30 Días no son nada; UsArg [Finalizado•Editado]

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México estaba sentado al lado de Argentina en una de las sillas de jardín de su casa, estaban conversando con calma y arreglando un par de cosas que quedaron pendientes hace mucho. El tricolor había pedido disculpas por haber hablado mal de Estados Unidos, también por contradecir y criticar mucho la relación de ellos, no estuvo nada bien lo que hizo y sinceramente estaba arrepentido.

—Perdón Arge, neta si me pase, yo y mi gran bocota—. Comentó apenado, Argentina suspiró y le dió unas palmaditas en la espalda.

—Tranqui, todo bien con vos, lo que importa es que te diste cuenta y te disculpaste—. México sonrió y el otro le devolvió el gesto. El argentino le dió un abrazo, después de todo son amigos y conociendo a México, sabía que estaba arrepentido.

Pero ese momento emotivo fué interrumpido por Paraguay, ella llegó ante ellos y se cruzó de brazos viéndolos, parecía molesta.

—¿Qué onda bombo Tehuelche?—. Preguntó Argentina con una sonrisa. México aguantó una carcajada.

—¿Por qué "Bombo Tehuelche"?—. Se mostró confundida la paraguaya aún con los brazos cruzados.

—Por la panza—. Dijo refiriéndose al tamaño de la barriga de Paraguay, estaba embarazada y ya se le notaba mucho. Ella le metió un zape estando molesta y de paso también a México. —¡Oh pue! ¿Por qué me pegas?—.

—Encima pregunta, querido hoy es tu boda ¿Se te olvidó?—. Argentina asintió al recordar que hoy se iba a casar, ya sabía que algo estaba olvidando. —¡Miren como están! El padrino en pantuflas y el novio en chanclas ¿Qué esperan para cambiarse?—. México se fijó en las pantuflas con forma de pies de dinosaurio, se había quedado unos días ahí y ya se sentía como en su casa. —¡A cambiarse!—. Paraguay los corrió, no podía creer que ya todos estuvieran listos para la ceremonia y resulta que el novio no se había puesto ni el pantalón.

La mujer entró a la casa pero vió a Uruguay y Buenos Aires jugando con la Playstation, la provincia no traía los pantalones puesto y el país con franjas azules y un sol traía la camisa mal abrochada y la corbata no estaba atada.

—¿Se puede saber por qué no están bien vestidos?—. Cuestionó viendo a los dos de allí. —Buenos Aires ponéte ese pantalón y vos Uru arréglate que estás hecho un desastre—. Ninguno de los dos le hizo caso ya que estaban muy concentrados en el videojuego. Paraguay se acercó al enchufe y desconectó la Playstation.

—¡¡¡No!!! ¡Estaba por hacer caño!—.  Se quejó Uruguay y Buenos Aires bufó bastante enojado ya que hace un rato que andaban jugando y no le podía ganar al otro.

—Con un caño te voy a dar en medio de la cabeza si no te arreglás ya para la boda—. Dijo estando enfadada, Brasil llegó después para pedirle ayuda a Paraguay con la corbata. Uruguay tuvo que abrochar bien los botones de su camisa y ponerse la chaqueta, Buenos Aires se puso los pantalones y se fué un ratito al baño. —¡Vamos que se hace tarde!—. Apuró ella luego de terminar el nudo de la corbata de Brasil.

Arriba se encontraba México ya listo y de paso ayudaba a Argentina a ponerse el traje. Al colocarle la chaqueta blanca siendo ésta la última prenda, el argentino se miró al espejo teniendo una amplia sonrisa. Se volteó para ver a su mejor amigo, éste ya se estaba limpiando algunas lágrimas.

—Boludo no llores, me vas a hacer llorar—. Le dió un ligero golpe en el brazo y México rió.

—Ay wey es que me emocionan las bodas y como soy el padrino es peor—. Confesó teniendo los ojitos llorosos, Argentina lo abrazó con fuerza. —Te deseo lo mejor hoy y siempre Arge—.

—Gracias México por estar aquí—.

Luego de unos minutos llegó Salta y San Juan avisando que debían ir ahora a la iglesia. Argentina sintió los nervios recorrer su ser, es hora de casarse. Todos los que estaban en la Casa Rosada fueron recogidos por una limosina que Estados Unidos mandó, teniendo como escoltas a la CIA y el FBI. Durante el viaje hasta la iglesia Uruguay y Buenos Aires estaban decidiendo de quién le iba tirar nieve artificial a los novios luego de la boda. Argentina ya se había negado varias veces pero ellos dos nunca le hacen caso. Terminó ganando Uruguay y ya andaba preparando la nieve artificial.