Capitulo # 10

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REPRIMIDA
Capitulo # 10
EL NOVIO SE ENCARGA DE TODO


Narra Darien

Al Don Kenji extender su mano, comprendí que estaba de acuerdo con la propuesta que les habías hecho de casarme inmediatamente con Serena, busqué a la rubia con la mirada, observé su rostro afligido y entendí que sin quererlo y por el afán de que ella mantuviera esa pequeña libertad de seguir en la universidad, también había decidido por ella sin siquiera consultarselo; yo había hecho lo que todos los hombres en su vida estaban acostumbrados a hacer y no quería eso, la quería libre, libre de complejos, culpas ó limitaciones así que no pude evitar sentírme incómodo con eso: me repuse al pensar que mi actuar se debía a solo tratar de defender la poca libertad que ella tenía, aún que si analizaba, aquello parecía carecer de lógica... y aún así, era verdad.

Volví la mirada a mi futuro suegro para responder a su cuestionamiento:

-Don Kenji:Crees que puedes entonces organizar la boda para mañana mismo?
-Ikuko: Claro que no va a poder Kenji, no como mi hija debería casarse
-Don Kenji: Por favor mujer, no sigas con tu cantaleta ya hasta hiciste que el muchacho te prometiera que no tocaría a Serena hasta la boda religiosa, aún cuando ella ya seria su esposa y él estaría en todo su derecho.
-Ikuko: Claro, es que así debe ser, la unión de mi hija debe tener la aprobación de Dios, si ella concibiera antes de eso, sería un pecado.
-Don kenji:Bueno ya basta, tienes razón en eso Ikuko, pero ya no sigas; Darien por favor organiza todo para que mañana se lleve a cabo la ceremonia civil y así poder dejar a Serena en la ciudad contigo y tu familia, respetando la promesa que le hiciste a mi mujer claro está.

Asentí y salí de inmediato de esa habitación, salí tan aprisa que no me despedí de nadie, la verdad es que me sentí un poco avergonzado con todo el tema del tesoro de Serena y su madre; una vez estuve en el auto frente al volante recordé el tema de no tocar a Serena y me reí por un breve segundo y luego perdí esa sonrisa al caer en cuenta que por todo un mes dormiría con ella a mi lado y no podría tocarla, me pregunté si podría cumplir con esa promesa y es que teniendo en cuenta la belleza de la rubia y el morbo que me despertaba su inocencia y castidad me resultaría difícil, ahora me doy cuenta; si embargo ya había dado mi palabra y había prometido respetarla aunque ya fuera mi esposa, por lo menos hasta la boda religiosa.

Saqué mi teléfono celular y llamé a mi amigo Diamante Blackmoon, el era mi compañero de parrandas y un buen amigo; también era un muy buen abogado, de hecho la razón de que lo llamara era que el trabajaba en los juzgados y podía ayudarme a conseguir el juez que oficiara la boda civil:

-Diamante: Valla te demoraste mucho más en reaccionar esta vez de la borrachera del Viernes, pero no puedo culparte, te tomaste hasta el agua de los floreros jajajaj
-Darien: Si eso es cierto, como vas Diamante, perdón que no te llamé antes; donde te encuentras?, necesito pedirte un favor.
-Diamante: Pues estoy en los juzgados, pero sabes que si me necesitas voy, por algo somos amigos.
-Darien: Que bueno escucharte decir eso, pero no es necesario que salgas de tu trabajo, de hecho el favor es allá; necesito que me consigas un juez para mañana que pueda celebrar una boda civil.
-Diamante: Sabes que por lo general hay que esperar unos días para eso, pero lo bueno es que estas conmigo y lo que quieres es posible, solo necesito los datos de los que se van a casar y alguna documentación.
-Darien: Perfecto, por que crees que te llamé, sabía que tu podías resolverlo, nos vemos en un rato entonces; mejor aún, te invito a almorzar y te entrego lo que necesitas te parece?
-Diamante: Me parece bien, pero no puedo evitar preguntar para quien es este favor? quien se va a poner la soga al cuello, lo conozco?
-Darien:Es para mi, yo soy el que se va a casar y no me preguntes nada ahora que no tengo el tiempo para explicártelo, en el almuerzo te cuento, nos vemos luego.

Colgué para hacer otra llamada, esta vez llamé a Artemis, mi mayordomo, le pedí que organizará un almuerzo que podía convertirse en cena, pues no tenía clara la hora de aquel evento, no serían muchas personas ya que sería algo familiar, pero eso no implicaba que no tuviera que ser perfecto, quería que la señora Ikuko y la misma Serena no tuvieran queja al respecto.

