Capitulo 11

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La boda se transformó con suavidad en la fiesta de recepción, prueba del plan intachable que Adeline y Alice habían trazado. En esos momentos se ponía él sol sobre él río, y la ceremonia había durado exactamente él tiempo necesario para permitir que él sol se desvaneciera entre los árboles. Las luces de los árboles relumbraban mientras Edward me conducía hacia los ventanales traseros, que hacían

brillar las flores blancas. Allí había otras diez mil flores más, que ejercían la función de carpa fragante y aireada sobre la plataforma de baile que se había colocado sobre la hierba, entre dos de los cerros más antiguos.

Las cosas se volvieron pausadas, relajadas como la apacible tarde de marzo que nos rodeada. Él pequeño grupo de personas se extendió bajo la suave iluminación que ofrecían las luces titilantes, y los amigos que acabábamos de abrazar nos saludaron de nuevo. Ahora era tiempo de hablar, de reír.

-Felicidades, chicos. -. Nos dijo Seth Clearwater, inclinando la cabeza bajo él borde de una guirnalda de flores. Su madre, Sue, estaba algo rígida de pie a su lado, vigilando a los invitados con cautelosa intensidad. Billy Black él padre de Jacob, parecía extrañamente cómodo, considerando la compañía y él suceso al que estaba asistiendo, pero sus ojos negros brillaban como sí hubiera recibido buenas noticias.

Está boda debería haberle parecido algo muy malo, lo peor que le podría pasar a la hija de su mejor amigo, al menos a sus ojos.

Como sí fuera una respuesta a esa idea, Seth se inclinó hacia Edward con los brazos extendidos y Edward le devolvió él abrazo con él brazo libre, ya que él otro lo tendía en mi cintura. Vi cómo Sue se estremecía delicadamente.

- Me alegró de que te hayan salido tan bien las cosas, hombre. -. Le dijo Seth. -. Me siento feliz por ti.

-Gracias, Seth. Eso significa mucho para mí. -. Edward se aportó de Seth y miró a Sue y a Billy. -. Gracias también a ustedes, por dejar que Seth viniera y por apoyar hoy a Elizabeth.

-De nada. -. Respondió Billy con su voz profunda y grave, y me sorprendió la nota de optimismo de su voz. Tal vez había una tregua más sólida en él horizonte.

Se estaba formando algo parecido a una fila, así que Seth se despidió con un gesto de la mano y empujó la silla de Billy hacia donde estaba la comida. Sue apoyó una mano sobre cada uno de ellos. Roxanne, Eric, Julmary y Shawn fueron los siguientes en reclamar nuestra atención,

seguidos por los padres de Roxanne, y después detrás de mis amigos humanos venían mis nuevos "primos políticos", el clan vampiro de los Denali. Me di cuenta de que estaba conteniendo la respiración cuando la vampira que los encabezaba,

Tanya, supuse por él tono rojizo de sus rizos rubios, avanzó para abrazar a Edward.

A su lado había tres vampiros de ojos dorados que me miraban fijamente con abierta curiosidad. Una de las mujeres tenía él pelo largo, de un rubio muy pálido, liso como las hebras del maíz. La otra mujer y su acompañante tenía ambos él cabello negro, con matiz oliváceo en sus rostros de aspecto pálido como él yeso.

Y los cuatro eran tan hermosos que hicieron que me doliera él estómago.

Tanya seguía reteniendo a Edward, y eso me hacia querer quitársela de encima. No sabía por que me sentía así.

-Oh, Edward. -. Dijo ella. -. Te he extrañado.

Él se echó a reír entre dientes y maniobró para deshacerse del abrazo, colocando su mano ligeramente en su hombro y dando un pasó hacia atrás, como sí quisiera verla mejor.

-Cuánto tiempo ha pasado, Tanya. -.Tienes un aspecto magnífico.

-Tú también.

- Déjame que te presente a mi mujer. -. Era la primera vez que Edward
pronunciaba esa palabra desde que se había convertido en una verdad oficial, y parecía que iba a estallar de satisfacción al decirla. En respuesta, todos los Denali se echaron a reír suavemente. -. Tanya, ella es mi Elizabeth.

Sol de Medianoche (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora