The Life of a Wayne Girl.

Diversión al estilo de los jóvenes héroes.

Bienvenidos sean todos ustedes a esta creación que se le ha ocurrido a mi loca cabecita 🤪.
Aquí encontrarán de todo. Diversión, alegría, tristeza, romance...uff, de todo un poco.
Agradezco a quienes me apoyaron con la primera parte de la historia. Así que...sin más preámbulos...
P.D: El tipo de narración ha cambiado y tal vez otras cositas, sólo espero que esto no sea motivo de descontento.
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—Tal vez vaya a Metrópolis, la próxima semana.—
Exclamó Adele mientras perseguía a la criminal.
—¿Tú padre sabe que te quedarás conmigo y no en tú departamento?—
La chica hizo una mueca. Saltó un edificio y calló de pie, para su fortuna, de lo contrario hubiese perdido unos segundos de tiempo.
—¿Debería informarle?—
—¿Debería cuidarme de la kryptonita que está guardada en la Bat-Cave?—
Ella rió y negó con la cabeza.
¡Como amaba a ese chico! Definitivamente le había hecho perder la cabeza.
—Nah...no creo que se atreva a hacer tal cosa.—
La mujer que perseguía estaba a punto de saltar del edificio en el que ambas estaban. Pero, Batgirl no perdió el tiempo, sacó su gancho y le apuntó justo en el pie.
—Dame un segundo, cariño.—
Dejó el celular a un lado, y disparó. La criminal quedó colgando. Adele se le acercó y trató que ponerla en el techo.
—Ayuda.—
Dijo, una vez que visualizo a su hermano. Él rodó los ojos y la ayudó a poner a esa mujer en el techo.
—No creí que Harley Quinn volvería a las andadas...pensé que se había acostumbrado a su nueva y mejorada vida —
Comentó la menor, a la vez que le ponía las esposas a la mujer.
—¡Tú encerraste a mi hija! ¡Y a mí puddin!
—¿Y creíste que lograrías ayudarlos a escapar? Que inocencia la tuya.—
Respondió Batgirl.
Lograron bajar, y la entregaron a la policía. Tal vez la transferirían a Arkham. Era lo más lógico. Como última amenaza, Quinn le dijo esto:
—¡Maldita bebé murciélago! ¡Haré de tú vida una pesadilla!—
La joven rodó los ojos y dió la orden para que se la llevaran. Retomó la llamada y le dijo a su novio, que acababa de atrapar a Harley Quinn. Unas palabras más y finalizaron la llamada.
—Yo no sé porque ella volvió al crimen...creí que se había olvidado de su hija y de su "puddin", o bueno, eso me hizo pensar Lucy.—
—Definitivamente está loca.—
Contestó Damián.
Ambos fueron a donde habían dejado sus motocicletas y emprendieron camino a la mansión.
Necesitaban descansar después de una gran noche.
Al llegar a la Bat-Cave, Alfred los recibió y le dijo a Adele que alguien quería verla. Ella dijo que tomaría una ducha primero y después vería a ese alguien.
Así lo hizo. Tomó la ducha y bajó las escaleras para ir a la sala, al ver que no había nadie, fue a la cocina y ¿cuál fue su sorpresa? Encontrar a su chico.
—¡Hey!—
La abrazó y después le plantó un beso, que no duró mucho, pues Tim hizo acto de presencia.
—¿Tú no tienes una novia a la cuál molestar?—
Drake sonrió ante la pregunta de su hermana. Ya se le había hecho costumbre, interrumpir los momentos entre su mejor amigo y su hermana.
—Ella me dejó muy claro, que sí me atrevía a interrumpir su sueño, me destrozaría cada pequeño hueso.—
Adele soltó una risita. Volvió a mirar a su novio y le sonrió.
Respecto a Tim, él ya había encontrado el amor con otra chica, pero esa es otra historia.
—¿Por qué no me dijiste que estabas aquí?—
—Quise darte una sorpresa.—
Ambos sonrieron y se besaron, ignorando el hecho de que Timothy estuviese presente.
—Claro, ya no los interrumpo más.—

—¡Vamos al karaoke!—
Sugirió Holly viendo a sus amigos. Adele arrugó la nariz. La idea no le agradaba del todo, pues a veces no terminaba bien. Solía beber demasiado y cantar cosas sin sentido, aunque a veces lograba contenerse. Una vez, se embriagó y subió al escenario a cantar "Girlfriend" de Avril Lavigne, para hecharle en cara a Conner, que odiaba a Meghan. En ese tiempo se habían tomado una especie de Break y pues, ella supuso que Conner había empezado algo con la alienígena.
—No lo sé.—
—Yo no me subiré a cantar.—
—Conner, tú nunca lo haces.—
Replicó la rubia.
—Vamos, estoy aburrido...y por lo menos, me burlaré de ustedes.—
Todos miraron mal a Roy. Él sólo alzó los hombros, realmente eso era lo único por lo que acompañaba a sus amigos al karaoke.
—Bien, hagámoslo...ya no tengo más dignidad que perder en ese lugar.—
Exclamó Wayne. La rubia sonrió ampliamente.
Llamaron a la mesera que los estaba atendiendo en el café y pidieron la cuenta. Después se dirigieron al karaoke.