—¿Puedes creer que estuve esperando a Ryan, por dos horas? O sea, cuando regrese a casa, él me llamo y dijo que lo disculpara.—
Dijo Holly con una mueca.
—¿Y? ¿Qué hiciste?—
—Obviamente le dije que se fuera a la mi**da.—
Después de regresar de Tierra 3, Holly había conseguido salir con un muchacho guapo, que conoció en una cafetería. Pero, no era perfecto.
—¡Holly! ¿Cómo te atreves? Hay una niña aquí.—
Le replicó Adele, mientras le cubría los oídos a Hailee con las manos. La pequeña de nueve meses miró a su tía con una sonrisa.
—¡Ay! Como sí ella no escuchara las palabrotas que dice su padre.—
Contestó la rubia, mientras movía la mano, restándole importancia al asunto.
—Si, pero...como sea, frente a mis sobrinos, tienes prohibido hablar de esa forma.—
Sentenció la peli-negra.
—Ya, está bien. Como te decía, Ryan me dejó plantada. Dice que lo hizo, porque tuvo práctica de fútbol con el equipo de la Universidad...¡el equipo de la Universidad es más importante que yo! Ahora resulta. Y se le olvidó informarme.—
Rodó los ojos. Sorbió el jugo del popote que tenía su vaso de jugo. Adele le quitó el popote de forma brusca.
—¡Hey! ¿Qué car**jos te pasa?—
—¡Holly! En primera, deja de decir groserías frente a la pequeña...¡no quiero que tenga lenguaje de albañil como tú, Harper y Jason!—
—Ay, sí tú también dices groserías.—
—P-porque se me escapan.—
—Además, ni que fuera tu hija.—
—No lo es, pero su mamá me pidió cuidarla y me dijo que si tú venías, que te prohibiera decir y hacer estupi...cosas malas.—
—¡Ja! Ya casi decías una mala palabra.—
La chica Wayne bufó. Rodó los ojos y volteó a ver a la niña, quien soltó una risita como sí supiera lo que estaba pasando.
—Y en segunda, los popotes están matando a las tortugas. Debemos poner un buen ejemplo a la pequeña Hailee y a todos los niños.—
—Eso sonó muy Tim, cuando habla de un episodio de National Geographic.—
Adele rodó los ojos, tomó a la bebé en brazos y la llevó a su cuna, pues ella empezaba a bostezar. La acostó y espero a que se durmiera.
Pasado unos minutos, regresó con su amiga para seguir con la charla.
—Estoy segura de que el chico de la otra Tierra, no me hubiese cambiado por un estúpido entrenamiento de fútbol.—
—Holly, olvídalo a él...y dejemos de hablar de esas cosas, porque siento que el tema del Universo paralelo y los dopelangers, me frustran.—
—Doppelgängers, se dice doppelgängers. Además, fue divertido ver sus dobles.—
—¡Ay ya! Sígueme hablando de Ronald.—
—Se llama Ryan.—
—Es lo mismo.—
Holly bebió del jugo y miró a su amiga.
—Discutimos. Me dijo que era muy tóxica. ¿Tú crees que sea muy tóxica?—
—Noo.—
Le contestó Adele con sarcasmo. Holly tomó el popote que su amiga le había quitado y se lo aventó en la cara a ella. En ese momento, la esposa de Jason iba entrando a la casa.
—Hola chicas.—
—Hola Karol.—
Contestaron ambas amigas al unísono.
—K, ¿crees que soy tóxica?—
—Noo.—
Le respondió con el mismo sarcasmo que Adele había utilizado. Queen gruñó. Esperaba que Karol fuera más comprensiva, pero no fue así.
—Ash, como sea.—
El teléfono de Adele sonó, indicando que tenía una llamada. Ella miró la pantalla. Era Dick.
—¿Hola?—
—Baby Wayne necesito de tu ayuda.—
—¿Qué sucede?—
—Uhm, este...verás...creo que perdí a mis hijos.—
—Babs, ¿le pidió el divorcio?—
Cuestionó Holly. Había escuchado la última frase que Richard le había dicho a su hermana.
—¡Holly!—
Reprendió la chica Wayne.
—¿Cómo qué perdiste a tus hijos?—
—Bueno, será mejor que vengas...acá te explico.—
—De acuerdo, voy en camino.—
La peli-negra finalizó la llamada. Tomó su chaqueta y guardó su teléfono en el bolso.
—¿Qué pasó?—
Preguntó la señora Todd.
—No sé muy bien...sólo sé que Dick está en serios problemas...Hailee está en su cuna dormida.—
Karol les agradeció a las chicas por cuidar a la pequeña Todd.
Holly y Adele fueron hasta el edificio en donde vivía Dick y su familia. Dentro de la casa, Dick tenía un desastre.
—¿Qué pasó exactamente?—
—Bueno...estaba sentado trabajando en un caso, se suponía que Max y Katy estaban durmiendo. Fui a verlos, pero no estaban en la habitación.—
—¿Y por qué el desastre?—
Dijo la rubia mirando por todos lados, con la nariz arrugada.
—Porque empecé a buscarlos por todas partes. En casa no están.—
—¿Buscaste debajo del sillón? Recuerda que Hailee mató del susto a Jason, por estar dormida debajo del sillón.—
Mencionó la menor, recordando ese día cómico.
—Si, ya lo hice. Deben estar fuera.—
—¿Abriste la puerta alguna vez?—
—Uhm...si...si lo hice, cuando le abrí la puerta al repartidor de pizza...sólo en esa ocasión.—
—Pudieron haberse escapado.—
Concluyó la rubia.
Así que, los tres empezaron a buscar por todo el edificio a los pequeños Grayson. Iban buscando de forma individual. Adele miró a una ancianita muy adorable, se le acercó a preguntar por los bebés.
—Hola, disculpe que la moleste, pero...de casualidad, ¿ha visto a un bebé...o dos bebés?—
—¿Bebés? ¿No eres muy joven aún para tener bebés?—
—Uhm, no son...—
—Mírate, eres muy joven...¿has dicho bebés? Así que, no sólo tienes uno, sino dos.—
Adele soltó un suspiro. Una larga charla iba a empezar.
—Sólo quiero saber sí...—
—En mis tiempos, solíamos tener muchos hijos...—
—Eso suena bien, pero, ¿los ha visto?—
—¿A quienes?—
—A los bebés.—
—¿Cuáles bebés?—
—De los que estábamos hablando.—
—Oh, tus hijos...¿cómo son?—
—No son mis hijos, pero eso no es importante...la niña es pelirroja y el niño es de cabello azabache, ambos tienen los ojos azules.—
La señora vaciló un poco.
—¿Quién es pelirrojo? ¿Tú o tu esposo?—
—Claramente yo no soy pelirroja, además, no estoy casada.—
—¿No lo estás? Oh, no me digas, querida ¿eres divorciada?—
Adele soltó un gruñido. La situación ya la estaba desesperando. Sólo quería saber sí sabía o no, dónde estaban los mellizos.
—Nunca me he casado.—
—Entonces, ¿madre soltera? Si, eso debe ser. Ah, sí Michael me hubiese abandonado, lo conocí en el verano del 78.—
—¿Vió o no vió a los niños?—
—¿Son niños o bebés?—
—Gracias por su ayuda.—
La chica Wayne dió media vuelta para irse, pero la señora quería seguir con la conversación.
—Háblame más de ellos.—
—Son mellizos, la niña vestía un overol color blanco con una blusa color rosa pastel y el...—
—Oh, pastel...recuerdo que Mike me compró pastel. Pastel de chocolate.—
—Suena interesante.—
—¿Te parece? Te contaré nuestra historia.—
—¡No, yo sólo...!—
—Entonces lo vi y mi corazón empezó a latir de forma anormal...Mientras, del lado de Holly...
—¡Eres un maldito pitufo grosero!—
Le gritó la rubia a un niño de diez años, que se burlaba de ella.
—Yo seré un pitufo, pero tú eres una rubia oxigenada, ¿qué color de tinte usaste?—
—¡Soy rubia natural!—
—Y yo soy Robin.—
—Robin es chaparro, pero no tanto.—
—¿Lo conoces?—
—¡Déjame en paz y ve a cuidar a tu oso de felpa con el que duermes en la noche! ¡Estúpido niño!—
El niño arrugó la nariz. La madre de él venía en dirección a ellos, cuando escuchó lo que Holly le dijo a su hijo.
—¡¿Cómo te atreves a hablarle así a mi hijo?! ¡Maldita bruja de cabello teñido!—
—¡Soy rubia natural!—
—Y yo soy Wonder Woman.—
—¡Wonder Woman no está gorda!—
—¡Le dijiste a mi hijo, estúpido y encima me llamaste gorda!—
—¡Me enorgullece ser tan honesta!—
—¡Maldita adolescente tóxica!Y del lado de Dick...
—¿Dices que...q-quieres hablar con los niños? ¿Cómo p-puedes querer hablar con los niños, sí ellos no saben hablar?—
—Dick, ¿por que estás tan nervioso? ¿Dónde están mis hijos?—
—Ellos...e-ellos están bien, cariño.—
—Richard, ¿ahora qué hiciste?
—¡Te juro que no vi cuando escaparon!—
—¿Escaparon? ¡¿No están contigo?!—
—Bueno...—
—Richard John Grayson...¡SÍ LLEGO Y NO LOS VEO, TE VOY A MATAR! Lenta y dolorosamente. Así que más vale que vayas rezando.—
Barbara le colgó. Dick tragó saliva.
—Bueno, haré mi última petición.—
En ese momento Holly se encontró con él.
—No los he encontrado.—
—Babs me matará.—
—Dick, ¿crees soy tóxica?—
—Noo.—
Dijo él con sarcasmo. La rubia gruñó y le soltó un golpe en la mejilla a su amigo.
—Ouch, sólo fui honesto.—
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The Life of a Wayne Girl.
FanfictionSegunda parte de My new life. My new family. Dos años han pasado desde el encierro de Lucy Quinzel. Nuevas aventuras en la familia Wayne, problemas de pareja entre Adele y Conner, viajeros de otros sitios... una muerte inesperada... The life of a Wa...