Can I eat ur ass? -YM

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Un tenue sonrojo, seguido de una sonrisa apenada apareció en el rostro de Jimin, en la caja. 

—Gracias por su compra, vuelva pronto—finalizó la chica después de darle el ticket y el vuelto. 

Una vez el rubio tuvo la bolsa en sus manos la dobló por la mitad tapando el nombre de la tienda y la guardó lo más rápido posible en su mochila; había pasado toda la noche pensando en ese par de ojos gatunos y en lo que podría hacer nuevamente. 

Al llegar a su casa saludó a su gato grisáceo que estaba cómodamente recostado en la escalera, Minnie era la única que estaba en casa a esas horas de la tarde. Se dirigió a su cuarto y cerró con seguro. 
Tal vez había ido demasiado para alimentar su nueva 'curiosidad', pero no se pudo resistir a no ir a la sex shop del centro, había una gran variedad de lencería, juguetes, lubricantes, y demás. 

Miró las bragas blancas que hacían juego con el par de medias 3/4, luego fijó su vista a la ventana de su habitación y suspiró decepcionado, sentía que había perdido tiempo, dinero y hasta su dignidad porque se dio cuenta de que no valía la pena usar esas prendas si su vecino no estaba presente para observarlo. 
Así que tiró la poca sensatez que le quedaba, retiro la remera y pantalón de su cuerpo para colocarse la lencería, caminó hasta las cortinas para abrirlas de lado a lado dándose cuenta que el peli-negro estaba concentrado en su teléfono, lo cuál molestaba un poco a Jimin. Quería su atención sólo para él. 

Para su suerte, su vecino miró hacia su ventana con la intención de cerrarla pero al contemplar tal vista eso era lo último que quería hacer, Jimin giró y empezó a caminar moviendo esa grácil cintura marcada en dirección al gran espejo, tocó su pecho hasta rozar su pezón izquierdo y con la otra mano bajaba cada vez más por esa piel cálida, miró hacia su dirección y siguió tocando su cuerpo. 

Miró al pálido con necesidad, parecía que lo miraba minuciosamente cada milímetro de su piel y cada movimiento que realizaba como un juez buscando un error, pero en realidad, Yoongi estaba caliente disfrutando de la función. 

Jimin camino delicadamente hasta el estante que estaba al lado de la ventana para colocar música en su celular, que estaba conectado a un pequeño parlante, dio play. 

Miró a peli-negro que ahora se había sentado en la silla cerca de la ventana, pasaba su lengua por sus finos labios y con su mano estimulaba la erección que se ocultaba bajo sus jeans; Jimin comenzó a mover sus caderas al ritmo de la sensual música, que alimentaba la excitación de los dos, y sonrió al observar como ahora había desabrochado el pantalón e ingresado ansioso la pálida mano.

El rubio se sentó sobre su cama, y mordió su labio inferior al ver el pene de su acompañante, apretó las piernas ansioso y soltó un jadeo. Deseaba tocarse justo ahora, necesitaba que el peli-negro probara todo su cuerpo y jugará con él hasta llegar al éxtasis.. pero cuando vio salir de sus labios un: "me encantas, bebe", supo que estaba perdido.
Y sintiendo esa miraba penetrante sobre él, se bajó como pudo las bragas comenzando a masturbarse rápidamente también.