Todo era muy extraño para Hela, no estaba muy convencida. Nunca lo habría estado de todas formas, siempre había sido muy selectiva cuando se trataba de las parejas de su hermano pero aún así hacía el intento de congeniar. Hurgar un poco en su pasado y luego sí, congeniar.
Aún no conocía personalmente a Thor y ya sentía un rechazo oculto, inexplicable hacia él. Nunca estaba disponible cuando ella quería verlo, no había aceptado comer en casa de Thanos ni visitar a Ebony los sábados. Sabía que trabajaba pero incluso ella que no podía estar sin atender sus redadas ni un momento, se había procurado algo de tiempo para ocuparse de Loki.
- Hay algo que no cierra, déjame pensar y lo descubriré.
Trastabillaban un poco aún, no había ni un alma en la calle. Los negocios cerrados, ni siquiera los vagabundos se mostraban. Hela aún se preguntaba cómo demonios habían llegado hasta este punto de la ciudad sin los taxis trabajando.
- No sé lo que te dijo Heimdall pero debió ser mentira para quedar bien.
No era eso, no era por eso.
- Es todo muy confuso para mí. Bueno, tú tienes la culpa, Loko...
El aludido chilló, enfadado.
- ¿Por qué yo?
- Me es imposible asimilar esto. Primero te vi besando al moreno aquella vez, aunque me juras que no ha pasado nada (y yo te creo, eh) y ahora me dices que andas con el hermano... ¿Eres o te haces?
- ¡Te dije que estaba amnésico!
- Amnésico porque te conviene, aquella vez que salimos de su casa comenzaste a decir incoherencias, o no tanto. Que ese hombre te ponía, que no te habías salido del closet para callarte lo que sentías, que por qué no me había tardado más en llegar, que te la estabas pasando muy bien.
- Yo no me acuerdo de eso, me ofendes.
- No puedo olvidarlo, hacia mucho tiempo que andabas solo, me emocioné. Y él te protegió, te ayudó a buscarme. En un mundo en el que todos te pisotean y corren a resguardo, en donde cualquiera se puede aprovechar de ti, que eres tan apachurrable, él fue tu ángel guardián.
- Que estupidez, Hela, no fue para tanto.
- Solo te digo, Loko, que algo no me cierra. A ese Heimdall no le molesta nuestra presencia, parece que le molesta Thor.
Loki no tenía dudas de ello, seguro le envidiaba su buena suerte, Thor había necesitado sus cuidados desde muy pequeño, su protección, quizá había arrebatado su vitalidad pero no tenía la culpa. Thor era inocente, un huérfano arrojado a la calle, desamparado en el mundo. Por supuesto que Heimdall, como su hermano mayor debía y tenía que ocuparse de él, sacrificar tiempo de ocio para criarlo, alimentarlo y cuidarlo, ser su proveedor, su hermano, un padre y un amigo. Cualquiera con una personalidad nefasta como la suya debía asumir esa responsabilidad con resignación. Pobre Thor, a que manos había ido a parar.
- Loko, ¿dijiste que sus padres estaban muertos?
- Claro, en un accidente, un naufragio ¿Qué te dijo Heimdall exactamente?
- No mucho, igual no lo creerías, no lo creerías para nada... pero si ví como te miraba. Y si no veo al tal Thor mirandote así, voy a juzgarlo muy mal.
Que disparate, Hela debía estar muy ahogada en alcohol aún para afirmar tal idiotez.
.......
Heimdall no supo qué hacer después que ambos se marcharon. Parecía derrotado, sentado en un rincón observando donde Laufeyson había caido dormido. Él lo había entendido, Thor estaba llenando de mentiras su nueva relación con Laufeyson tal como lo había hecho con la anterior. Iba a embaucar a Loki hasta hacerlo perder los estribos como con Sif.
Sinceramente no creyó que eso pudiera ser malo para él pero sí para Loki. Cuanto más estuviera en esa relación más doloroso sería enterarse la verdad, las verdades o cualquier cosa que Thor estuviese tramando por allí.
En año nuevo no tendría la misma suerte, sin importar si volvía a usar el mismo pretexto de querer ver a sus padres para alejarse del pelinegro, Laufeyson sabría la verdad. Adonde Thor fuera, Heimdall y Loki irían también. No lo usaría como coartada. Nunca más.
........
El rubio llegó esa noche muy tarde a casa de Loki. Se le habían pasado las horas sin darse cuenta y ahora estaba indeciso preguntándose si debía despertarlo o no. Cerró la puerta de entrada, se quitó los zapatos y en puntas de pie recorrió toda la sala hasta la cocina donde una sombra tenebrosa terminó por espantarlo y hacerle gritar por auxilio.
Hela encendió la luz y Thor se tomó el pecho con ambas manos.
- Soy Hela.
Quiso reirse del miedo que provocó en él pero incluso supo que Loki reprobaría su actitud.
- Tú eres Thor, supongo.
- Si, si, soy, ese soy... Perdón, es que... no te esperaba. Al fin nos conocemos.
- Si, al fin. Después de mucho insistir y que te negaras. Como sea, mi hermano ya está dormido, fuimos a la casa de Heimdall a buscarte pero... no estabas.
- Discutí con él por la tarde... ayer. Con Heimdall discutí... él... yo quería llevar a Loki, hice un último intento pero se negó. Él nunca, él siempre busca una excusa para no verlo. Es tan difícil, es tan difícil...
Claro, Hela pudo preveer que lo sería, arrancarle la verdad.
- Oh, pues que mal, cuanto lo siento, ¿por qué no viniste? Nosotros pasamos toda la noche esperándote.
- No... no quería que Loki supiera... lo mal que me llevo a veces con mi hermano, él podría sentirse culpable.
- ¿Dónde estuviste? Pobre, ese Heimdall realmente es un personaje complicado ¿dónde estuviste?
- Yo... sólo caminé.
- ¿Toda la noche?
- No, por supuesto, me detuve en el parque... ahí había muchas personas celebrando.
- Pero no Loki.
- No, no Loki. Claro que no.
- ¿Y hoy? También te esperamos, toda la tarde prácticamente.
- ¿Es esto un interrogatorio?
- Si lo es.
- Pues que mal, no traje a mi abogado- Thor sonrió, incómodo y se miró las manos para no sentir los ojos de Hela, penetrantes ellos, hurgando en el fondo de su ser.
Detrás de él, Loki escuchaba paciente sus explicaciones. Se había despertado con el grito pero había decidido esperar que las presentaciones cesaran.
- Ella es...
- ¿Qué?- Thor se sorprendió de encontrarlo despierto tan tarde.
- Ella es abogada, fiscal del distrito actualmente.
- Loki...
- Recién llegas por lo que veo.
- ¿Podemos hablar a solas?
Claro que podía, Hela le dio un último sorbo a su limonada y se fue a descansar al cuarto de huéspedes.
- Buenas noches, Thor, un placer al fin conocerte.
...........
- Tu hermana es complicada, ¿no? Tengo mi regalo de navidad aquí.
Antes que pudiera seguir con su cotorreo, Loki lo frenó. Por un momento, volvió a ser aquel personaje frívolo y distante, con amor propio en exceso. Si Thor había hecho algo fuera de lugar, él quería saberlo. La verdad. Con eso sabría qué hacer, una parte suya lo entendería pero de igual forma lo aniquilaría. La otra parte lo echaría de la casa sin dudar.
Thor endulzó terriblemente sus respuestas, fue convincente y complaciente con sus halagos. Le hizo creer un poco que lo había extrañado, que pasar el día con unos amigos que se la daban mucho de machos no había sido tan bueno como cualquiera creería.
Loki sonrió secretamente pero no pudo ocultar su molestia. A pesar de rendirse a sus abrazos, de escuchar sus disculpas, él no pudo ocultarla.
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Entre dos mundos
Fanfiction"¿Tenías que ser perfecto para mi? ¿Tenías que negarte a quererme?" Heimdall es dueño de una librería, la favorita de Laufeyson. No tiene mucha química con su cliente más asiduo, ¿o si?