Capítulo 43

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Clarke y Lexa tomaron un taxi luego que se despidieran de Becca, con quien planeaban encontrarse quizás en Los Angeles en un par de días. Durante el viaje del hospital al departamento de Clarke, no pronunciaron casi palabra, más que darle las indicaciones al chofer, con la dirección del edificio donde vivía la detective.

Lexa tenía sus irritados ojos perdidos en la calle, la blanca nieve que lo cubría casi todo, aunque era un día despejado y el sol ayudaba a no sentir tanto el frío que hacía. Los transeúntes iban abrigados y un blanco humo salía de las bocas. El tráfico era bastante pesado a esas horas, con autos, camiones, buses, motocicletas y bicicletas. Su mente estaba tan aturdida, cansada e intranquila, que solo deseaba desenchufar los cables, y dejar de pensar y asimilar situaciones, emociones y revelaciones por un largo tiempo.

Escuchó como un lejano echo, que el taxista preguntaba algo que Clarke contestó por ambas, y luego comenzó a escucharse una bella melodía proveniente de la radio probablemente. Los oídos de Lexa comenzaron a escuchar la canción de "Flashlight" por Jessie J. Era todo lo que sus oídos registraban, mientras su mente aun tan cansada, hacía un pequeño resumen de todo lo acontecido.



Estaba agotada de tanto en tan poco tiempo. Era como si el haber despertado su mente a la realidad, recobrando su memoria, la hubiera encontrado en medio de tantas revelaciones, acontecimientos, emociones tan intensas. Sinceramente no sabía ya que más pensar, decir, o siquiera cómo reaccionar a las cosas que sucedían. Es que ni siquiera tenía tiempo de procesar nada, de evaluar o respirar incluso. Todo había sido una tras otra situación extrema, en al que necesitó dejar todo de lado, para simplemente actuar y tomar decisiones.

El enterarse que Frank era su padre biológico por esas casualidades locas de la vida, había sido una enorme revelación. Una que en parte la llenó de alegría, porque para que iba a mentir, ella siempre había sentido a ese hombre como un padre. Y por el otro lado, era el peor momento, ya que su tiempo de vida era limitado. Ni siquiera podía tener la gracia de disfrutar a su propio padre como tal. No, obviamente no, solo pudo llegar a él, postrado en esa maldita cama de hospital, aguardando por la dama de la muerte llevarlo del otro lado. Apenas tuvo ese glorioso tiempo para decirle que increíblemente ella era su hija biológica, y luego de un rato de charla amena y ponerse al día con la vida, simplemente decirle adiós para siempre. Lexa no podía creer su maldita suerte, y no entendía porque tenía que ser así.

Tampoco terminaba de asimilar que su hermana menor quisiera asesinarla, por el simple deseo de ser la única heredera. Que Octavia estuviera tan perdida en su locura que hubiera hecho cosas tan horrendas en el pasado. Y su supuesto padre, entre comillas, Gregory, haber sido el instigador de tanta locura y dolor, de tanto daño en esa familia.

Después, estaba su madre, Lexa era consciente de que Becca tenía su parte o complicidad, en la culpa de no haber ayudado a Octavia cuando comenzó a actuar no tan normal, y su celos la iban transformando en el monstruo que finalmente se convirtió. Becca se había mantenido callada, o haciendo muy poco para alertar o mover al desgraciado de Gregory, para actuar sobre el asunto. Pero estaba claro que el prestigioso arquitecto Luthor no iba a estar en boca de todos sus conocidos, con el sucio chimento de que tuviera una hija demente.

Lexa comprendió enseguida, que esa fue la única razón por la cual su supuesto padre negó la existencia del serio problema mental de Octavia. Y Becca simplemente se calló, dejando que aquello ocurriera, o siguiera su trágico curso. Ella no quería juzgar de mala manera a su madre, sabía que la vida de becca al lado de Gregory había sido una muy miserable. Pero cuando tus hijos estan en la línea de fuego, pues dejas que la casa de queme, pero los salvas, estás ahí para ellos y los proteges. Claramente Becca falló y mucho en el momento de rescatar o ayudar a su hija Octavia, y de alguna manera colateral a Lexa misma. Asimismo sabía que Becca ya debía vivir con esa culpa por el resto de su vida, y más aun hoy sabiendo lo que ella había sufrido gracias al accionar irracional de Octavia. Asi que ella no iba a hechar más leña a ese fuego de culpabilidad.

Más que una mujer  [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora