29. Gracias, Kounta

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N/A: Hola chiquillos, gracias de nuevo por seguir esta historia.

⚠️ Solo les dejo una pequeña advertencia para este capítulo: mención e imagen de mpreg. Lo advierto para quienes no gustan de este tema.

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Al amanecer, salió de su habitación con los ojos hinchados en busca de un poco de agua y algo de comida.

Era muy temprano y aún así Katsuki ya estaba en el comedor, con un plato servido de más.

—Que bueno que despertaste temprano. Ya está servido tu desayuno. –fue amable pero serio.

—Gracias Kacchan... –se sentó y tomó los cubiertos lento y con pesar. Vaya que sería un día complicado.

—En el salón principal te dejé algo con lo que podrás guardar todas tus cosas.

—Gracias.

—Yo estaré un poco ocupado en el Mossteum hasta la tarde, tengo que arreglar un par de cosas antes de irme. Así que como lo dije ayer, tienes tiempo para... pues para lo que creas conveniente. –refiriéndose a despedirse de los demás.

—Sí. Yo estaré puntual. No te preocupes Kacchan.

—Bien, pues me retiro. —Bakugou al haber terminado llevó sus platos a lavar y salió de la torre directo al Mossteum.

El otro muchacho al estar completamente solo en el comedor siguió comiendo y sin poder controlarlo sus ojos brotaban pequeñas gotas por toda la situación tan repentina, y tener algunas horas para despedirse de las personas con las que llegó a tener amistad y hasta con las personas que solo cruzaron unas cuantas palabras lo ponía de esa manera.

Se preguntaba mientras lloraba a quien debería visitar primero.

Quería dejar al último a Mina y Eina pues sabía que su llanto sería incontrolable al despedirse de ellas. Así que primero iría al Mossteum a despedirse de la gente con la que llegó a trabajar. Algunos colegas como Mei, Jirou y de los que le dieron la oportunidad de demostrar sus capacidades, de los que valoraron su gran inteligencia y desempeño cuando por corto tiempo estuvo ahí.

Fue hacia el lugar y comenzó a ir a los laboratorios de sus conocidos. En algunos se quedó pocos minutos a tener las ultimas conversaciones. Había personas de todas las edades las cuales conoció ahí. Personas ya de avanzada edad que le dieron consejos basados en grandes experiencias.
Se despidió de personas que solo saludaba de paso cuando caminaba por los pasillos.

Izuku era muy noble que aunque sólo le hayan dicho "Hola ¿Cómo estás?" pues para él tenía sentido despedirse de aquellas personas.

El siguiente laboratorio al que fue le pertenecía a Jirou. Ella recurría frecuentemente a Izuku por llamadas o mensajes para que le ayudase a resolver algunas operaciones. Pues ella era más técnica y no tanto matemática. Así que por supuesto se llevaban muy bien. Se abrazaron y aunque pudiera parecer que el corazón de la chica fuese de roca, ahora se quebró un poco y soltó una lagrima. El chico le había caído tan bien y su sola presencia le causaba bienestar y paz.

—Fue un gusto enorme conocerte. Eres un ser muy bonito y noble, de verdad. –dijo la pelinegra y extendió sus brazos e Izuku le correspondió con una abrazo fuerte y con lágrimas que dejó en los hombros de su amiga.

Brazalete [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora