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—¡Dami, Dami, Dami!—
Decía Adele, mientras corría desesperadamente hacia la habitación de su hermano. Abrió la puerta sin antes tocar. Tomó una gran bocanada de aire y miró a su hermano, el cual estaba viendo algo en su laptop.
—¿Qué quieres?—
—Es urgente...Código número tres de Hermanos.—
—¿Qué?—
—¡Código número tres de Hermanos! ¿Acaso no viste los códigos que envió Dick por el grupo de WhatsApp?—
Él negó con la cabeza. No sabia ni siquiera de que grupo estaba hablando Adele. ¡Ah claro! El grupo que había silenciado.
—¿Y qué significa eso?—
—¡Tienes una admiradora secreta!—
—¿Quién hace un código sobre admiradoras secretas?—
—Dick.—
Adele se sentó en la cama junto al mayor y fue ahí cuando él se dió cuenta del enorme arreglo floral que traía en las manos la joven.
—¿De quién es eso?—
—¡Es tuyo!—
Damián frunció el ceño. Una mujer le había mandado un arreglo florar. Bueno, las cosas en las nuevas generaciones estaban cambiando. No pensaba que estuviese mal, pero... era totalmente extraño.
—¿Qué esperas? Lee lo que dice el sobre.—
—¿Qué te hace pensar que es mío?—
—Leí para quien era...pero no más.—
El chico rodó los ojos y abrió el sobre. Empezó a leer. Hizo miles de muecas. Al final, dejo el sobre a un lado.
—¿Qué dice?—
—No es una admiradora secreta...es una persona que desea con todas sus fuerzas asesinarme.—
Adele arrugó el entrecejo. Tomó el sobre y lo leyó. Por cada párrafo que terminaba de leer, abría los ojos ampliamente.
—Mandarle un arreglo floral a la persona que quiere matar...eso es algo muy bobo, ¿quién diablos hace eso?—
—¿Una loca depravada?—
—¿Quién te querría matar?—
Damián vaciló un poco. Con una sonrisa divertida, empezó a enumerarle todas las posibles personas que quisieran matarlo.
—...Mi madre por supuesto...Ra's no podía faltar, Lucy la loca, el imbécil al que mande al hospital la semana pasada, el señor del tráfico, el vendedor de drogas que hice arrestar hace una semana, el señor del tráfico...—
—A él ya lo mencionaste.—
—Ese es de ayer, el otro es de hace dos horas... como decía, también me quiere asesinar el mesero del restaurante italiano, el dueño de la comida china, la señora del sushi, Joker, el del cine, Two Face...y creo que ya.—
—Dami...¿por qué sonríes?—
—Porque me siento orgulloso.—
—Llamaré al psiquiatra de Holly.—
—¿Queen tiene un psiquiatra?—
—Roy la hizo ir a uno...dice que es porque sólo piensa, sueña, desea y pide flechas.—
Adele alzó los hombros. Ya estaba acostumbrada a la extraña forma de ser de su mejor amiga. Damián volvió a leer el sobre, para tratar de adivinar quien podía ser la persona. El sobre estaba escrito a tinta azul, eso ayudaba.
—Como sea, ¿por qué me mandaría un arreglo floral?—
En ese instante entró Tim. El chico de ojos color esmeralda no tardó en lanzarle un bote de crema de avellanas que tenía en la cama.
—¡Ladrón! ¡Tú lo tenías!—
Exclamó Adele refiriéndose al bote. Llevaba horas buscando el bote, para untarlo a una rebanada de pan.
De inmediato, la chica se puso de pie y se puso frente al de ojos azules, el cual se sobaba la cabeza.
—¿Estás bien?—
—Si, sólo fue...—
—¡Silencio! Deja que Nutella hable...¿estás bien querido?—
Adele se arrodilló y tomó el bote, la abrazó con demasiada fuerza y se volvió a sentar en la cama. Tim se indignó, pero lo dejo pasar.
—Como sea...habló el dueño de una florería, se equivocaron de dirección.—
—Tiene sentido, nadie es tan idiota para hacer algo como eso.—
Susurró para sí misma la menor. Damián se puso de pie, se dirigió al balcón del cuarto y lanzó el arreglo, sin remordimiento. Se escuchó un "¡Auch!".
—¡¿Te herí?!—
Preguntó Damián a Dick. El mayor asintió, mirando a su hermano desde el jardín.
—¡Me alegro!—
Le dijo Damián. Soltó una carcajada y volvió con sus hermanos.
—¿Todavía estás aquí Drake? ¿Esperas una invitación para largarte?—
—Realmente...—
—Bien, te invito a que te largues.—
—Dami, eres un grosero.—
El mencionado rodó los ojos. Se sentó en la cama y tomó su teléfono. Tim también se sentó en la cama, pero un poco más alejado de la bolita de odio. Quería evitar su muerte.
—Hola chicos...y chica.—
Exclamó Dick entrando a la habitación. Damián le lanzó una almohada. Decidió ser un poco más considerado con él.
—¡Dicky!—
Adele se lanzó a los brazos de su hermano. El mayor le correspondió el abrazo. Después de unos segundos, se separaron.
—Me dijeron que estaban aquí.—
Dijo Jason entrando por la puerta. Y Damián se puso de pie y le lanzó la silla de escritorio, que afortunadamente, Jason logró esquivar.
—¿Por qué están aquí? ¿Por qué convirtieron mi habitación en su punto de reunión?—
—Ignórenlo...pensó que había recibido una amenaza de muerte, falsa alarma.—
Informó la menor a sus hermanos. Ellos asintieron.
La chica sacó su teléfono y empezó a revisar sus redes sociales. Soltó un chillido al ver algo realmente impresionante.
—¡Código veinticinco!—
—¿Película de romance en estreno?—
—¡No! Ese es el del Código de Cosas que a Todos Emocionan.—
—Una película de romance no me emociona.—
Murmuró el menor de los chicos
—Yo me refiero al Código de Hermanos.—
—¿Cuántos códigos tenemos?—
Cuestionó Jason. Dick con una sonrisa, le dijo:
—El Código Oficial de la Bat-Family, el Código de los Robin's...—
—Ow, yo no estoy ahí.—
Susurró Adele.
—El Código de Hermanos, Código de Emergencia Bruce Nos Va a Matar, Código Super Emergencia Selina Nos Matará, Código Super Mega Emergencia Alfred Nos Matará...estos tres últimos hablan sobre la razón del porque nos matarán...ah, también tenemos, Código de Amigos y Código de la Young Justice.—
—¡Vaya! Mi cerebro guarda mucha información.—
Comentó Jason. Damián rodó los ojos.
—Bueno, el Código de Hermanos número veinticinco, dice que: he encontrado un lugar para asistir entre hermanos.—
Explicó Adele a su hermano mayor-menor. Damián abrió los ojos ampliamente. Eso significaba salir con los idiotas un día entero. Convivir. ¡Convivir! ¡Que horror!
—Sí te resistes, tendremos que aplicar el Código número treinta y cinco del Código de Convencimiento de la Bat-Family.—
Informó el mayor de los hermanos Wayne. Damián frunció el ceño.
—¿Y ese código que dice?—
—Te convenceremos a la mala.—
—¿Y eso es...?—
—Atándote de manos y pies, ¡genial! ¿No?—
Dijo la menor de la familia con una sonrisa.
Damián no esperó más y corrió lo más veloz que pudo...
Pero...bueno, eran cuatro contra uno y al final lo terminaron llevando a la fuerza a un nuevo parque de diversiones.
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The Life of a Wayne Girl.
FanfictionSegunda parte de My new life. My new family. Dos años han pasado desde el encierro de Lucy Quinzel. Nuevas aventuras en la familia Wayne, problemas de pareja entre Adele y Conner, viajeros de otros sitios... una muerte inesperada... The life of a Wa...