Capítulo 6

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Luego de cenar algo Lexa tomó un refrescante baño. Lleno la tina de agua a temperatura media, como a ella le gustaba, encendió las varias velas alrededor, para darle ese ambiente relajado y tenue. Además, era una amante de las velas aromáticas, así que prendió un par de aroma a lavanda y a vainilla.

Buscó en la lista de música de su teléfono, algunas baladas bastante chill, para completar el perfecto momento en el que su mente se desenchufaba, retirándose a algún lugar lejano, y todos los músculos de su cuerpo se distendían agradablemente bajo la calidez del agua y las burbujas. A veces incluso gustaba de meditar mientras tomaba esos baños de inmersión. Sin lugar a duda el agua era su habitad favorita, ella gustaba imaginarse como un agraciado cisne blanco nadando en un calmo lago.

Puso una de sus canciones favoritas, "Praying for time", del cantante inglés George Michael, sonriendo, jugando un poco con la blanca espuma que cubría su cuerpo. 

A los pocos segundos su teléfono vibró, interrumpiendo la buena música, haciendo que sus ojos se fijaran en la pantalla, algo extrañada por la hora. Eran las 3:18 de la madrugada, y sus amigos o contactos no la llamaban a esas horas, a no ser que fuera una emergencia. Pero cuando leyó el breve mensaje en la pantalla, sus labios se curvaron sintiendo esa energía recorrer su cuerpo nuevamente...

'C.G.

Espero hayas llegado bien a casa. Gracias nuevamente por llevarme a la mía.'

'

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Pensó unos instantes si le contestaba a la linda detective. Ella sabía bien que se estaba metiendo en problemas, a pesar de que esa noche había rechazado la tentadora invitación de Clarke de subir a su departamento cuando habían llegado a su edificio. Lexa había argumentado que no podía relacionarse con los clientes, y la detective pareció entenderlo sin problemas, pero le pidió su teléfono para darle su número por si alguna vez necesitaba ayuda, ya que acorde con la oficial, le debía una, por haberla ayudado con esos idiotas.

Lexa en realidad le hubiera gustado decirle que ella le debía nada menos que la vida, el que ella estuviera allí parada frente a Clarke mismo. Que ocho años atrás la detective y su padre le habían salvado la vida dándole la oportunidad de salir de ese infierno y recomenzar. Pero por algún motivo decidió guardar silencio y simplemente le extendió su teléfono, curvando levemente sus labios.

Clarke anotó su número con las iniciales de su nombre, y rápidamente antes de devolverle su teléfono a Lexa, envió un mensaje al suyo propio, para tener guardado el número de la bella morena, quien alzó sus cejas y sacudió su cabeza sonriendo ante el atrevimiento. Sin lugar a duda Clarke Griffin sabía como obtener lo que deseaba, pensó Lexa, pero en realidad no le molestó aquello, por lo contrario, una parte de su interior celebraba que lo hubiera hecho.

Más que una mujer  [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora