Loca por las compras 🤷🏻‍♀️ 🛍

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—¡Miren! Me compré un suéter de Batman.—
Adele sacó de una bolsa, el suéter. Tim la miró sonriendo. Era un bonito suéter. Damián la ignoró.
—Es bonito.—
—Y también compré...un peluche de Red Robin... ¡es muy tierno y pachón!—
Sacó el peluche y se lo mostró a su tercer hermano mayor. Tim lo tomó entre las manos y sonrió. También era algo bonito. Y Damián, nuevamente la volvió a ignorar.
—También tengo uno para ti, Dami. Es tierno y pachoncito.—
La bolita de odio tomó el peluche y lo examinó.
—La capa no es del mismo tono de color que la mía.—
—Bien, sí no lo quieres...—
—Peero, aún así me lo quedaré.—
Adele sonrió. De otra bolsa sacó una pijama.
—¡Y miren! ¡Es una pijama de Batman! ¿No es genial?—
—Adele...¿compraste cosas que tienen que ver con la Bat-Family?—
Le preguntó el tercer petirrojo con una ceja alzada.
—¡Siiii! Abrieron una nueva tienda y es genial. Tienen muchas cosas.—
Damián rodó los ojos.
—¿Por qué no puedes dejar de comportarte como una niña?—
—Dami, yo me puedo comportar como una niña cuántas veces quiera, pero...sí debo actuar como una adulta madura, lo hago. O sea, no me puedo amargar la vida.—
La chica sacó de otra bolsa, una caja en la cual había un muñeco de Red Hood.
—Se lo enseñaré a Jay...le encantará.—
—¿Y a Dick no le trajiste nada?—
—Oh, no fue necesario...él me acompañó a la tienda, llevó a los mellizos y les compró muchos juguetes...la mayoría tienen que ver con Nightwing.—
El de ojos color esmeralda volvió a rodar los ojos. Esos dos eran iguales. Se comportaban como niños.
—¡Mira Tim! Encontré una pijama de Red Robin, cuando la vi, dije: "esto le encantará a Tim". Y te la traje.—
—Gracias.—
Contestó el de ojos azules mirando con una sonrisa su pijama. La usaría esa noche.
—Y el egocéntrico, soy yo.—
—También hay una para ti Dami.—
La chica le extendió el conjunto.
—Dame eso...es mío.—
Le arrebató el conjunto y corrió a guardarlo a su armario.
—¡Le mostraré las cosas a los demás!—
—¿A quiénes les compraste cosas?—
—¡A todos! A papá, a mamá, a Jay, a ustedes, a Conner, a Wally, al señor Kent, a Holly, al señor Queen, a Roy, a Gar, a Alfred también...¡a mí!—
Adele salió corriendo en busca de los integrantes de su familia, para darles los obsequios.
—¿Habrá gastado toda su tarjeta en eso?—
—No lo creo...por lo que veo, hay rebajas por nueva apertura.—
Le contestó Damián. Tim lo volteó a ver curioso. En el teléfono de Damián, estaba toda la información sobre esa nueva tienda.
—¿Enserio?—
—¿Qué? Tienen muchas cosas.—
—¿Por qué no puedes dejar de comportarte como una niña?—
Exclamó el mayor, imitando la voz que la bolita de odio había usado con su hermana. Damián rodó los ojos, se puso de pie y salió hacia el jardín.

Del lado Adele...
—Oye, cariño...todo esto es muy lindo, pero...¿dónde lo conseguiste?—
—Abrieron una tienda nueva y es genial...¡tienen muchas cosas!—
Bruce sonrió y miró el Batman de peluche. Era tierno y pachoncito. Selina también sonrió al ver su pequeño peluche de Catwoman.
—Los veré luego, ahora debo ir a entregar estas cosas.—
La menor salió corriendo con una enorme sonrisa en el rostro. Tomó su coche y empezó a conducir en dirección a Monte Justicia.
Iba muy contenta, cantando sus canciones favoritas de su playlist. Sí tenía que parar por algún semáforo en rojo o algo así, bailaba y cantaba más fuerte.
Después de un camino algo largo, salió del coche con un montón de bolsas y entró al lugar.
—¡Hola a todos!—
Saludó muy feliz. Holly, Conner, Wally y Gar también la saludaron. Meghan rodó los ojos y se fue a otra habitación, con tal de no ver a la chica Wayne.
—¿Qué traes ahí murciélago engreído?—
Preguntó divertida la rubia.
—¡Regalos, rubia delicada!—
Le respondió la peli-negra con el mismo tono juguetón. Se acercó conservando su enorme sonrisa.
—Esto es para ti...los demás, por favor entrégaselos a tu padre y hermano.—
Le extendió a Holly, un muñeco de Speedy y otro de Arrow y Arsenal.
—Esto es para Gar y esto para Wallace.—
Les dió sus respectivos regalos a los chicos. Se acercó a Conner más juguetona.
—¿Hay algo para mí?—
—¡Claro! Tengo un mini Conner por...—
—¡¿Dijiste un mini Conner?!—
Preguntó Dick apareciendo en la sala. Adele asintió emocionada.
—¿Cuándo llegaste? Creí que estarías en la...—
—¿Cómo que un mini Conner? Un segundo...¿tú te refieres a eso o a lo otro?—
La chica Wayne arrugó el entrecejo. No entendía a que se refería su hermano con eso o lo otro.
—¿Ah? ¿De qué...?—
—Pero aún eres una niña...¡¿Cómo pudiste hacerlo?! Mataré a Conner.—
—Pero, ¿por qué? Él sólo iba a recibir su regalo.—
Adele sacó de la bolsa, el pequeño muñeco de Superboy. Dick suspiró aliviado.
—¡Ah! Era eso.—
—¿Tú que pensaste?—
—Lo siento, es que...cuando Babs me dijo que estaba embarazada, dijo: "creo que tendremos un mini Richard".—
—Ah...¡oye! Eres muy mal pensado.—
Todos soltaron una risa. La peli-negra siguió sacando todos las cosas que había comprado en la tienda. Ropa, juguetes, videojuegos, decoraciones, pósters. Traía muchas cosas.
—¡Miren! Es una taza de Superman.—
Todos se acercaron a ver la taza.
—Cielo, creo que compraste muchas cosas.—
—¡Claro que no! Dicky compró el triple de cosas que yo.—
—¿Eso es verdad?—
Dijo Holly mirando al mayor. Él asintió.
—Abrieron una nueva tienda...tienen muchas cosas.—
—Deberíamos ir a esa tienda.—
Sugirió la rubia.
—Oh no, tú no Holly.—
—¿Por qué no?—
—Porque te vuelves loca...la vez pasada, casi golpeabas a una chica por llevarse el vestido que querías.—
Dijo Adele. Holly hizo una mueca. Era cierto, ella estaba loca por las compras. Amaba ir al Centro Comercial y gastar su dinero en muchas cosas.
—Pero ese vestido no lo tenía.—
—¡Holly! ¡Llevabas uno de cada color!—
—Déjame en paz...todos tenemos problemas, por ejemplo tú...estuviste una semana comiendo gomitas en forma de ositos sin parar.—
—Me supe controlar.—
—¡Claro! Por eso en la mansión Wayne está prohibido entrar con gomitas en forma de ositos.—
La chica Wayne bufó. Eran unas gomitas adorables y deliciosas.

The Life of a Wayne Girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora