30 Días no son nada; UsArg [Finalizado•Editado]

°5°

/Día 16 después de la llegada a la mañana/

El día de hoy el clima era un poco fresco en la ciudad de Buenos Aires, eran las 7 a.m y muchas personas ya se iban a trabajar, otros recién se levantaban yendo a prepararse para un nuevo día.

En la Casa Rosada, la mayoría de las provincias ya estaban levantados, algunos se hacían cargo de preparar el desayuno, dos se ponían a limpiar la casa y el resto estaba con su celular en la mano mirando las redes sociales.

—Eu, fíjate si ya se despertó el papi—. mandó La Rioja terminando de preparar el mate cocido y sirviendo en algunas tazas, después agarró la tetera para servir el té. Algunos de ellos tomaban mate cocido y otros té en el desayuno.

Córdoba asintió dejando su celular en la mesa para ir a la pieza de su padre, solamente abrió la puerta para fijarse y volvió a la cocina, agarrando de nuevo su celular.

—¿Y?—. cuestionó la riojana.

—Está haciendo cucharita con el gringo, dejálo un rato más—. respondió tecleando su celular. La Rioja asintió dejándole las tortillas y algunas facturas a costado. Pasó un ratito hasta que la provincia se dio cuenta de lo que dijo.

—¿Qué está haciendo qué?—.

—Cucharita, están ahí re abrazaditos, capaz que es por el frío, ¿viste que está un poco fresco hoy?—. tomó su taza con mate cocido, dándole un mordisco a su tortilla.

—Bue, cosa de él—. las hermanas cambiaron de tema y se pusieron a conversar de otras cosas mientras disfrutaban de un buen mate cocido. Después las demás provincias vinieron a la cocina para desayunar.

Buenos Aires se fue a despertar a CABA, que tuvo que renegar un rato para que se levante. Mientras tanto en la habitación de Argentina, era verdad lo que dijo Córdoba, estaba durmiendo abrazados, bueno USA lo estaba abrazando por atrás, hacia un poco de frío y era la única manera para estar más caliente, así que lo primero que se lo ocurrió (dormido) fue aferrarse a algo que esté calentito, Argentina era el único que estaba ahí y no quedó de otra. Ninguno se dio cuenta de nada, pero estaban bastante cómodos.

Mandaron a Jujuy a despertar a su padre ya que era tarde para seguir durmiendo. De un portazo abrió la puerta.

—¡Arriba la compañía! Que el país no se mantiene so...—. Se quedó callado al ver la posición en la que estaban. —¡Córdoba hija de mil! ¡Por qué mierda no me dijiste!—.

—¡Sí te dije!—. Gritó desde la cocina.

Argentina al escuchar los gritos se despertó y se sentó en la cama tallando sus ojos con sus manos, después se estiró bostezando. Vio a su hijo apoyado en el marco de la puerta.

—¿Y vos qué?—. Le preguntó medio adormilado.

—Nada... no sabía que era mimoso el gringo—. Argentina no entendió nada, pero vio que los brazos de USA estaban alrededor de su cintura, aún seguía durmiendo. Una sonrisa boba se le escapó siendo captada por la provincia del norte. —¿Por qué no lo despertás a besos?—.