Capitulo #4

221 38 4
                                    

REPRIMIDA
Capitulo #4
ME GUSTA APRENDER


Narra Serena

Mientras tomaba mi mano y la besaba, pasó por mi mente todo el libro completo que días atrás había empezado a leer; '' comer, rezar, amar'', sobretodo la parte de amar y pensé que no debería ser tan difícil llegar a querer a un espécimen tan bien formado como este; es decir, este hombre podría maravillar a cualquier mujer de la ciudad, que se podría esperar ahora de una chica como yo que había crecido entre plantíos de cacao y vivido toda su vida en una hacienda dentro de una pequeña población, en dónde no se veían a menudo hombres tan interesantes como este; sólo con ver su ropa podías darte cuenta lo bien confeccionada que estaba y lo bien que le quedaba; tanto, que parecía que hubiera nacido con ella puesta y que decir de sus hermosos ojos que eran azules y misteriosos como el cielo que tanto me gustaba contemplar a través de las ventanas del estudio de mi padre y que a menudo junto a las hermosas montañas y los verdes Prados solian hipnotizarme .

En unos segundos pasó por mi mente todo lo que podían hacer sus grandes manos al rosar mi piel, su hermosa, carnosa y roja boca al tocar la mía, me detuve a tragar saliva, lo que él sin duda notó, por que sonrió pícaramente después de esto; allí supe que sería capaz de amar a este hombre que se iba a convertir en mi esposo , que no sería ningún sacrificio para mí hacerlo, a pesar de ser un hombre escogido por mi padre, digo, creo que es un alivio saber que escogió para mi a este joven y no a uno de sus amigos, que además de ser viudos y ancianos tenían varios muchachos a su cargo, que podían ser una verdadera pesadilla.

Estos amigos ya antes le habían pedido mi mano a Don Kenji, esta era una de las razones por la cual me había negado a casarme hasta ahora; pero bueno definitivamente a este hermoso hombre me podría acostumbrar y quien quita con el tiempo hasta amarlo como mi madre ama a mi padre.

Aunque debo reconocer que lo que me motivó a aceptar una boda en estos momentos si soy sincera, fue el hecho de poder ser un poco más libre, saber al fin quien soy y lo que me gusta ó no; hasta el momento lo que me gusta, es lo que le gusta a mi padre, nunca he tenido un acto de libertad ni siquiera al vestirme o al comer, en mi casa se come o bebe lo que mi padre quiera y no puedes decir que no, eso implicaría irte a la cama sin cenar, además del castigo adicional que mi padre quisiera colocarte; por lo que me emociona la idea de vivir en París y poder contemplar el atardecer desde una pequeña mesa en la Torre Eiffel, con una copa de vino y un buen libro, quien sabe quizás ahora casada pueda hacerlo.

Mi padre me indicó la silla en que me sentaría a la mesa, la ocupé y luego ellos hicieron lo mismo, noté de inmediato que fui sentada al otro extremo de la mesa justo frente a él, allí las miradas eran directas entre nosotros; Así que él toda la noche no hizo más que mirarme, insistente y descaradamente, solo despegaba la mirada de mí para responder los cuestionamientos de mis padres y mis hermanos; yo bajaba la cabeza de vez en vez, algo apenada, pero cuando levantaba mis ojos chocaba con su mirada y al instante me sentía intimidada, sentía una conexión con ese hombre, cuando tomaba la copa de vino y daba un sorbo, mi cuerpo sentía como si en sus manos estuviera la posibilidad de mil cosas nuevas para mí y eso me gustaba, deseaba saber que era aquello que podía enseñarme que era lo que podría mostrarme; en ese momento sentía la necesidad de ser su esposa, deseaba conocer todo lo que pudiera mostrarme, quería que sus manos me tocarán y desnudaran mi cuerpo, así como ya sus ojos lo habían hecho; tragué saliva nuevamente al darme cuenta que estaba teniendo pensamientos inapropiados con aquel hombre; si mi madre pudiera leer mi mente me golpearia, eso es seguro, pero aguarden, parece que si lo hizo por que choqué con su mirada cuestionante, podía escucharla en mi cabeza decir "comportate Serena, recuerda que tienes un apellido que dejar en alto" creo que me mataría si supiera que yo deseaba en ese momento con fuerza entregar mi "Tesorito" a aquel hombre sentado frente a mí, jajajja tapé mi boca para tratar de tapar las carcajadas que querían salir, agité mi cabeza para salir de mis pensamientos y concentrarme en la conversación ya que Darién me hacía una pregunta:

-Darien: Estudias pedagogía Serena?
-Serena:Así es, estoy en segundo año, uno más y me graduó como docente.
-Darien: Debo suponer que te gustan los niños entonces, que te gusta enseñar.
-Serena:Bueno de hecho me gusta aprender y mis posibilidades eran muy pocas a la hora de hacerlo...
-Darien:A que te refieres, en París puedes estudiar muchas cosas, hay bastantes universidades que te ofrecen una amplia gama de profesiones.

La conversación fue interrumpida por el sonido de el señor Alan aclarando su garganta, mi padre me miró con enojo por lo que me acomodé en la silla y mi hermano Haruka cambió el tema, preguntando sobre los procesos que el guapo Darien llevaba en la fábrica de chocolates; hablaban de negocios otra vez por lo que desvíe la mirada y pude notar que mi hermana Mina que estaba a mi lado, le sonreía levemente a él otro caballero, que estaba al frente, un joven muy parecido a Darién y que hasta ahora nadien me presentó y al que yo tampoco había notado por estar embobada con mi futuro esposo; en voz baja le dí mi nombre y me presente; esto era quizás otro acto inapropiado para mi padre, pero la verdad me parecía una grosería tenerlo enfrente y no conocerlo.

Supe entonces que su nombre era Zafiro y que era el hermano de Darien, me cayó muy bien, parecía un chico agradable, era visiblemente más joven que mi prometido y al parecer había cautivado el interés de mi hermana, que no hacía más que cruzar miradas y sonrisas con él.

Una vez terminada la cena, mi padre se retiró al estudio nuevamente pero esta vez en compañía solo del señor Alan, mi madre sugirió entonces que le diera un pequeño recorrido por el jardín a Darién, por lo que salí a caminar con él un poco, caminamos unos minutos en silencio por aquel jardín hasta que el habló:

-Darien: Según entendí en esa mesa por lo poco que hablamos, no era tu plan ser docente?
-Serena: He llegado a amar esa profesión, es emocionante poder enseñar a los niños.
-Darien: No fue lo que pregunté, no tienes que ser propia conmigo, prefiero la sinceridad y si vas a ser mi esposa, prefiero conocer a la verdadera tú.
-Serena: haber si tienes suerte con eso, creo que ni yo conozco a la verdadera Serena; pero sí, tienes razón, yo quería ser algo más, me hubiera gustado estudiar algo que me permitiera viajar mucho al rededor del mundo, conocer, no sé, talvez negocios internacionales, pero mi padre jamás lo aceptaría; para el solo podía ser docente o casarme.
-Darien: Y ahora serás las dos, pues te vas a casar conmigo; a que te refieres cuando dices que ni tu misma te conoces? Acaso no sabes lo que quieres?... disculpa que te pregunte, pero realmente quieres casarte conmigo?.
-Serena: Y tú?, tú quieres casarte conmigo?, es decir ambos somos extraños el uno para el otro y aun así estamos aquí hablando por petición de alguien más, hasta donde sé es un matrimonio arreglado por nuestros padres, en un convenio de terceros para ambos, lo que yo quiera no importa o sí?
-Darien: Primero que todo, yo pregunté primero y es común en la gente tonta y sin intelecto, responder una pregunta con otra y tú no eres una mujer tonta; un poco inocente quizás, pero no tonta y segundo, a mi si me importa lo que tu quieres, es por eso que te lo pregunto; pero para que veas que soy un caballero y no temo decir lo que pienso, te voy a responder; cuando llegué a esta casa, llegué con toda la intención de casarme con la mujer que mi padre escogió para mí, no pregunté cómo eras, realmente no me importaba si eras bella o alta, delgada o gorda, yo solo venía a complacer a mi padre, no creas que no me opuse a esto, lo hice, pero hay ciertas circunstancias que me orillaron a decir que sí ; no me mires así, como si te indignara mi franqueza; dije que sería sincero contigo y es lo que estoy haciendo.

Bajé la mirada un poco triste, creo que lamenté no ser una mujer que por lo menos le pareciera atractiva y es que con mi forma de vestir, no era que pudiera mostrar mucho mis atributos físicos; había olvidado que todo estaba arreglado, creo que después de todo este matrimonio no sería tan agradable como creí, pero él se acercó mucho más a mí, me tomó de la barbilla con sus manos y posó sus ojos en los míos para seguir hablando:

-Darien: Aún no termino de hablar... la verdad es que debo reconocer que al verte cambie de opinión, ahora estoy interesado en conocerte, eres muy hermosa y tienes un aire de inocencia que me invita a querer cambiar eso, a descubrir quien en verdad eres y quien quita, talvez pueda enseñártelo, digo aprovechando que quieres aprender...

REPRIMIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora