Cuando Loki se marchó al fin, Heimdall se quedó viendo a Thor en silencio y descaradamente como si el otro no se fuera a dar cuenta. Anduvo un poco distraído y fue necesario que le llamaran la atención un par de veces para que regresara a sus labores.
Luego se quedó pensando lo que había hecho y sintió como un punzón horadando su pecho, un trazo de emoción.
Ah, sí, estaba emocionado de tener otra vez a Loki en su casa y esperanzado de lograr una buena impresión en él de su carácter afable y doméstico. Sí, que Loki viera esta parte de él, su lado amable, menos agresivo y conciliador.
Apartó un tiempo en su ajetreada agenda para hacer las compras y se cargó algo más que para una simple cena. Estaba más nervioso que de costumbre, incluso la cajera lo notó pero él no le dio mayor importancia.
Cuando regresó a la casa, encontró a Thor mirando el televisor pero sin mirar realmente, como si estuviera ausente de toda acción. Si, aún no le había devuelto la llave. Se levantó como movido por un resorte y observó las compras con curiosidad. Intentaba iniciar una conversación pero se trababa varias veces al hablar, miraba el televisor y volvía hacia Heimdall una y otra vez.
Él no sabía como decirlo, Heimdall notó su desconcierto pero lo disfrutó también.
No quería que Loki supiera de su divorcio, ni la existencia de Sif ni la de sus padres. Parecía determinado a dejar la cena de fin de año sin asistencia en caso de que Heimdall se negara a sus requerimientos.- ¿Por qué?
Por todo, por las ideas complicadas de Odin acerca de los hombres, porque Sif era una loca, porque Frigga caería en una terrible decepción y él no quería que Frigga se decepcionara, ni que Sif enloqueciera más de lo que ya estaba ni que Loki tuviera que soportar el desdén de Odin.
Por esto y por lo otro, le había contado a Loki que era huérfano, que Odin no existía, que Frigga no era, que nunca hubo una Sif en su vida, que estaba solo en el mundo. Solo como él porque así había logrado empatía, así lo había atraído. No se sentía mal por ello, la verdad quería borrar su pasado y comenzar de nuevo.
Heimdall se fue a dormir atragantado por las palabras que no se animó a lanzar pero satisfecho por saber la verdad al fin
Él quería a Thor, profundamente. De alguna manera, deseaba su bienestar, que le fuera bien en lo que emprendiera pero no así. Era la estupidez la que lo hacía moverse como si los demás no importaran y solo él. Sif no era una loca y Frigga no iba a lamentarse, tampoco Odin iba a lograr hacer sentir mal a Loki, éste lo vería como es, solo un viejo ignorante incapaz de sentir afinidad por nadie más que por sí mismo.
La mañana siguiente lo interceptó al llegar a la librería. Solo abrirían hasta las doce y volverían el dos de enero. Heimdall ahora solo quería una cosa.
- La llave, ya no tienes que regresar a casa.
- Si, lo olvidé.
- Los espero esta noche, ocho en punto. Me tomé la molestia de buscar el número de Loki en los registros de la librería. Si no se aparecen me preocuparé y lo llamaré a él directamente.
Dejó a Thor con la palabra en la boca y entró primero. Estaba seguro que el otro se le adelantaría y llamaría a Loki primero para decirle alguna cosa, mentirle acerca de él.
Antes que fuera tarde, se encerró en la oficina y lo llamó. Las manos le temblaban, dudaba si el otro fuera a contestar, no quería dejar un mensaje, quería ser claro lo más pronto posible. Fue cuando sintió a Loki contestar con un suspiro, hastiado del timbre del teléfono, que las piernas comenzaron a ceder.
- Soy Heimdall
- ¿Qué pasa? ¿estás cancelando? Estás cancelando ¿verdad? Eres increíble, haces que me moleste en buscar un buen traje e incluso convenza a mi hermana de presentarse ¿sabes lo difícil que es para ella salirse de su zona de confort? Además, le agradas. Eres como un viejo a reformar, como uno de esos ancianos a los que todo les molesta...
- No, solo quería confirmar que los estaré esperando a las ocho. Acabo de decirle a Thor pero ya sabes... está un poco distraído y temo que olvide decírtelo. Ya sabes como es.
- Ah, si. Si, lo sé. Sé como es. Debió heredarlo de tí.
........
Poco después de cortar, Loki siguió limandose las uñas. Las manos le temblaban un poco y él no sabía por qué cuando el teléfono volvió a sonar. Estaba seguro que era Heimdall retractándose o intentando otra vez molestarlo con un chascarrillo.
La voz de Thor era, no supo ahora qué sentir.
- Loki, Heimdall se encontró con una ex novia y decidió pasarla con ella esta noche. Está con él ahora, por eso tuve que salirme. Me incomodaron con sus escenas, están recordando viejos tiempos. Así que solo seremos nosotros tres y...
Loki se sintió insultado.
- No te preocupes, me llamó hace un momento. Ya canceló a esa y siempre sí nos espera hoy a las ocho para comer.
Y cortó.
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Entre dos mundos
Fanfiction"¿Tenías que ser perfecto para mi? ¿Tenías que negarte a quererme?" Heimdall es dueño de una librería, la favorita de Laufeyson. No tiene mucha química con su cliente más asiduo, ¿o si?