Can I eat ur ass? -YM

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El menor miró los ojos gatunos tan detalladamente que pudo sentir como estos lo penetraban lentamente, adentrándose en su oscuridad. No dijo nada, quitó sus brazos que estaban alrededor de su cuello, las deslizó por su torso hasta cintura para después posar su rostro en el pecho del mayor; lo abrazó ocultando sus rojas mejillas. 

—Pensé que éste tipo de personas sólo existían en los libros... yo también siento lo mismo, Yoongi hyung —río tiernamente. 

—No sabes cuánto me alegra escuchar que te hago bien, esa es una buena excusa para reunirnos más seguido —tomó la barbilla de Jimin en su mano derecha. —¿Qué quieres hacer ahora?

El menor levantó una de sus cejas y miró los ojos y labios provocativos del mayor, eso sólo podría significarse algo: Sexo. Y no podía quejarse, en ese mismo momento detalló la vestimenta del mayor, dándose cuenta de que se veía malditamente bien con esa remera negra que hacía resaltar su clara piel; pero pensar en cómo se veía sin ropa lo hizo morderse su propio labio inferior.

—¿Siempre eres tan sucio? —sonrió de lado mientras lo bajaba de la tapa del auto y lo tomó de la remera color vino— eso me gusta mucho, joven Park. 

—Basta —apretó los labios para ocultar una tonta sonrisa— me gusta que me hables así, te me haces más pequeño.

—¿Acaso quieres morir? Acá el único pequeño bebé eres tu —soltó el mayor fingido estar indignado, Jimin aprovechó su descuido para empujarlo con cuidado sobre la tapa del vehículo y lo montó. 

—¿Por qué querría morir si estoy aquí?—ambos sonrieron cómplices— estoy contigo, lo último que quiero es morir, Min.

El azabache tomó el rostro del menor en sus manos, se acercó agresivamente y empezó la guerra de lenguas entre aquellos muchachos, Jimin sonrió a mitad del beso, pensando únicamente en que hace sólo una noche se había sentido estupido de haber pensando de Yoongi de otra forma y ahora, parecía que no era el único que se sentía de aquella forma, su vecino también sentía cosas por él. 

—¿Qué opinas de un Motel? —preguntó agitado por el beso— ¿o vamos a las afueras? El auto está bien para mí —Yoongi lo miró a los ojos mientras acariciaba su cadera— sólo quiero estar contigo, vamos a un lugar tranquilo.

—Lo haré... te llevaré a un lugar que vi antes de llegar a la universidad, es lindo y no hay muchas personas —ambos rieron— es una estación de trenes.

—Ya sé de qué me hablas —sonrió— me he tomado unas fotos allí antes.

—¿Entonces está bien que vallamos? —el menor asintió— me preocupa la lejanía del lugar, no quiero que tengas más problemas en casa.

—Problemas ya tengo —suspiró posando sus manos en el pecho del azabache— ¿te puedo hablar de eso?

—Soy todo oídos, Jiminie.

—Bien —respiró hondo y se paró del regazo del pálido para buscar una mejor comodidad para ambos, terminando sentado cruzado de piernas a su lado— como que me controlan mucho en casa, siento que cada movimiento está siendo vigilado por ellos y creo que no es justo para mí, pienso que todos deberían pasar bueno momentos, disfrutar de la juventud y ellos no me ayudan... —rodó los ojos de sólo recordarlo— sé que estoy mal, quizás tú que eres mayor eso es lo que piensas pero no me siento bien en casa y estar aquí me hace sentirme bien, más libre.

—En realidad no lo pienso así —lo miró por un momento y luego volvió la vista al frente— no estás haciendo nada malo, sólo haces lo que te gusta, estas buscando tener tu propio espacio.. me gusta como piensas pero considerando que aún vives con tus padres, deberías portarte mejor.

—¿Y si no soy feliz? ¿Qué debería hacer?

—Buscar una felicidad para todos —sonrió mirándolo— a ellos les gusta que hagas las cosas "bien", si haces las cosas bien, te dejarán hacer lo que quieres.

—Eres bueno en esto de dar consejos. Tu familia debe estar orgullosa, hyung. 

—Lo aprendí tarde pero creo que aún tienes tiempo de hacer las cosas bien —suspiró— Espero las cosas entre tus padres y tú se arreglen.

—Yo también... pero estoy tan molesto —negó con la cabeza— ellos involucran nuestros problemas con la familia de mi mejor amigo, Jungkook, y en un momento de rabia, lo he mandado a la mierda. Y lo siento tanto, hablaré con él, no quiero que las tonterías de mis padres de llamarlo cada vez que hago algo "malo", afecte nuestra amistad de tanto tiempo.

Ambos se subieron al auto y durante todo el camino a la estación de tren abandonada, el rubio se sintió más aliviado, Yoongi lo aconsejó, y por primera vez habían tenido una conversación formal; una vez aparcaron el auto, el azabache abrazó a Jimin por la cintura.

—Hyung, gracias por escucharme —le sonrió. 

—No es nada —lo besó en la mejilla— para eso están los amigos.

"¿A... amigos?" —pensó el menor y decepcionado, bajó el rostro mientras el mayor había empezado a tocarlo.