Más que una mujer [Completa]

Capítulo 46

- Señorita Luthor hay un caballero que desea hablar con usted. - Anunció Eve luego de tomar unos documentos que acababa de firmar Lena. La arquitecta enseguida se detuvo de tipear en su computador y miró extrañada a su secretaria.

- Creía que no tenía ninguna reunión programada para hoy más que la de las 15:00 horas con el señor Langen. ¿Quién es el caballero que desea verme Eve?

- No desea dar su nombre, pero dice que la conoce de hace mucho tiempo, y que solo le tomara unos minutos. – Respondió Eve también extrañada con la aparición de ese hombre en la recepción. Lena enseguida sospechó quien podería ser pero no se lo creía. La única manera de saberlo era atendiendo al misterioso hombre.

- ¡Cielos! Bien, hazlo pasar Eve, y trae un par de cafés por favor, y dile a Roger de seguridad que suba, y este atento. Si ves que la luz del intercomunicador se enciende, es un aviso para que entre de inmediato. – Lena se arriesgo a atenderlo pero no iba a hacerlo sin alguna protección, solo por si acaso.

- Bien señorita Luthor.

Lena no tenía idea de quién desearía verla y que no quisiera dar el nombre. Solo podía pensar en una persona, y realmente esperaba que no fuera Gregory Luthor. Su padre había intentado hablar con ella en San Francisco, pero Lena se había negado en rotundo a atenderlo. No le importaba lo mucho que intentaba cambiar y enmendar el pasado y sus malditos errores y el daño tremendo que produjo en todas sus hijas. Gregory era un maestro de manipulación, Lena lo conocía mejor que nadie al famoso arquitecto. Y aunque a ell ale iba y le venía que se arreglara con sus hermanas, ella era un tema aparte. Ella simplemente no podía dejar de lado el pasado, como si nunca hubiera existido, y creer que ahora era un santo inocente. En los ojos de Lena, la gente no cambia de la noche a la mañana. Y su dolor era demasiado profundo con respecto a su padre. Para ella había muerto el día que la hecho de la familia, acusándola vilmente de ser parte de aquel nefasto secuestro de su hermana Alexandra. Hoy en día le interesaba muy poco hacer las paces con ese hombre, y especialmente porque a como ella lo veía, Gregory seguía siendo el maldito egoísta que estaba pidiendo disculpas a sus hijas para sentirse mejor, para dejar de sentirse culpable, no porque realmente lo sintiera el arrepentimiento. O por lo que fuera, Lena no estaba interesada en recibirlo, escucharlo, o mucho menos perdonarlo y pasar página. Por ella el viejo podía irse al mismo infierno y consumirse en su culpa.