Después de esto, me fui hasta una casa de eventos para cuadrar decoración, bebidas y demás detalles de los cuales Artemis no podría encargarse y comprobé una vez más que una fuerte suma de dinero podía resolverlo todo, en cuanto a eso no me equivocaba; minutos más tarde recibí un mail de Diamante en donde se especificaba los documentos que necesitaba, le envié copia a mi secretaria y le pedí que los consiguiera; los de la mujer eran de la hija de Don Kenji Tsukino y los del hombre míos propios, no le dije nada mas por que sabía que no era necesario, el mail lo decía todo; una vez hecho todo esto, noté que había organizado aparentemente mi matrimonio en solo media hora y todo por teléfono, no entendí por qué la mujeres necesitaban tanto tiempo para hacer ésto, lo cierto es que ahora parecía que era a mi a quien le urgía casarse, por que ni por un segundo dudé lo que estaba haciendo; me tomé unos minutos dentro de ese auto en el estacionamiento de la fábrica para preguntarme por un momento que era lo que me motivaba y ciertamente no pude encontrar respuesta, no sabía si lo hacía muy en el fondo por el control de la fábrica y la gran mayoría de los negocios de mi padre o por orgullo por lo que Rei días atrás hubiera hecho ó si lo que me motivaba quizás era la misma Serena, su belleza y esa inocencia que parecía un afrodisíaco para mí, no pude determinar cual de todas era la causa, quizás había un poco de todas, no lo sé, creo que no quería pensarlo mucho, había prometido casarme con ella y mi palabra tenía mucho valor para mí, así que fuere lo que fuere ahora tenía que cumplir con ella.

Entré a mi oficina y no me sorprendió que mi secretaria me dijera que ya todos los documentos estaban en orden, ella era eficiente, me los entregó en un sobre listos para dárselos a Diamante, pregunté si mi padre estaba en su oficina y al ser la respuesta positiva acudí a él para contarle todo:

-Darien: Padre, buen día, vine a decirte que el matrimonio con la hija de tu socio se adelantó y será mañana.
-Alan: Ya lo sé hijo, acabo de hablar con Kenji, no crees que es muy precipitado?
-Darien: Por qué sería precipitado, que importancia tiene que sea mañana o en un mes padre?, igual lo voy a hacer ó no?
-Alan: Si así es, pero quería que se tomaran este mes para conocerse un poco, no quiero que te tomes todo este asunto a la afuerza; yo estoy convencido que puedes enamorarte de ella, pero quería que por lo menos ya estuviera avanzado ese asunto a la hora de casarse.
-Darien:Esta bien padre; estoy consciente de todo lo que dices y al igual que tú yo también creo que puedo enamorarme de ella y ser feliz a su lado, por eso no me da miedo hacer todo esto de una vez.
-Alan: Bueno si es algo que ya tienes decidido, supongo que lo único que me resta es ayudarte a organizar todo, ya ahorita le pido a Mimet que te ayude.
-Darien: No es necesario, ya me encargué de todo, tu preocupate por favor por verte muy bien mañana y por favor avisale a mi prima y a Zafiro, luego les confirmo la hora, nos vemos luego que tengo que hacer un par de cosas antes de irme a almorzar con Diamante.

Salí de esa oficina a terminar asuntos de la empresa, justo al cuarto para las dos salí con el sobre de los documentos al encuentro con mi amigo, llegué al restaurante, uno de los más finos de la ciudad en donde ya se encontraba él tomando al parecer un buen vino blanco

-Darien: Disculpa se me hizo un poco tarde, estaba resolviendo algunos asuntos.
-Diamante: No te preocupes, está bien yo te esperé muy amenamente con este buen jerez; siéntate ahora sí, cuéntame como está eso de que te vas a casar, no me digas que embarazaste a Reí?, por que si es así yo creo que deberías pensarlo mejor y estar seguro, tu sabes como es ella, digo me refiero a que ella es de espíritu libre... Tu me entiendes. (hasta Diamante lo sabía, que imbécile soy)
-Darien: Si, te entiendo, pero no es con Rei que me caso, de hecho ella y yo ya no somos nada; mi futura esposa se llama Serena Tsukino y es la hija del socio de mi padre en la fábrica de Chocolates.
-Diamante: Ahora entiendo... Te obliga tu padre entonces?, por eso te casas?.
-Darien: No, no es por eso que me caso, aunque si es la voluntad de mi padre; pero yo también estoy de acuerdo.
-Diamante: oooh, debes presentarmela entonces; digo, debe ser un bombón si te vas a casar con ella sin chistar ante la voluntad de tu padre.
-Darien: Ciertamente lo es... De hecho, es mucho más que un bombón como dices tú.

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