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Cuando entró de nuevo, acicalandose el pelo, parecía otro. Se portó distante, muy callado. Hela estaba segura, aún dentro de su burbuja ebria, que algo malo le había pasado en el balcón y ella quería averiguar qué pero no le salían las palabras.

Ya no volvieron a hablar de libros ni de ninguna cosa, Loki solo miraba el reloj esperando que se pasara el tiempo. Extrañamente, se sentía fuera de lugar como Thor hacia un momento.

- ¿Ya es año nuevo?- Hela hizo un esfuerzo por levantarse, dejó la copa en la mesa y abrió la puerta del placard. No, no era el balcón. Se rió de su torpeza y observó a los hombres detrás de ella, todos con la expresión mustia.

- Que amargados... sonrían, es año nuevo.

Fue un poco incómodo para todos porque no podían fingir que se la estaban pasando bien. Heimdall estaba en silencio también, Thor sintió el cambio, notorio desde que volviera del balcón.

Loki usó de excusa a Hela y su risa de escándalo para convencer a todos de que era momento de marcharse. Se sintió aliviado al verlos levantarse y corrió detrás de Thor por su abrigo.

- ¿Pasó algo? Estás extraño.

Sí había pasado pero demasiado rápido para que contara como algo, solo un desliz. Bueno, estaba un poco emocionado por la diatriba de Heimdall, él sabía como encenderlo. Lo había hecho muchas veces sin darse cuenta pero solo ahora era capaz de entenderlo. Su silencio hizo que Thor se animara a dar el paso. Si algo le estaba molestando, él podía consolarlo.

- Vamos a casa, quiero abrazarte sin que él nos vea.

Hela y Thor se despidieron de él pero no Loki. Parecía un niño haciendo el feo a un mal amigo, le dio la espalda todo el tiempo esperando que terminaran las formalidades y fue el primero en salir a la calle. Si no hubieran estado los otros muy pendientes de él habría dejado salir un par de lágrimas.

Ah, hacía mucho que no se sentía así.

..........

- No me gustó cómo te habló. Él parecía interesado en hacerme de menos- Thor no desaprovechó ni un momento para comenzar su catarata crítica contra Heimdall- todo el tiempo presumiendo cuánto sabe de Narciso no sé qué y de lo otro.

Loki sintió un poco de lástima por él porque era cierto. Heimdall era muy listo, demasiado el cabrón, ninguna palabra era suficiente para hacerle justicia.

- Él siempre fue mejor que yo en todo. Esta noche lo volvió a hacer, ¿sabes lo que fue crecer bajo su sombra?

No, Loki no tenía ni idea. Nunca había podido imaginar a Heimdall comportándose malvado con ninguna criatura. Ni siquiera después de que Thor le contara las ofensas que contra sí había cometido.

No se sentía con ánimos de discutir, no estaba para nada feliz por lo que había pasado. Después de que Thor se hiciera cargo de llevarlos a casa en el flamante BMW de Hela, se quedó un rato con ella cuidandola.

- Loko, eso estuvo muy bien... Heimdall...

Heimdall. Loki lo recordó. Sería difícil  contárselo cuando volviera a estar sobria pero lo haría de igual forma. Solo a ella. A ella, sí.

Thor aprovechó el silencio en la casa y el estado receptivo de Loki para reconciliarse con él. Desde la Navidad había estado distante pero ahora parecía animado a aceptar un acercamiento. No tenía idea de lo que pasaba por su mente, el cúmulo de pensamientos y el agobiante peso de estos. Solo quería que la Tierra lo tragara.

Loki se dejó poseer. Pensaba todo el tiempo en el desplante de Heimdall, la forma en que sus dedos se movieron sobre la ropa haciéndole sentir que él también estaba caliente. Que humillación ¿cómo pudo hacerlo? Él no quería estar jugando a eso, nunca había hecho algo así antes. Quería llorar, se sentía impotente pero no podía explicarselo a Thor. No a Thor.

Allá en el balcón (que idiota fue), creyó que Heimdall querría besarlo. Acercó su estúpida boca a él (quien sabe cuan ridículo debió haberse visto) y Heimdall lo vio. Toda su boca abierta como si fuera un animal bostezando. Por supuesto que se alejó espantado de él.

Loki ya no quería pensar en eso pero su mente no le permitía ir más allá.

Si había algo que Loki odiara más que leer un mal escrito o verlo premiado era quedar en ridículo, en situaciones tan íntimas como ésta. Recordó en un fogonazo su primera vez y quiso esconder su cabeza bajo la almohada.

No pudo mirarlo a los ojos después de eso, ni fingir que todo estaba bien. Todo el camino de regreso la pasó arrepintiendose de haber ido y dudando todo de aquel. Si era o no era lo que Thor le había dicho, si fingía, si intentaba ser cortés, incluso si había confundido su cortesía con coqueteo.

Oh y si así fuera, no cambiaba el hecho de que se sintiera atraido por él, que despertara sus instintos. Que mal, ¿qué estaría pensando de él ahora? ¿Se estaría riendo? Sí había sido su intención mostrarle a Thor que ellos tenían mucho más en común  pero no esto. Esto era lo último que habría querido sucediera.

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora