Hospital.

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—¡Que estoy bien!—
Exclamó Adele un poco molesta por la exageración de su familia. Bruce negó con la cabeza. Selina mantuvo sus ganas de llorar. Dick y Tim la empezaron a llenar de preguntas. Damián y Jason la regañaban. Y Holly...ella se había ido a tomar un café.
—Casi te matan...¿y aún así estás bien?—
—Damián, estoy bien.—
—Claro...pondremos en tu tumba: "dijo que estaba bien y se murió."—
Respondió el chico de ojos color esmeralda con sarcasmo. Su hermana rodó los ojos.
—Así que...¿nos dirás por qué Lucy Quinzel te disparó?—
Preguntó Bruce. La menor soltó un suspiro. Tan sólo recordar el porque, la hacía sentir orgullosa de sí misma. No cualquiera habría hecho lo que ella hizo.
—Ella armó un caos en el parque...estuvo a punto de dispararle a una niña y yo, claramente no iba a permitir eso.—
En ese momento, todos la voltearon a ver con algo de sorpresa.
—Así que, ¿está en esa cama, porque le salvaste la vida a una niña?—
—Digamos que si.—
Murmuró. Pasado unos segundos, Holly entró a la habitación con un café en la mano y con una niña a su lado.
—Adele, tienes visitas.—
Comentó la rubia con una sonrisa. La niña miró a todos un poco asustada, se refugió detrás de la chica que venía con ella. La peli-negra sonrió al instante de ver a la pequeña de cabello castaño y ojos color ámbar.
—¡Hola!—
Saludó animada.
—¿Quién es ella?—
Cuestionó Tim confundido. Holly vió a la familia Wayne y luego a Adele. Ellos comprendieron que la niña era a quién la hija menor de Bruce había salvado.
—Quiero hablar con ella.—
Dijo en un susurro la pequeña.
—Bien, supongo que...nos vamos.—
Mencionó Selina. Los chicos, Bruce y Holly obedecieron la orden, porque sabían que de lo contrario, estarían en problemas. Así que, Adele se quedó a solas con la niña.
—Lo siento.—
Susurró la menor. Adele arrugó el entrecejo.
—¿Lo sientes? ¿Qué cosa?—
—No quería que te lastimaran.—
La peli-negra sintió que una parte de su corazón se ponía sensible. Definitivamente, los niños tenían una inocencia pura.
—Hey, tranquila...aún estoy con vida.—
Dijo tratando de levantarle el ánimo a la castaña.
—Te agradezco por salvarme.—
—No tienes que agradecer....uhm, ¿cuál es tu nombre?—
Ella la vió con una sonrisa de lado. En el pequeño momento que llevaban hablando, no se había atrevido a verla a los ojos por miedo.
—Elif.—
—¿Elif? ¿Lo dije bien?—
La menor asintió emocionada. Tomó un poco más de confianza y se acercó a la joven.
—Es un bonito nombre...¿qué significa?—
—"La que es fina y alta"...eso dijo  Leyla...también dijo que era la primera letra del alfabeto árabe.—
—Interesante...¿Leyla es tu mamá?—
Ella negó.
—No conozco a mi mamá.—
—Oh, yo...—
—Tampoco a mi papá.—
Adele hizo una mueca, porque sintió algo de tristeza por la pequeña, sin embargo, ella no parecía estar triste. La idea no la molestaba.
—¿Tu papá estará molesto?—
—¿Por qué lo estaría?—
Preguntó juguetona la mayor.
—Eso pensé...casi mueres por salvarme.—
Susurró cabizbaja.
—Bueno, él no estará molesto... porque tú no tienes la culpa de nada.—
La niña sonrió ampliamente y levantó la cabeza.
—Tu familia es muuuy grande.—
—Uh, y no has visto a los demás...por cierto, ¿con quién has venido?—
—Con Leyla.—
Justo en ese momento, Holly había entrado con la tal Leyla, una mujer que se encargaba de cuidarla.










—Selina, no tenías nada de que preocuparte...ya la darán de alta.—
Le dijo Bruce a su esposa, mientras salían del elevador. Jason y Holly iban con ellos.
—¿Cómo no me voy a preocupar? Soy su mamá, su dolor es mi dolor y su alegría es la mía.—
—Tú lo has dicho, eres su mamá y ella es igual de fuerte que tú.—
Ella hizo una mueca. Siguieron caminando. Bruce iba a decir algo más para tranquilizar a la Señora Wayne, pero se vió interrumpido cuando pasó Tim jalando una silla de ruedas en la que estaba Adele y Damián jalando otra en la que estaba Dick.
—¡Yei!—
Gritó la menor alzando los brazos.
—¡Más rápido Dami, no están ganando!—
Los mayores se vieron entre ellos. Sus hijos eran únicos.
—Apuesto diez dólares a la chica de la noche.—
Exclamó la chica Queen.
—Rubia, tenemos una apuesta.—
Respondió Jason. Bruce miró a sus hijos con algo de alegría y decepción a la vez. De tooodo lo que les había enseñado, ninguno había aprendido a madurar.
—¡A la derecha, a la derecha!—
Gritaban Adele y Dick a las personas que se topaban en el camino y que por lo tanto, les impedían el paso. La menor soltaba chillidos de la emoción.
En un momento, ella empujó con su pie la silla en donde estaba su hermano; así que la hizo girar y que Damián perdiera el control de esta.
—Eso que ven ahí, es el castigo por los muchos errores que cometí en mi vida.—
Comentó Bruce señalando la escena.
—¿Hablas de Adele y Damián o del show que están montando?—
Selina le dió un golpe en la cabeza a Jason por lo que había dicho. El del mechón blanco soltó una risa.
—Hablo de lo inmaduros que resultaron mis hijos. TODOS.—
—¿Cuento yo?—
—Si, Jason, si.—
—¡Hey!—
Reclamó la menor de los Wayne, cuando Dick la había empujado con su pie.
—¡El karma es real, baby Wayne!—
—¡Empújalo, Timmy!—
El mencionado así lo hizo. Un médico se hizo a un lado antes de que Adele y Tim lo atropellaran.
—¡Ya veo la meta, ya veo la meta!—
Canturreó la peli-negra. Tim aceleró para llegar y restregarle en la cara a Damián su victoria. Pero, entonces, la bolita de odio, empujó la silla de su hermana con la suya y en el proceso casi se llevaban a una enfermera que llevaba una charola con medicamentos.
—¡Ja! ¡Ganamos!—
—Maldición.—
Murmuró Adele levantándose del suelo, pues cuando su hermano los empujó, le provocó una caída aparatosa a ella y que Tim se estrellará contra la pared.
Jason sonrió y estiró la mano para que Holly le diera los diez dólares.
—Gracias.—
Dijo cuando ella le entregó el dinero.
—¿Están locos? ¿Cómo se les ocurre jugar en un hospital?—
Exclamó Bruce enfadado.
—Papá, no sólo estábamos jugando...también estábamos practicando para cuando tuviésemos que huir con sillas de ruedas.—
Dijo Adele.
—Eso no te lo enseñan en la Academia de Robin's.—
Susurró Dick mientras le guiñaba un ojo al mayor. Él los vió mal.
—Su hermana acaba de ser dada de alta por un disparo en el estómago y a ustedes parece no importarles.—
Replicó Selina muuuy molesta, se acercó a su hija y empezó a examinarla y a hacerle preguntas para saber sí no estaba herida. Al ver que ella estaba bien, salieron del hospital y entraron a la limusina.
Dentro, empezaron a hablar de la carrera que los chicos habían tenido.
—No puedes llamarle victoria sí haces trampa.—
Mencionó Holly mirando a Damián.
—No hice trampa...hice lo mismo que ella había hecho antes. Ella empezó haciendo trampa.—
Le respondió.
—¿En qué parte de las reglas decía que no podía hacerlo?—
Atacó Adele sonriendo.
—No lo sé, probablemente en la misma página en la que dice que es estúpido sí retas a alguien a una carrera en silla de ruedas.—
Contra-atacó el de ojos color esmeralda.
—Y más estúpido sí aceptas.—
—Hey, rubia, sé lo que tratas de hacer, pero te informo que no recuperarás tu dinero.—
Le dijo Jason a Holly, ella le sacó la lengua infantilmente. No es que le importara el dinero, su orgullo, era su orgullo y dignidad.
Más tarde, cuando llegaron a la Mansión, Adele le preguntó a Holly por Conner; pues la rubia era la que se había encargado de informar a la familia sobre el accidente que había tenido la menor de los Wayne. Ella le había explicado que Conner había ido a una misión junto a Clark.
—¡Te extrañé tanto!—
Chilló emocionada la joven al ver su cama. Se tiró sobre ella boca abajo y soltó una risita. Le ordenaron descansar y ella, sin rechistar, acepto; pues realmente necesitaba un descanso.
—¡Vivamos siempre juntas! ¡Acompáñame a cualquier lugar del mundo, por favor!—
—Necesito habla contigo.—
Dijo Damián entrando a la habitación de su hermana, ella se puso de pie y lo vió con el ceño fruncido.
—¿No te enseñaron a tocar? Es la habitación de una señorita, no de un idiota patán como tú.—
—Bieeen...—
El azabache sonrió, salió, cerró la puerta y tocó. El gruñido de su hermana, lo hizo reír y volver.
—Muy gracioso, Babybird.—
—¡Te prohibido que me digas así!—
La chica soltó una carcajada y se sentó en la cama, al igual que ella, Damián tomó asiento a su lado.
—Dijiste "necesito hablar contigo"...normalmente dices: "te diré algo" y ¡pum! Hablas y hablas y me obligas a escucharte.—
—¿Dices que odias ser mi psicóloga?—
La peli-negra lo volteó a ver con una sonrisa burlona.
—En primera, no soy psicóloga, la psicóloga es tu novia y en segunda...me gusta que confíes en mí. Ahora...suelta.—
El chico bajó la cabeza un poco apenado. Sonrió y su hermana lo notó; así que le sonrió y revolvió su cabello como sí fuese el más pequeño de los dos.
El chico de ojos color esmeralda meditó lo que le iba a decir a la menor, sabía que siempre iba contar con su apoyo. "Sí te tengo que felicitar, lo haré...sí te tengo que reprender, lo haré." Es lo que Adele le decía siempre que se acercaba a pedirle un consejo.
—Quiero pedirle a Annie que se case conmigo.—
Soltó de repente. Su hermana lo vió con los ojos ampliamente abiertos. Sonrió y soltó un chillido.
—¡Eso es genial! ¡Damián, es una buena idea!—
—¡Pero, cállate! Aún no se lo pido, no sé sí ella acepte o me rechace.—
—Recuerdo cuando dijiste que no sabías sí ella sentía lo mismo por ti...Dami, ella te ama, apuesto a que te dirá que si.—
El chico sonrió de lado. El positivismo de la menor, lo hacía tomar fuerza y valentía para decirle a Annie lo que ansiaba con ganas.
—Eso espero.—
—No tienes que pedírselo de la forma más romántica. Hazlo a tu manera.—
—Así lo haré...como Todd, que le pidió matrimonio a Williams en medio de una pelea con villanos.—
—Fue tierno y gracioso a la vez.—
Ambos soltaron una pequeña risa. De pronto, la menor sintió algo de melancolía. Amaba mucho a sus hermanos, pues ellos siempre la habían apoyado cuando recién había llegado a la mansión Wayne. Cuando ella tenía ganas de rendirse y caer, ellos estaban ahí para levantarla y darle ánimos. Sí quería llorar, ellos la abrazaban y dejaban que se desahogara.
Vió a Dick ser feliz junto a Babs. Vió a Jason cambiar demasiado junto a Karol. Vió a Tim, encontrar a una chica que robo su corazón y la hizo olvidar dentro de lo que cabe a Steph. Y miraría a Damián ser feliz junto a la mujer que amaba.
—Te felicito...has cambiado mucho...y para bien. En verdad me alegra lo que vas a hacer.—
Él le sonrió. Abrió los brazos y se acercó a su hermano para abrazarlo. Damián no lo dudó y la abrazó.
—Gracias. Será denigrante decirlo, pero...eres mi hermanita y te agradezco todo el apoyo que me has dado. Debo confesar que en un principio odié tu presencia, porque pensé que te robarías toda la atención, pero al final...lograste robarte una parte de mi corazón.—
—Awww, es lo más lindo que me has dicho, Dami. Que cursi.—
Se separaron del abrazo. Sonrieron.
—No te acostumbres.—
—No le digas a Dick...ni a Jason, ni a Tim...pero creo que te prefiero un poquito más que a ellos.—
—¿Un poquito?—
—Si.—
—Creo que también te prefiero un poquito más. Por cierto...te ves horrorosa así vestida.—
Adele le dió un golpe en el hombro y ambos se soltaron a reír. Era verdad, se veía algo mal. Pans gris y blusa holgada color bronce...¡ah! Cabello suelto y enredado. Definitivamente, tenía días mejores.
—Tienes razón...me veo patética.—






¡Hey! ¿Cómo están todos? 🤗
Quiero aclarar que la parte del cap de la silla de ruedas, está inspirado en una de mis series favoritas 😉
Y bueno, creo que es uno de los caps más largos que he escrito en esta historia. Me llegó la inspiración 🤪
Espero que les haya gustado mucho, tanto como a mi me gustó escribirlo, sí fue así, les agradecería infinitamente su 🌟 y también su comentario, ¿por qué no?

¡¡¡Los quiero!!!
😘

The Life of a Wayne Girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora