Capítulo 25

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La luminosidad comenzó a conquillear sus ojos, además de sentir un poco de frío. Lentamente sus azules ojos fueron abriéndose, ajustando la intensidad de luz que había en la habitación.

Notó que estaba abrazada a algo que no era el cuerpo de su hermosa dama, sino una simple almohada, y un poco más allá sus compañeros de hogar, Bowie y Blondie dormían casi haciendo un solo cuerpo

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Notó que estaba abrazada a algo que no era el cuerpo de su hermosa dama, sino una simple almohada, y un poco más allá sus compañeros de hogar, Bowie y Blondie dormían casi haciendo un solo cuerpo.

Los miró por un instante mientras sus ojos terminaban de abrirse y su mente comenzaba a reaccionar a su estado de consciencia

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Los miró por un instante mientras sus ojos terminaban de abrirse y su mente comenzaba a reaccionar a su estado de consciencia. Unos rebeldes cabellos rubios cubrían parte de su rostro y comenzaban a hacerle cosquillas, asi que los retiró dejando salir el aire algo pesado, para luego estirar su cuerpo como sus amigos felinos.

Una vez que giró su cuerpo quedando boca a arriba, todo lo de la noche madrugada anterior vino a su mente como demasiado pesado, frotó su rostro para terminar de sacarse esa sensación de sueño aun. Se meseo los cabellos y salió de las cobijas sentándose en la cama mirando a su lado, donde supuestamente debería estar Lexa. De inmediato buscó el reloj de su padre sobre la mesita de noche para mirar la hora, eran las 10:47 de la mañana. Su desnudo torso y brazos comenzaron a sentir el frío de salir debajo de esas cobijas. Además extrañó no tener a su lado a la castaña, y esperaba que no se haya ido.

Luego de besarse con pasión y muchos sentimientos envueltos en ese maravilloso beso en el automóvil de Ontari, Lexa aceptó quedarse con Clarke en su departamento. No habían hecho el amor, era en verdad muy tarde y después de tantas emociones en una misma noche, ambas estaban agotadas. Asi que luego de cepillarse los dientes, y sacarse las ropas, se metieron en la cama. Clarke enseguida abrazó el cuerpo de Lexa con el suyo, las dos estaban completamente desnudas, sintiendo la agradable sensación de sus propios calores en uno solo, sintiéndolo algo tan natural y tan seguro.

Clarke la había acariciado y dado pequeños dulces besos hasta que sintió como la respiración de Lexa se apausaba, y dejaba salir el aire de sus labios apenas entreabiertos lentamente. La castaña no había dicho prácticamente nada en respuesta a esa sentida y muy honesta propuesta y confesión de Clarke, pero la rubia no la necesitaba en verdad, el solo hecho de besarla de esa manera, y posteriormente quedarse con ella, le indicaba que Lexa estaba dispuesta a esa relación entre ellas y el corazón de Clarke había hecho una verdadera fiesta.

Más que una mujer  [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora