Sol de Medianoche (Finalizada)

Capítulo 16

POV Elizabeth.  

Me había despertado al sentir unos golpecitos en mi vientre. Y me asusté. Luego me di de cuenta de que era el bebé pateando.  

-Ay bebé. -. Dije mientras ponía una mano suavemente sobre mi vientre. -. Te mueves mucho. Te pareces mucho a tu padre. No se haya en un lugar quieto. 

Sonreí.   

—Yo también me siento un poco inquieta. -. Dije suspirando. -. Pero te prometo que no dejaré que nada te pase.

  Escuché unos pasos rápidos y voces provenientes del pasillo. La puerta se abrió y todos entraron a la habitación, y Jacob se encontraba con ellos. La escena me daba muy mala espina.

— ¿Qué ocurre? -. Pregunté mientras protegía con mis manos, mi vientre.

— Jacob sugirió una idea de posible utilidad. -. Contestó Carlisle. -. No será agradable, pero...   

—... ayudará al bebé. - Se apresuró a interrumpir Rosalie. -. Hemos pensado en una forma mejor de alimentarle. Bueno tal vez... 

— ¿Algo no muy agradable? -. Murmure. -. Vaya, qué gran cambio, ¿no?  Miré él tubo en mi brazo y me reí. Ella sonrío. 

—Elizabeth... -. Dijo Edward dando un pasó al frente, no quería mirarlo, pero me ganaron las ganas. -. Te vamos a pedir que hagas algo monstruoso y repulsivo.   Bueno, al menos lo decía sin rodeos.  

— ¿Que tan malo?   — Creemos que las preferencias alimentarias del bebé podrían ser más propias de nuestra naturaleza que los de la tuya.  

— Sospechamos que está sediento. -. Dijo Adeline al fin. 

— Oh... -. Dije.  

— Tú estado se deteriora rápidamente; bueno, el de los dos. -. Dijo ella. -. No hay tiempo que perder y debemos poner esto en marcha del modo más digerible posible. La manera más apropiada y rápida de comprobar la teoría es que...  

— ¿Beba sangre? -. Pregunté abriendo mucho los ojos.   Carlisle y Edward intercambiaron una mirada rápida. Carlisle y Rosalie salieron disparados por las escaleras para volver con unas bolsas de sangre.   

—No uses un vaso transparente. -. Le dijo Edward. ¿Y ahora eso le importaba? 

— ¿Fue idea tuya? -. Le pregunté a Jacob.  

— A mi no, no culpes de esto. -. Dijo. -. Tú vampiro eligió unos cuántos comentarios sarcásticos de mi mente. 

—No esperaba verte de nuevo. -. Admití, sonriendo un poco.   

—Tampoco yo. -. Reconoció. 

Rosalie me extendió un vaso y lo cogí con la mano y lo olisquee.  

— Gracias. -. Le dije.   —Finge que no está. -. Dijo ella.  

— Tapate la nariz. -. Me recomendó Adeline.  

— Elizabeth... -. Dijo Edward. 

—Estoy bien. -. Dije. Puse él vaso en mi boca y cerré los ojos. Comencé a tragar sin pensarlo dos veces. Cuando me había dado de cuenta ya me había bebido todo el contenido.  

—¿Cómo te sientes? -. Preguntó Carlisle.  

—Ya no me siento mal. Únicamente noto algo así como un antojó, aunque no estoy segura sí se trata de hambre o de sed, ¿sabes a qué me refiero?  

— Mírala un momento, Carlisle. -. Murmuró Rosalie, tan segura de sí misma. -. Es evidente qué le pide el cuerpo, ¿no? Debería beber más.