Más que una mujer [Completa]

Capítulo 23

Habían transcurrido unos días, en los que Lexa literalmente se escondió en su guarida. Luego de que Clarke la pasara a buscar por el hospital y la acompañara a su casa, la detective había notado a la castaña algo ida en los pensamientos, bastante callada, e imaginaba que no era para menos, sabiendo ahora que con quien se había encontrado era no otra que su hermana menor Octavia Luthor, quizás después de todos esos años.

Pero cuando Clarke esperaba que Lexa la invitara a subir a su departamento, la castaña le dió con un nuevo balde de agua fría diciéndole que necesitaba descansar y que también necesitaba un tiempo.

El rostro de Clarke fue de sorpresa total ante aquel pedido, sin poder evitar sentir esa maldita fría estaca, entrando como una fila hoja de cuchillo en el medio de su pecho. ¿Acaso Lexa estaba cortando su relación con ella? ¿Y para colmos no pensaba confiar en ella lo suficiente como para contarle la historia oculta de su vida? La rubia no pudo ocultar su decepción y molestia, apenas besándola de manera corta y seca en sus labios, para luego girar casi sin mirarla y comenzar a caminar con rumbo a su casa, ya que por el problema del hombro, la detecive se había movilizado en taxis.

Lexa se quedó helada ahí parada en la puerta del edificio donde vivía, con el corazón apretado ante la inmediata actitud entre dolida y enojada de Clarke. Pero sabía que no podía culparla, ella en su lugar hubiera sentido la misma decepción. Lo que en realidad sucedía era que cuando aquella mañana Lexa se despertó en el hospital, sintió que relamente tooooodo era demasiado sobre sus hombros, y en su agitada cabeza, para tomar decisiones inmediatas. Sentía que realmente necesitaba tiempo para calmarse, absorver toda la historia de su vida, su tragedia, y lo que deseaba hacer a partir de ese momento.

No deseaba herir a Clarke en absoluto, pero con ella rondando a su alrededor todo el tiempo, no sentía que podría tomarse ese tiempo libre con ella misma para tomar las decisiones que necesitaba. Tenía serios sentimientos por esa rubia, ya no podía negarlo, y de verdad que lamentó pedirle un tiempo, aun sabiendo que en cierta manera iba a extrañarla. No pudo evitar que sus verdes ojos siguieran la figura de Clarke, hasta que se perdiera a la vuelta de la esquina, sintiendo ese apretón en su pecho, y esa humedad en su mirada. Se consoló pensando que solo era cuestión de un poco de tiempo y espacio que ella necesitaba para acomodar su cabeza y sentimientos. No pensaba decirle adiós tan fácilmente a su rubia.

Para Clarke aquel pedido fue difícil de aceptar, ella sentía tantas ganas de ser el escudo de Lexa, ser la persona que la ayudara a lo que debiera enfrentar. No sabía muy bien lo que ocurría con la castaña, aunque ahora sabía que Lexa no era otra que aquella joven desaparecida proveniente de una multimillonaria familia como los Luthor, quienes vivían en el otro lado del país.

Asimismo supo que Octavia Luthor era su hermana menor y que había una hermana mayor llamada Lena Luhor, quien era una arquitecta de renombre, viviendo actualmente en New York. Pero no era suficiente, había partes de aquel rompecabezas que estaban por ahí desparramados sobre la mesa, y que ella no sabía donde iban esas piezas, para completar la imágen de esa mujer que literalmente le había ya robado su corazón, y ahora la hacía a un lado.

Clarke no pensaba ir a su departamento y llorar, ella iba a descubrir lo que le faltaba de información a través de sus propios medios. Asi que llamó a su amiga Raven para que viniera a su casa en cuanto pudiera, aunque sabía que era primero de Enero, y seguramente su amiga detective estaría con una gran resaca de haber estado festejando la llegada del Año Nuevo a lo Reyes, osea con mucho alcohol y gran fiesta latina.

Le envió un mensaje para no joderla si estaba con mucha resaca. Tuvo que esperar casi todo el día por aquella respuesta, pero a la tardecita llegó, avisándole que estaba de camino y mejor que tuviera comida como la gente.