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/Día 18 después de la llegada a la mañana/

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/Día 18 después de la llegada a la mañana/

Un delicioso aroma despertó a todos los que se encontraban aún durmiendo en la casa Rosada. Argentina tuvo que liberarse otra vez de los brazos del estadounidense e ir a ver de dónde provenía tan encantador aroma.

Bajó a la cocina viendo a Italia, ella terminaba de preparar el té mientras cantaba una canción. Luego de servir en distintas tazas, en algunas servía mate cocido sabiendo que varios de sus nietos les encanta, en otras tazas sirvió té y en una en especial sirvió café con leche como le gusta a su esposo, España. Después abrió el horno dejando ver una bandeja con bollos dulces y la dejó en la mesa al lado de otra bandeja llena de alfajores de maicena. Argentina casi se cae de la impresión, hace una bocha de años que no comía maicenitas.

—Uy, decime que no estoy soñando—. La italiana rió negando con la cabeza. Agarró un alfajor de maicena y se acercó al argentino.

—Apri la bocca, Mio piccolo bambino (Abre tu boca, mi pequeño bebé)—. Argentina le hizo caso, recibiendo el alfajor en su boca. Sintió que se iba a morir ahí mismo e iba a parar en el cielo, sabían deliciosas y que las haya hecho Italia era mil veces mejor. — Che ne pensi? (¿Qué te parece?)—.

—È la cosa più ricca che abbia mai assaggiato (Es la cosa más rica que he probado en mi vida)—. Besó ambas mejillas de la italiana logrando alegrar el corazón de la mujer.

Las provincias llegaron al sentir el aroma, el primero en desmayarse fue Mendoza al ver los alfajores de maicena. Italia les pidió que se sienten y que disfruten del desayuno que les preparó. España bajó con una cara de ortiva, pero después su expresión cambió al recibir el café con leche y el pan dulce que su esposa le preparó, seguido de un montón de besos en su cara de parte de la italiana.

—Por fa, si van a hacer eso, háganlo en otro lado—. Dijo Argentina comiendo un pan dulce. —Estamos comiendo, un poquito más de respeto ah—.

Italia rió dejando que su querido España disfrute el desayuno. USA llegó después a la cocina, notando que la familia de Argentina estaba desayunando.

—Sentáte USA, tenés que probar lo que preparó Italia—. Le dijo Córdoba con amabilidad ignorando como Tucumán le sacó unos alfajores y se los guardó.

El norteamericano se sentó en una silla al lado del país de celeste y blanco, Italia le sirvió una taza con té y le dejó unos alfajores de maicena a un costado. Se sentía muy agradable el ambiente, eso le trajo recuerdos de su niñez cuando era una colonia.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que habló con su padre, solamente su madre venía a visitarlo, pero no tenía noticias de UK, lo único que escuchó de él fue que abandonó a la Unión Europea. Con todo el trabajo que tenía no había podido ir a verlo, por lo menos trató de tener noticias de parte de su madre pero ella también estaba ocupada con sus asuntos que no le permitían ir a visitar a Reino Unido, a penas pudo ir a ver a su hijo y con todo el movimiento que estaba pasando en Europa se le hacía bastante difícil.

30 Días no son nada; UsArg [Finalizado•Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora