Más que una mujer [Completa]

Capítulo 37

Clarke se disculpó un momento ya que necesitaba visitar el baño una vez más antes de dormirse, dejando a Lexa sola en la cama. Pero en cuanto minutos más tarde regresó a la habitación, la castaña le dió una mirada muy atrevida, junto con esa sonrisa de lado levantó las sábanas dejando ver su bello cuerpo completamente desnudo para su novia detective. La castaña se había despojado de sus pocas ropas, ya que le encantaba sentir piel a piel el cuerpo de su amada rubia, aunque también tenía esos deseos, que a pesar del cansancio siempre estaban allí presentes.

Clarke sonrió cómplice deleitándose con esas vistas por un instante, y muy tentada a iniciar algo, pero ambas en verdad que no tenían un resto mínimo de energía, y tampoco contaban con muchas horas para descansar realmente. A las cinco de la tarde debían estar en esa escuela para retirar a la hija de Tina, luego que Clarke se presentara como oficial de la policía y explicara a las autoridades lo que había sucedido con la madre de la niña. Y eran nada menos que las 12:23 del mediodía, en un muy rápido chequeo que hizo la detective en el reloj pulsera de su padre que siempre llevaba puesto.

Pero ni modo pensó Clarke, quitándose las pocas ropas que llevaba puesta para al menos descansar sintiendo la piel de su amada junto a la suya debajo de las sábanas.

-    Hmmm.... Como desearía tener un poquitín de energía y más tiempo... - Expresó apenada Clarke ingresando debajo de las sábanas.

-    Si, yo también no lo dudes.... – Respondió con morritos en el rostro Lexa dejándose abrazar por esos brazos de su rubia detective, que de inmediato acercó el calor de su cuerpo al suyo envolviéndolo.

-    Ven aquí amor.... Nunca, y repito, nunca vuelvas a hacer eso... - Dijo Clarke sujetando a su novia y depositando un dulce beso en la coronilla de su cabeza, mientras Lexa apoyaba su oído sobre ese fuerte corazón de su novia, que tanto gustaba de escuchar al dormirse en sus brazos.

-    ¿Hacer que...? – Preguntó Lexa sabiendo perfectamente a que se refería Clarke, pero ella deseaba hacerse un poquitín la tonta con el tema. En parte a la castaña no le agradó que su novia hubiera presenciado lo que era capaz de hacer, ser esa HEDA, que algún día tuvo que ser para sobrevivir en las calles de Boston. Pero bajo las circunstancias de salvarle la vida lo hubiera hecho mil veces más, de eso no tenía la menor duda.

-    A hacerte la heroína tipo esa Alicia Clark en Fear the Walking Dead, pateando traseros en vez de zombies, en este caso de criminales, arriesgando la vida de esa manera loca... - Protestó Clarke, haciendo que los brazos de Lexa se sujetaran más aun a su cuerpo, escondiendo su rostro en el pecho de la detective, como la niña traviesa que había sido.

-    Lo volvería a hacer mil veces si eso significa salvarte la vida... Como tu lo has hecho ya nosé cuantas veces conmigo Clarke... - Respondió Lexa saliendo de su cálido escondite y ahora elevando sus verdes ojos a los azules oceánicos de su novia que la miró con agradecimiento y amor, pero también preocupados.

-    Ese es mi trabajo mi amor... Pero no creas que no soy agradecida, lo estoy y mucho, y te lo he dicho pero igual... - Respondió la detective para luego besar su frente con dulzura.

-    Es más que eso y lo sabes... - Dijo Lexa, sabiendo perfectamente que no solo Clarke lo hacía porque era su trabajo, sino porque la amaba.

-    Lo que sea... no quiero que te pongas en ese peligro nunca más, ni siquiera por salvarme la vida Lex. No podría vivir si algo te sucediera... ¿puedes entender eso mi amor? Te amo...

-    Yo también te amo mi sexy detective... y no sabes lo feliz que estoy de que estés bien...