeando mis uñas con la mesa, refiriéndome a Taehyung.

—Me ha enviado los pantallazos.

—¿Y que piensas de todo esto? — apoye mi barbilla en la mesa y comencé a juguetear con las servilletas.

—Mira cariño, ambos tienen la razón. Él está comportandose como alguien, en una situación así, lo haría. Y tú, solo estás tratando de aclarar todo el embrollo que él mismo creo en su cabeza. No hay ganador aquí, creo que es un empate.

—¿Crees que soy egoísta?

—¡Claro que no! — expresó Jin colocando sus manos en su pecho escandalizado —. Eres el ser humano más dulce que he visto en toda mi vida.

—Eso es cierto ChimChim — apoyo Taehyung —. Creo que sí fueras un egoísta como crees tú, no estarías aquí con nosotros sino que estarías yendo directamente a dónde está Hannah con YoonGi y pedirías más atención, sin pensarlo dos veces.

Me senté como debía ser y recibí el granizado antes de que lo pusieran en la mesa. Sonreí agradecido y vi como el brownie se deslizó por la mesa con rapidez, la chica dió la vuelta y se dispuso a traer lo de mis compañeros.

—Taehyung, ¿Jungkook se fue con Hannah y YoonGi?

—No — respondió bebiendo su smoothie.

—¿Tienes su número? ¿Me lo podrías regalar?

—¿Por qué quieres el número de Jungkook? — preguntó Jin entrecerrando los ojos.

Sonreí y tome un poco de mi brownie con la pequeña cucharilla que pusieron en mi plato. Taehyung entendió que tenía un buen plan y le marco a Jungkook de inmediato.

No me sorprendió mucho como lo tenía agendado y cuando quise bromear al respecto, Jungkook me interrumpió contestando con melosería.

—¡Mi corazon de durazno! ¿Ya me extrañas tanto como yo te extraño?

—Eh... Hola Jungkook, habla Jimin. Quisiera preguntarte si sabes cuándo volverá YoonGi con Hannah.

Él se quedó mudo. La sorpresa lo había obligado a enrollarse la lengua de la vergüenza. Solté una risita burlona y Taehyung rodeó los ojos.

—En tres días, Jimin.

Namjoon irrumpió en la reunión sentándose a mi lado, dándome un enérgico saludo y yo le correspondí, cuando sus brazos me rodearon.

—Vamos a cenar sushi, es bueno para las penas del corazón — me dió un guiño y de puso de pie para pagar la cuenta.

La voz de Jungkook me trajo de vuelta a la llamada.

—Jimin, ¿acaso tú estás triste por YoonGi?

Él que se vio obligado a enrollar su lengua esta vez, fui yo. Lamí mis labios y fue más que obvio para Jungkook lo que mi silencio quería decir esta vez.

—Debo irme ahora, le diré a Tae que me dé tu número para que me digas en qué puedo ayudarte. Cuídate.

Y la llamada finalizó.

Sí Jungkook, estoy realmente triste pero no por YoonGi, sino por mí.












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